Capítulo 8

Cuando llegamos a Italia nos subimos a una Ford Ranger.

- Mis francos están en posición, los infiltrados y la seguridad también, tenemos la vía libre para terminar con Bianchini.- dice Jackson con la mirada fija en el teléfono.

- De mi parte también está todo bien.- digo mirando por la ventana.

El camino se hace largo, ya que ninguno de los dos habla, el silencio es un poco incómodo la verdad.

Luego de un rato llegamos al edificio italiano.

- Señorita, estamos en posición, listos para cualquier inconveniente - escucho a Sam por el auricular, él es uno de los mejores en defensa.

- De acuerdo, ya vamos a entrar.- digo a lo cual él solo me confirma.

Salgo del vehículo y Jackson me pasa el intercomunicador que utilizaríamos para comunicarnos con ambos equipos.

Entramos al edificio con facilidad, ya que los guardias de la puerta eran los dos chicos de Jackson.

- will, desactiva el sistema de seguridad.- digo por el intercomunicador.

La puerta se abre dándonos paso a ambos, buscamos a los guardias que rondan y jalamos dos golpeándolos hasta que quedarán inconsciente, cogimos sus trajes y sus pases porque cuando el sistema de seguridad se restaurará no podríamos pasar sin ellos.

Avanzamos al segundo piso donde pasamos sin problema, tuvimos que usar los pases, ya que el sistema se restauró, llegamos al tercer piso donde nos encontramos a un segundo narco, este nos preguntó que, que hacíamos ahí por el hecho de que ese piso solo podían estar los segundos narcos, a lo cual respondimos diciendo que el jefe nos había mandado a buscar, él solo nos dejó ir.

Ahora las cosas se pondrían un poco más interesante.

- Este es tu traje y el pase de narco mayor.- dice Jackson pasándome el traje y el pase.

- Gracias.- terminó de decir y me voy a un baño.

Cuando salgo del baño encuentro a una chica.

- ¿Eres nueva? Nunca te había visto por aquí.- dice ella mirándome de Arriba abajo.

-No, no lo soy, llevo un tiempo aquí, si quieres te muestro mi carnet.- ella se acerca para comprobar, cuando se acerca lo suficiente saco mi cuchillo y la apuñalo en el abdomen, ella se queja de dolor.

Se tira el suelo quejándose. Como me harta las personas que se quejan y más si es de dolor, saco mi arma para terminar con el ruido. Le disparó haciendo que el cuerpo caiga o más bien termine de caer al suelo.

Salgo encontrándome con Jackson algo impaciente.

- Tuve un contra tiempo, pero ya todo está bien.- él solo asiente, está un poco cayado la verdad.

Seguimos avanzando, tuvimos unos contra tiempos cuando pasamos por el cuarto piso, pero ahora estamos en el quinto piso a dos pasillos de llegar a la oficina de Bianchini.

- ¡Ustedes dos deténganse ahora!- demanda una voz masculina.

Jackson y yo nos detenemos mirándonos.

- ¿Creen que iban a pasar desapercibido? ¿Verdad?- dijo la persona acercándose más y más.

Jackson y yo no decimos ni una sola palabra. Jackson espera a que él se acerque para lanzarle una navaja, yo cojo mi arma y le disparo.

- Debemos actuar rápido, si queremos salir vivos de aquí.- me dice Jackson.

- Sí.— secundo. 

Seguimos avanzando. Como lo planeamos, Jackson se encarga de la seguridad de Bianchini mientras yo entro por el pasaje secreto.

- Mis chicas ya están adentro con Bianchini, lo tienen bien entretenido diría yo - escucho algo de diversión en su voz.  

- Ya casi estoy llegando a la oficina, el aparato tranquilizador está encendido listo para actuar.- Respondo.

Sigo hasta que llegó a la puerta que divide el pasaje con la oficina, la abro un poco para dejar caer el dispositivo para que se posicione en el zapato de Bianchini, ahora puedo notar que como dijo Romanov las chicas lo tienen muy bien entretenido porque ni siquiera ha notado que el estante de la pared se ha abierto un poco, según lo que escuche él es muy observador, pero al parecer cuando tiene distracciones ese sentido se le apaga.

Veo que el dispositivo ya está en su lugar así que procedo a hablar por el intercomunicador - Voy a proceder a entrar y a apuntar, quiero a todos atentos.- Digo y a lo poco recibo las afirmaciones de parte de cada uno.

Cargo mi arma y bajo el martillo, me coloco el arma atrás en el pantalón y entro a la oficina. Las chicas me ven y se alejan - Hola Mike Bianchini, cuanto tiempo sin vernos, espero que me hayas extrañado mucho.- Digo a lo cual él se sorprende al ver de quién se trata.

-¿Qué carajos haces aquí? Juraba que estabas muerta o no sé qué, o que tal vez tu querido hermano te tuviera prisionera como siempre lo quiso - dice en un tono burlón.

Susurro por el intercomunicador que ya pueden entrar a Jackson y a los otros chicos, saco mi arma apuntando a Bianchini.

- Lamentablemente o más bien para tu mala suerte nadie ha podido contra mí ni mucho menos matarme- Digo.

- ¿Cómo está tu madre?- dice haciéndome enojar.- que pena que por mí tu perfecta familia se fuera a la mierda.-él no termina bien de pronunciar la última palabra y entra Jackson con cinco de sus hombre.- ¿es que no puedes sola contra mí que tuviste que aliarte con otro hijo de puta al igual que tú? Aunque para ser sincero no tendrías oportunidad de acabar conmigo si no fuera que te unieras al jefe de las dos mafias más fuerte.- Dice burlándose.—¿Qué los motivo a aliarse? ¿Sus madres muertas? Me imagino que les hablaron del más allá.

—Jure que acabaría contigo Bianchini y por fin ha llegado el día.— Dice Romanov.

- Quiero que todos confirmen su posición - habla Romanov por el intercomunicador, los francos confirman poniendo a Mike en la mira.

- Preparen los vehículos de escape - digo en un pequeño susurro - Para que veas que no somos los hijos de puta que nos pintas aún que para que mentir sí, si lo somos, pero bueno... Te daremos dos opciones - digo acercándome junto con jack, sus hombres se encuentran en las esquinas y uno cuida la puerta- te sacamos de aquí a las buenas o... A las malas, disfrutaría más si eligieras a las malas, pero hoy ya no estoy de humor.- Digo a lo cual se ve algo pensativo.