II.- 30 años después...

Treinta años más tarde.

Falktown, aún seguía siendo un pequeño poblado del Norte de Escocia, este había crecido en algunos aspectos, por ejemplo, contaba con iluminación eléctrica en todas sus calles y algunas viviendas, a excepción de aquellas que se hallaban cercanas a la zona boscosa. Ademas, la escuela tenía un campus deportivo con instalaciones modernas para la época, pero la población continuaba siendo pequeña y esto se debía a la lejanía que sostenía con las grandes ciudades. Pero también, a que las pocas familias que llegaron en los útlimos años, se marcharon debido a la leyenda  que hacía eco en la tierra de neblinas y bosques, de costas y acantilados. Esta, era una historia que alejaba a todos quienes se acercaban al pueblo con algún interés de residir en él.

"Se decía que cuando la luna llena se posaba sobre el acantilado más alto, ese que está al otro lado del bosque, el único en el cual la vegetación no moría durante el invierno. Las jovencitas, eran encantadas por la mismísima luna. Entonces, comenzaban a caminar hacia la misma, sin quitarle la vista de encima, estirando los brazos y hasta la punta de sus dedos, como si creyeran poder alcanzarla. Luego, cuando se acercaban al filo del precipicio, daban su último paso y ya no volvían a dar otro nunca más."