La luz de la oscuridad

Capítulo 1: Nada es lo que parece

Año: 2035

Planeta Orión, Ciudad Celeste y en la calle

 

En las afueras de una ciudad iban conversando dos chicas.

 

Emilia: sin duda el chocolate es lo mejor del mundo, es tan rico.

 

Decía la chica de pelo rubio, con peinado de cola de caballo, cole rojo y ojos verdes de diferente tono. El derecho oscuro y el izquierdo claro. De complexión delgada. Llevaba una bufanda negra y un vestido largo color celeste sobre una camisa amarilla con un listón rojo y botas cafe.

 

Amalia: oye, con una barra tan grande de chocolate deberías darme al menos. Dices que eres buena, pero no compartes.

 

Decía su amiga de pelo color cobre, pelo suelto y ojos color avellana. De complexión delgada pero sus "chichis" eran un poco más grandes. Llevaba una camisa negra, chaqueta de cuero, unos pantalones azules, zapatillas blancas y unas gafas de sol.

 

Emilia: ¿como quieres que comparta un manjar de los dioses?.

 

Amalia: exageras, además ya sabes lo que dice tu mamá respecto a eso.

 

Emilia: Da igual un poco antes un poco después, todos moriremos al final.

 

Amalia: bueno, solo decía. Pero después no andes lloriqueando porque le sacas chocolates a escondidas y después te los termine prohibiendo. Y la única excusa que usas es que "Ay is qui is tin rico, ni puidin pribir dilcis a ini niña"

Además de que no eres una niña, de verdad lamentable.

 

Decía aparentando estar decepcionada y conteniendo la risa.

 

Emilia: a una persona le  puede gustar lo que quiera y ¿Cuando e llorado yo? Y nunca e usado esa excusa que dices.

 

Decía un poco apenada. Su amiga notó eso.

 

Amalia: solo te pido que te controles con eso. De verdad mucha azúcar puede hacer mal.

 

Ella sabía que a pesar de su edad, no se comportaba como adolescente que ya estaba por ser adulta o incluso siquiera como adolescente. Algunas veces amaba su personalidad y otra veces le avergonzaba al frente de sus otros amigos. Pero ella pensaba que quizás solo es un gusto bastante llevado al extremo, refiriéndose a lo del chocolate.

 

Emilia: bueno no importa aceptaré todas las consecuencias de por mi elección y gracias por recordármelo, por novena vez Amalia.

 

Mientras caminaban ven una tienda con diferentes objetos de decoración, lo cual llama la atención de Emilia.

 

Emilia: creo que debería ir pensando en qué regalarle a mi mamá.

 

Decía mientras miraba, los objetos. Ahí es cuando su amiga aprovecha la distracción y  le quita el chocolate o lo que queda de él.

 

Amalia: mmm... tienes razón es muy rico

 

Decía mientras se lo comió de un bocado. Mientras que para su amiga era como si le viniera el infierno

 

Emilia: ¿QUE?! NOOOOOOOOOO, Porque eres tan mala conmigo?

 

Decía fingiendo que va a llorar. Finalmente al llegar a un paradero, las dos se despiden y cada una se va a casa por distinto camino.

 

Al llegar a casa. Una casa azul cielo de un piso. Con rejas de color negro y bastante pasto por delante de la casa. Se disponía a entrar haciendo el menor ruido posible ya que le gustaba pasar desapercibida, a menos que le ofrezcan chocolate por hacer lo contrario.

 

Al entrar a la cocina, haciendo el menor ruido se topa con que su mamá está haciendo la cena.

Su madre era una chica de pelo rojo cobrizo con dos coletas largas con coles naranjas y ojos dorados. tiene algunas pecas, lleva una blusa azul con un polerón negro. Y un pantalón azul oscuro con zapatillas grises.

 

Ella se disponía a tocarla y cuando estaba solo centímetros...

 

Mamá: te quiero ver en suelo sucia rata inmunda.

 

Decía ella mientras le apuntaba con una lanza de fuego sacada de la nada, hasta darse cuenta que era su hija.

 

Mamá: ¡nunca más vuelvas a hacer esto!, podría hacerte daño.

 

Emilia: ¿que todo lo que diga puede ser usado en mi contra?

 

Decía con las manos levantadas.

 

Mamá: por favor no vuelvas a h...

 

Emilia: lo juro, nunca más asaltaré una casa con una señora sin sentido del humor.

 

Mamá: no vuelvas a hacer eso nunca más. Y vete a sentar que vamos a cenar.

 

Emilia: está bien Mama.

 

Decía de forma aburrida y haciendo lo que le pedía .

 

La madre y su hija se disponían a cenar.

 

Mamá: y dime, ¿cómo te fue?

 

Emilia: pues bien y ¿trajiste algún regalo de tus fans?

 

Mamá: no te daré ningún dulce y no es correcto aprovecharme de mis fans así.

 

Emilia: ¡QUE!? Estas bien si no te quieres aprovechar de ellos pero tienes muchos. Te dan montones de dulces y a mi solo me interesan los chocolates. Podrías darme una miserable barra por día pero solo me das una al mes,¡SOLO UNA AL MES!

 

Decía con vos exagerada lo último.

 

Mamá: ya te lo e dicho, si no quieres tu preocuparte por tu salud, lo haré yo.

 

Emilia: todos me dicen que sería increíble tener una mamá súper héroe pero es un infierno.

 

Decía con pesar.

 

Mamá: deberías estar feliz de tener a alguien que se preocupe por ti.

 

Dijo su madre cambiando completamente de tono.

 

Emilia pudo sentir una mirada que muy poca veces lograba ver en su madre.

 

Emilia: yo... per...

 

Hasta que alguien toco la puerta, su madre cambio completamente su actitud y fue a ver quien era.

 

Emilia: *la verdad da miedo cuando se pone así* pensó ella

 

Al ver quien era si madre se pone muy feliz.

 

???: ¿muy buenas tardes princesa cordelia, cómo está usted?

 

Emilia pensaba, ¿que es esto? ni que mi mamá fuera una persona tan delicada.

 

Mientras Cordelia la miraba sonrojada.



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En el texto hay: animales, mostruos, trolls

Editado: 25.05.2020

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