Capítulo VIII

Alison se encontraba sentada en el jardín mientras revisaba algunas de las invitaciones que habían recibido ella y Daphne, para tomar el té, e iba descartando todas las que no fueran de confianza por lo que en una pequeña montañita iba dejando las que le presentaría a la niña para que eligiera, quería que ambas decidieron a cuales ir, después de que su relación mejorará ambas se habían acercado mucho más y estos planes eran algo que le gustaba a Alison hacer con su hijastra, aunque ya había dejado de usar esa palabra con ella, la sentía como una familia más que como un ser cercano por una ley. 

–¡Alison! –Daphne corría por el jardín mientras llamaba a Alison y una vez estuvo con ella respiró agitada por el esfuerzo 

–¡Dios! No debiste correr, toma asiento–dijo preocupada Alison sirviendo un poco de té frío la niña que feliz aceptó y se sentó a un lado de la peli castaña. 

–¿Qué haremos hoy? –pregunto animada la niña viendo todas las invitaciones que tenía la duquesa frente a ella 

–Elegiremos juntas a las fiestas de te ir, mira, estas son las que creo que pueden gustarte–Alison le mostró las invitaciones y pasaron el resto de la tarde juntas, esto hasta que la niña tuvo su siguiente clase y su tutor fue por ella, por lo que ambas acordaron volver a hablarlo después. 

* 

Esa noche a la hora de la cena, Alison y los niños esperaban al Duque para empezar a cenar, pero al parecer ese día tampoco asistirá, lo que hizo que la duquesa se desanimaba un poco, Hace tres días no veía a su esposo, y se empezaba a sentir ansiosa, y no le gustaba para nada ese sentimiento: 

–¿el duque no nos acompañará hoy? –preguntó Alison a su ama de llaves que negó con la cabeza empezando a servir la cena 

–No Duquesa 

–Son tres días consecutivos–hablo Oliver llamando la atención de Alison y de su hermana 

–Seguramente su trabajo no se lo permite–intento suavizar las cosas Alison–¿Qué tal si mañana damos un paseo? Hablaré con el Duque para que nos acompañe. 

Alison intentó mejorar el humor de los niños el cual cambió de inmediato cuando propuso esta idea: 

–¿Enserio? –ambos hablaron al unísono sorprendidos y felices 

–Si. 

–Genial–hablo Oliver feliz y empezando a comer con alegría 

–Usaré el vestido que hicieron la semana pasada–habló Daphne también feliz y así continuaron toda la cena, conversando y haciendo planes para el día siguiente, aunque Alison se empezó a preocupar por no poder cumplir lo que les había prometido. 

Esa misma noche Alison se encontraba con Aisha en su habitación, estaba ansiosa y no podía calmarse, por lo que su doncella peinaba su cabello mientras La duquesa intentaba relajarse, cosa que no lograba ya que hace casi tres noches que no logra dormir bien. Desde que El duque había empezado a dormir fuera, no lograba dormir, se había acostumbrado demasiado a dormir todas las noches con él, por lo que se sentía demasiado sola cuando él no estaba y esas noches que había pasado sola le estaba pasando factura. 

–¿Crees que tenga una…? 

–Señora no piense demás las cosas, es posible que el Duque solo esté trabajando de más, no es… 

Aisha no termino de hablar cuando Alison se puso de pie y salió de su habitación apurada, había escuchado a lo lejos la llegada del carruaje de Aaron, así que al ver al Duque ir a su habitación fue tras de él, y una vez el Duque entró a su habitación Alison toco la puerta, pero al no tener respuesta abrió la puerta encontrando al Duque semi desnudo y de muy mal humor: 

–pedí que no me molestaran, largo no necesito ninguna criada–El duque habló sin siquiera ver quien estaba en la puerta por lo que Alison cerró la puerta a sus espaldas y hablo. 

–Soy yo.