La luz de la oscuridad

Capítulo 2: El primer paso pero, ¿hacia donde?

Año: 2035

Ciudad Celeste, Escuela de héroes y oficina.

 

Emilia estaba al frente del recinto. Era  como un castillo pero con detalles futuristas en ves de ser de piedra era todo metálico y era de color gris, en cada puerta había caballeros solo que estos eran robots en vez de estatuas.

 

Emilia: *no me gustaría que una de esos robots me callara encima, "aaagg"solo comporte no hagas nada estupido* pensaba ella.

 

Al entrar al castillo, el piso variaba entre cada cuadro en blanco y negro, como el ajedrez. Ella hablo con la recepcionista la cual le indicó el camino.

 

Tiempo después

 

El director estaba hablando con Emilia respecto a su entrada.

 

Director: tienes buenos reflejos, buena conducta, buenas notas y una comunicación decente.

 

Emilia: ¿entonces si fui aceptada?

 

Director: pero hay un pero.

 

Emilia: ¿cual pero sería?-preguntó confundía-

 

Director: son tus poderes.

 

El la miraba serio lo que a ella la ponía confundía y nerviosa respecto a sus poderes.

 

Emilia: ¿que tienen mis poderes?.

 

Director: tus poderes son demasiado grotescos, asustan a las personas. La gente cree que eres un monstruo y por lo que pudimos comprobar, tiendes a perder un poco el control de tus emociones y por último cuando usas tus poderes se puede sentir un Aura malvada y fría. Cómo si estuvieras en una casa embrujada.

 

Director: yo lo siento mucho, de verdad perdón.

 

Emilia: *quizás si le digo quien es mi mamá pueda entra... ¡No no voy a depender de su reputación!* pensaba ella.

 

Ella no sabía cómo sentirse, no la dejaban ser un héroe por una estupidez como esa. Ella solo miraba al director. Ella quería hacer cualquier cosa para hacerlo entrar en razón sentía mucha rabia en ese momento pero solo quería salir de ahí. Hasta que escucho una voz.

 

???: solo hazlo, sé que tú quieres hacerlo.

 

Emilia: *¿de que hablas? ¿Quien eres?* en su mente.

 

???: esos robots chatarras de atrás no durarán nada contigo, solo hazlo.

 

Emilia: *no le voy a dar la razón para llamarme monstruo* en su mente.

 

Emilia: muchas gracias por su tiempo, que le vaya bien.-lo decía con una sonrisa falsa-

 

Ella salió rápidamente de ahí y se fue a su casa.

 

En el camino ella solo estaba furiosa, no podía creer que solo por algo como eso no la hayan dejado. Pero lo que más llamaba su atención fue esa voz que escuchó.

 

Emilia: *¿puedes escucharme?*

 

De repente un automóvil justo para enfrente de  ella y él toca la bocina. Emilia se da cuenta que está cruzando la calle y ni cuenta se dió. El hombre del automóvil bajo la ventana y enojado le exclamó.

 

Conductor: que acaso no te fijas niñita o es que quieres que te atropellen.

 

Emilia: lo siento mucho

 

Conductor: bla bla bla

 

El hombre en su auto siguió su camino y Emilia procuró fijar su atención en su alrededor.

 

Emilia: *quizás esa voz fue mi imaginación* pensó ella.

 

Ella llegó a su casa, a la entrada de la puerta puso su mejor sonrisa, y trató de estar emocionada, no quería que su mamá se enterara y mucho menos estuviera decepcionada.

 

Cuando entro pudo ver a su mamá que estaba viendo televisión, un canal de noticias sobre qué se estaba buscando a un elefante. Cordelia notó su presencia y fue a abrazarla.

 

Cordelia: ¡como estas, mí sol!  ¿como te fue?

 

Emilia: no me apretes tan fuerte-decía casi sin aire-

 

Cordelia: perdón es que estoy muy emocionada ¿¡y cómo te fue!?

 

Emilia: *no quiero decepcionarte, yo lo intente pero ello dicen que me parezco a un monstruo, no se que hacer* pensó.

Me fue muy bien.

 

Cordelia: ¿¡de verdad!?   

 

Emilia: de verdad *¿que estoy haciendo?*pensó

 

Cordelia: y ¿cual es tu horario?

 

Emilia: mmmmm... pues todos los días a las 6 de la mañana y salgo a las 3 de la tarde.

 

Cordelia: ¿tan temprano? Parecen que son bastante exigentes-decía mientras se reía-

 

Emilia: ¿Puedo ir a acostarme estoy cansada?

 

En su habitación ella solo se acostó sin quitarse la ropa ni nada. Se sentía muy mal.

 

Emilia: *en serio a las 6 de la mañana no pudiste decir una hora más tarde, idiota-se decía a sí misma-*

 

Estuvo mirando el techo hasta dormirse lo que le costó bastante.

 

A las 6 del otro día sonó un despertador, Emilia se despertó asustada.

 

Emilia:¿ y esto? Yo no tengo un despertador Decía para sí misma

 

Cordelia: yo lo puse ahí.

 

Emilia: aagg que flojera.

 

Dijo mientras apaga el despertador y se tapa entera.

 

Cordelia: vamos a levantarse decía mientras le quito la sábana.

 

Emilia: esta bien.

 

Emilia se disponía a salir hasta que su mamá le pregunto si quería que la acompañara la cual rotundamente se negó.

 

Al salir a Emilia se le había olvidado algo

 

Emilia: *¿y que haré ahora? No pensé que mamá creería todo, no puedo ir ahí de nuevo a ¿donde iré? No puedo caminar sin rumbo, hasta que sea hora de volver de nuevo a casa.

Mmmm podría ir al parque, está bien iré a allí.

 

Año: 2035

Parque de Ciudad Celeste

 

Al llegar al parque un lugar en su mayoría con pasto, unos árboles y variedad de juegos. Ella se disponía a sentarse en un columpio hasta que se dio cuenta que había un papel pegado.

Ella lo miro y se lo guardo en su mochila.

Ella solo miraba el vuelo de los pájaros, la brisa que golpeaba los árboles y el cielo blanco que había en el cielo. Estuvo así por varios minutos.



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En el texto hay: animales, mostruos, trolls

Editado: 25.05.2020

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