Dieciséis años atrás.
Jackson Romanov 6 años.
Estoy en mi habitación jugando con mis juguetes cuando mi madre entra a avisarme que tenemos que ir a una reunión del trabajo de papá, dejo lo que estoy haciendo y voy a bañarme y vestirme, ya que mamá irá a vestir a mi hermano menor como siempre, a veces pienso que me quiere menos que a Michael, pero luego recuerdo las palabras de padre, ‘‘Te tratamos diferente porque serás el líder del imperio Romanov, no puedes ser débil’’.
Cuando termino de vestirme salgo de la habitación, paso por el pasillo y escucho una conversación de mis padres.
— No me gusta tratarlo diferente.— escucho a mi madre decir.
—No es que no te guste, tienes que hacerlo, no podemos criar a alguien débil para nuestro imperio, además él es un niño fuerte y tiene suficiente capacidad para entender.— dice padre.
Sigo caminando por el pasillo, no quiero seguir escuchando, voy a la habitación de mi hermano, toco la puerta y entro encontrándolo vestido, solo le falta la corbata, así que le ayudo a colocársela.
— Te ves bien.— digo peinándolo hacia atrás.
—Gracias, también tú te ves bien.— sonrió sin ganas.
Lo tomo de la mano y bajamos juntos a la sala a esperar a nuestros padres, luego de unos minutos ambos bajan, madre lleva un hermoso vestido rojo con un collar de diamantes, padre lleva puesto un traje completamente negro, cuando ambos llegan abajo de las escaleras mi padre habla.
—Keler, trae dos armas.— le dice a su mano derecha quién está con su hijo, Nick James.
El señor James trae las armas pedidas y se las entrega a mi padre, él suelta la mano de mi madre y se dirige a mí.
— Ya eres suficientemente grande para portar un arma.— me la entrega y dudosamente levanto la mano para tomarla.
—Mark, ¿¡Qué mierdas te pasa!? No le darás un arma a nuestro hijo de 6 años.— protesta mi madre.
—¿Cuántas veces te diré que no lo criaré como un bueno para nada?—dice mi padre incitándome a colocarme el arma en la espalda.
Mi madre no dice nada, mi padre ordena que traigan el vehículo familiar, en menos de un minuto el vehículo se encuentra en la entrada, todos subimos, el camino es silencioso, a mitad de camino mi madre me toma de la mano y me abraza, a pesar de qué padre niega la acción ella no se aparta.
Luego de unos minutos llegamos al evento, veo muchos carros de lujo al igual que los de mi padre estacionados al alrededor.
Bajamos junto a la seguridad de mi padre, mi madre me tiene agarrado de la mano junto a mi hermano, entramos al lugar juntos como familia, cuando entramos nos indican donde debemos sentarnos, me asombro al ver tantas personas reunidas.
En un momento, mi padre se levanta a saludar a una familia, la cual por lo que tengo entendido son los Russo, he escuchado un poco sobre ellos y su imperio, sé que su imperio está gobernado por Melissa Russo, hija de Cecilio Russo, amigo de mi abuelo.
—Jack, mira, ella es Melany Russo, es heredera del imperio Russo.— me presenta mi madre a la pequeña de cabello castaño.
—Hola.— digo levantándome de mi asiento.— Soy Jackson Romanov, ¿Cuántos años tienes?— pregunto acercándome a ella. Madre nos deja un tiempo para que hablemos.
—Tengo 5 años. ¿Y tú?— pregunta con voz suave.
— Tengo 6.— sonríe. Me gusta como sonríe, se ve linda.
— No sé de qué más hablar.— dice y me provoca una sonrisa.
— ¿Te puedo contar algo?— asiente.— tengo un arma.— saco el arma de mi espalda y se la muestro.
— También tengo una.— saca de su bolso un arma de color blanco con las iniciales MR en morado neón.
Ambos guardamos las armas y seguimos hablando al igual que nuestros padres, luego de un rato nos despedimos, ya que el evento está por comenzar.
Su mesa está cerca de la mía, por lo tanto, puedo verla desde donde estoy.
—¿Qué ves? —Pregunta, Michael.
— Nada importante. — respondo apartando la vista del lugar donde ella se encuentra.
La noche se vuelve aburrida, solo se escuchan adultos hablando de sus cosas aburridas de adultos, agradezco que mi madre no se haya apartado de mi lado porque si no ya estaría durmiéndome.
— Jack, ¿Ves a ese chico grande que viene?— dice mi madre y dirijo mi atención a donde dice.
— Sí, ¿Quién es? — pregunto.
— Es Mike Bianchini, es hijo de un buen amigo de tu padre, tiene 10 años, deberían ser amigos, ya que en unos cuantos años serán socios.— propone y asiento.
Voy a hablar con el chico, me presento, también dice su nombre y comenzamos una conversación, en poco tiempo hemos congeniado, madre tenía razón, fue buena idea venir a hablar con este chico.
Luego de un rato vuelvo a mi lugar, ya que los líderes de los dos imperios más imponentes van a presentar a sus herederos, primero pasa el imperio Russo, El señor Cecilio Russo, Daimon Laurent y Melissa Russo presentan a la linda niña de hace un rato como su heredera y a su hijo Jonathan como favorito y protegido del imperio Russo.
Después de esto subimos mi familia y yo, mis padres presentan a Michael como futuro príncipe, protegido de la mafia y del imperio Romanov, luego me presentan ami.
— Y por último, mi primogénito, Jackson Romanov, futuro Rey de la mafia Negra y Rusa, y por ende, dueño del imperio Romanov.— culmina mi padre y todos aplauden.
Ya pasada una hora, es tiempo de irnos, mis padres se despiden de sus socios, trato de buscar a la pequeña castaña con los ojos y no la encuentro, cuando me doy la vuelta la tengo justo al frente de mí.
— ¿Te ibas sin despedirte?— dice y le dedico una sonrisa.
— Nunca.— digo.— Nos vemos, y espero y sea pronto.
— Adiós.— dice alejándose.
Me quedo mirándola, hasta que mi madre me toma de la mano para salir del lugar junto con mi padre y hermano.