La Maldicion de la Bruja Roja

Capitulo 59: Confesiones

Al llegar al castillo la recibió un fastidioso Luka que no paro de reprocharle que lo hubiera dejado, le explico que era porque solo las mujeres eran admitidas, eso le consoló, pero aun así la miro con resentimiento en toda la comida. Observó que este se había puesto un frac negro con un pantalón blanco y sus botas negras. Jayde saboreo cada uno de los sabores de los platillos que le daban, Matteo y Scarlett lucían igual de hambrientos que ella, acabaron tan pronto como llegaron. Catalina se negaba a separarse del lado de su hijo, Enrique se encontraba con ella dándole consuelo, no sabía que más hacer, Jayde paso por su habitación y escucho el llanto de su esposo frustrado, eso la motivo más para luchar con su último aliento.

El sol comenzaba a caer y con eso su última oportunidad para salvar a esos niños, se prepararon para marcharse en el carruaje ya que no querían alertas de su presencia, aunque claramente supondrían su llegada. Luka tuvo que deshacerse de la presencia de Amadeo ya que no paraba de instigarlo con preguntas sobre su destino, se preocupaba tanto por este que hacía que le dieran ganas de vomitar de la dulzura. Luka se veía intranquilo, parece que había olvidado lo de la anterior noche, debería sentir aliviada entonces porque no se sentía así. Alejo esos pensamientos, debía de estar concentrada para lo que venía. El sol se estaba ocultando, el atardecer era de sus cosas favoritas en el mundo, ver los colores naranjados pintados en el cielo, si supiera pintar plasmaría sin duda ese paisaje en un lienzo. Faltaba poco para la salida de la luna, la mayor parte del camino permanecieron callados, todos estaban pensativos y concentrados, sabía lo importante de esa noche. Se bajaron del carruaje una vez que llegaron al bosque, Jayde se acordaba del camino así que los estuvo guiando.

-Me sorprende tu memoria -admiro Matteo-. Debió de ser difícil quitarte tus recuerdos al convertir en una melínoe.

El olor a azufre se incrementaba cada vez que se acercaban, enfrente de ellos se encontraba un sendero, un camino libre, cubierto de hojas secas, a sus lados arboles floreciendo. Pudieron escuchar el canto melodioso de los pájaros, Jayde miro el cielo observando que había perdido sus tonos coloridos, el sol se había ocultado y pronto saldría la luna. El aire era fresco, una ráfaga de viento fuerte golpeo sus rostros, provocando que los pájaros que se encontraban alojados en los árboles volaran. Pasaron por el lago que llevaba hacia la colina donde se encontraba la mansión, a lo lejos pudiendo observarla, se escondieron detrás de los arbustos observando que no se encontraba en movimiento.

-Esta noche serán más poderosas que el anterior día -hablo Jayde con firmeza-. La luna nueva les pertenece a las brujas plateadas, es la fase lunar donde se hacen más fuertes, por eso este hechizo será más fuerte que otro cualquiera. Nuestro único propósito es retrasarlas, no venimos a ganar -asintieron listos-. Scarlett ya que de alguna eres inmune a las cadenas de Marcella vas a colarte por atrás y liberar a Nirelle, si esta de nuestro lado, tenemos más probabilidades de vencer.

-Tendrán que causar un gran alboroto para distraerlas -comentó Scarlett.

-De eso nos encargaremos -repuso seria-. Matteo entrará conmigo a la mansión, mientras Luka arroja sus flechas a cualquier cosa que se aparezca -señalo el árbol-. Ahí estarás seguro -recogió una roca que estaba en el suelo-. Apuesto a que esas malditas pusieron un campo de fuerza -arrojo con fuerza la piedra hacia la mansión, se sorprendieron al ver que la roca había rebotado hacia ellos chocando contra un campo invisible-. No me sorprende que tenga razón.

- ¿Cómo piensas derribarlo? -preguntó Matteo.

-Solo observa.

Scarlett alzo sus manos murmurando varias palabras que no entendía, de sus manos una niebla comenzó a salir rodeando todo el lugar. La niebla era densa, era difícil ver a través de ella, era como una cortina que los protegía de ser vistos. Jayde aprovecho eso para dejar de esconderse y pararse enfrente del campo, lo toco con sus manos, cerró sus ojos concentrándose, daba gracias a que estaba de espaldas y no podrían verla, solo necesitaba una pequeña chispa del fuego espiritual para romper la barrera, tenía que concentrarse para mantener el control o podría llegar a incendiar todo el lugar, lo cual no sería malo, pero destruiría toda la vida a su alrededor.

Imagino como si tratara de prender fuego con rocas, una chispa era necesaria, sintió una corriente ardiente recorrer en sus dedos, entonces vio que una pequeña chispa celeste se desprendía de sus dedos. Eso basto para que rompiera el campo en pedazos, el impacto provoco que Jayde cayera de espaldas al suelo golpeándose su cara. Luka inmediatamente se acercó a ella para ayudarla a levantarse, observó que un mechón de cabello rubio se había tornado gris, pero esta pareció no darse cuenta. Jayde observó el cielo comenzaba a oscurecerse, veía borrosa la luna, debían de actuar. Scarlett desapareció de su vista, Luka escalo el árbol de bellotas teniendo una vista amplia del patio, invoco su arco celeste con plateado, había estado practicando como hacerlo y ahora parecía dominarlo, en su espalda apareció un carcaj lleno de flechas plateadas. Matteo iba a entrar por una de las ventanas laterales mientras esta entraba por la puerta principal. Jayde pateo la puerta abriéndola de un golpe, liso la falda de su vestido azul marino, dejo caer su cabello rubio mientras invocaba sus dos kindjals. La mansión estaba a oscuras, se preguntó si estaban arriba, pero sentía su presencia añadiendo que Scarlett había destruido gran parte del segundo piso. Las luces se prendieron de golpe dejando ver a las dos hermanas en el centro de la sala.




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