La Luna Perdida

Definitivamente No

James anda como loco por toda la casa, está muy molesto. Valery está sentada en el comedor y solo lo observa, entrar y salir a la sala y entrar de nuevo, yo estoy en la planta de arriba mirando y escuchando a escondidas. Valery acordó que hablaría con James primero pero creo que no resultó como esperábamos.

— Cariño, ya ven siéntate.

Pide la rubia con voz dulce, James entra nuevamente al comedor y escucho el arrastre de la silla, así que decido bajar las escaleras para aproximarme más y poder seguir escuchando, me quedo dos escalones antes de bajar completamente.

— Valery, no es posible, tu más que nadie sabe lo difícil que ha sido recuperar a Emily, estuvo perdida dos años y estuvo en depresión casi un año, no puedo dejarla que se vaya sola otra vez, ella ya ha pasado por mucho, entiéndelo.

— Lo entiendo cariño, pero no puedes tenerla encerrada de por vida, ella debe salir adelante y esta oportunidad es grandiosa para ella.

— No está encerrada, camina libre por la cuidad, ha hecho su vida, va a ser diseñadora, puede ser lo que ella quiera pero sin salir de la cuidad, Houston también tiene oportunidades grandiosas.

— Pero no como New York amor.

No sé como Valery logra hablar tan dulce y calmadamente a pesar de que James está tan alterado, yo ya le hubiese gritado.

— Dije no, definitivamente no y no intervengas, no es tu hermana, ella es la única familia que tengo y como hermano mayor debo protegerla, fallé en el pasado pero no pienso fallar ahora, hubo un tiempo que pensé que estaba muerta, pero volvió y no dejaré que se vaya y se ponga en peligro otra vez.

Mi corazón duele al escuchar las palabras de James, me duele que se sienta culpable y piense que no pudo cuidarme. Estoy a punto de entrar y decirles que no iré, no quiero ir si eso lo lastima y hace que se preocupe más por mi, cuando lo escucho decir;

— Emily no es tan fuerte Val, cuando nuestros papás murieron se quedaba horas viendo por la ventana, esperándolos, por semanas hizo lo mismo. Yo tuve que ser fuerte para que ella no se derrumbara por completo, cuando ese cerdo la violó no dijo nada, se quedó callada por años. Ella no podrá sola en New York.

Y esas palabras llegan como un golpe, un golpe de realidad fuerte y todo lo que Gina y Valery han intentado decirme cobra sentido. Nunca he tenido las riendas de mi vida, he andado flotando, dejando que la corriente me lleve de un lugar a otro, solamente resignada a que esta es mi vida. Cuando era pequeña le di la riendas a James en vez de nadar juntos, luego las tuvo Steve y después Jakob y al final cuando no sabía a donde ir se las quise dar a Sergio, pero nunca las he manejado yo. Siempre me ha asustado.

Sumida en mis pensamientos mientras juego con un anillo, que saqué de uno de mis dedos, este cae al suelo y rueda hasta la entrada de el comedor, yo cierro los ojos con los dientes apretados maldiciendo en mi mente.

— Emily, sé que estás ahí.

Escucho a James decir, y no me queda de otra que entrar, en ese momento Valery se levanta y nos deja solos. Decido hablar primero y suelto lo que pienso.

— No es tu culpa.

James quiere contestar pero lo interrumpo.

— No, escucha. No es tu culpa, nada de lo que nos ha pasado, tu cuidaste de mi y lo has hecho muy bien, jamás te culparía por algo. Eras un niño James que tuvo que ser fuerte y madurar antes de tiempo para cuidarme, pero seguías siendo un niño y para mí eres lo mas importante, pero es tiempo que deje de ser esa niña que no puedes perder de vista, es tiempo que me encargué de mi misma.

— Esta bien Emily, pero aún no estas listas, sé que en algún momento lo harás pero no es ahora.

— Si lo es, es tiempo, pero te prometo que si las cosas se complican regresaré, o te llamaré

— ¿Ya decidiste irte?

— Si lo haré, no desperdiciaré esta oportunidad.

James se levanta sin decir nada, cuando pasa por la puerta del comedor se detiene y Valery llega hasta él, al parecer no soy la única que escucha a escondidas, él la ignora y sale por la puerta principal, dando un fuerte portazo. Valery me mira y levanta sus hombros, camina hacia a mi y me da un abrazo.

— Tranquila, ya regresará. Hiciste lo correcto, estoy muy orgullosa.

Yo asiento y limpió mis lagrimas.

— Val, necesito que me lleves a un lugar.

— Vamos, solo dime donde.

Todo el camino hablamos de James y sus cosas y me doy cuenta que Val está muy enamorada, eso me hace sonreír, quizás yo algún día pueda tener un amor así. Me parece increíble como ella puede manejar ese horrible carácter de mi hermano y mas aun su falta de emociones. O quizás con ella, en sus momentos juntos sea diferente. O al menos eso espero. Estacionamos frente la casa de Gina y lo pienso un momento antes de bajar y caminar hacia la puerta. Val se queda esperando en el auto. La mamá de Gina abre la puerta, es como ella pero mayor, me invita a pasar pero le digo que voy de paso, ella entiende y llama a Gina, quien baja y me ve con su mala cara. Me siento en el pórtico y ella hace lo mismo, sin decir nada.

— Perdón, no debí decirte lo que te dije, ni debí gritarte, tenias razón en todo y he sido una mal agradecida contigo.

Ella me mira, y su cara se suaviza, comienza a sonreír y me abraza.

— Si fuiste muy grosera pero entiendo y solo por eso te la dejo pasar.

Definitivamente tiene un corazón enorme

—¿Entonces si me perdonas?

— No lo sé, la verdad creo que no me convences.

— Pero. ¿Con quien compartiré los nuevos momentos en New york si tu no me perdonas?

— ¿Si iras?

— Si

Digo sonriendo, mientras ella se emociona de más y me apreta con su abrazo.

Después de eso tuve que volver a casa porque Valery debía ir al hospital, pero Gina no paraba de enviarme mensajes con todo lo que debíamos llevar a New York y lo que haríamos. Al llegar a casa James no había regresado, pero Valery me envió un mensaje




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