La conexión

Capítulo de Elyiza

- ¿Qué pasa mamá?

-Cariño, sé que esto puede ser difícil, pero hemos conversado tu padre y yo... hemos decidido separarnos. Yo todavía lo amo y sé que él lo hace, pero las cosas han cambiado mucho, soy una persona diferente y él lo es igualmente, pero esas personalidades y cambios nos han hecho volvernos más indiferentes al otro y nos han alejado, ya eres mayor de edad por lo que no habrá juicio por custodia, no tendrás que elegir, sin embargo, las cosas cambiarán un poco. -Dejé de escuchar... mis padres se van a separar... eso no tiene ni pies ni cabeza, me entristecía y tenía ganas de llorar, pero al ver la cara de mi madre a detalle, supe que ella también las tenía, así que metí mis sentimientos en una caja pequeña al fondo de mi corazón y la cerré.

-Madre y ¿cómo estás tú?

-Estaré bien, me encantaría volver a verte... -Dijo con un tono de nostalgia que me partió el corazón. -Pero sé que por tu salud es mejor que te quedes con ellos. Confío en ti, sé que no harás nada estúpido, ya pronto te graduarás.

-En cuatro semanas me gradúo. -Dije, ya había hecho los exámenes finales, esta semana haré dos que me faltan y solo quedan unas cuantas semanas. Estaba muy emocionada a pesar de que mi graduación probablemente solo vaya a ser un video en internet con el anuario. No. De hecho, solo eso va a ser.

-Vamos a celebrarlo. Apenas podamos volver a vernos. -Asentí, seguimos hablando, intenté volver a hablar del divorcio, pero no fue muy comunicativa, hablamos sobre Gaia, yo realmente no quería tocar ese tema, así que solo hablamos de cómo le iba en el trabajo, cómo iba yo en la preparatoria y poco más. Una hora más tarde, terminamos la llamada y cuando me vi al espejo, hasta yo noté que la sonrisa que traía era falsa, mis ojos mostraban un dolor, que no sabía que tenía, lavé mi cara y volví al cuarto.

-Pequeña... -Dijo Bell al verme y abrió los brazos, me tiré en la cama y enterré mi rostro en su pecho. No lloré, no podía, siempre he sido la fuerte, mi madre era la que lloraba, yo no, en mi cabeza solo me repetía a mí misma que debía ser madura, pero... ¿qué demonios significa eso? Todos los adultos siempre nos castigan, nos sentencian, por hacer o decir algo, algo que es "inmaduro" o irresponsable, pero la mayoría, cuando lo hace, todos lo justifican, diciendo que es agotamiento o que "explotó" pero si nosotros tenemos arrebatos, porque así somos, porque nos callamos todo, eso es irrespetuoso, infantil, tonto solo porque sus problemas son más importantes. Adivinando mis pensamientos Bell dijo -Puedes dejar de fingir. Nadie te ve, nadie te juzga, estará bien... -No terminó la frase y me eché a llorar, las lágrimas se acumulaban en mis ojos, sin embargo, solo dos cayeron.

-No, no puedo. -Dije levantándome. -Siempre, pensé que si ellos se separaban no me importaría. -Suspiré y las lágrimas se fueron, pero el nudo en mi garganta no. -Pensé que eso se trataba de ellos, que eran una pareja y que yo no tenía nada que ver, todavía lo pienso, pero...

-Pero eso no quita que duela, lo sé, nuestros padres también se separaron, dolió mucho, sin importar que ya fuese un adulto entonces, inclusive, le molestó a Mart, al cabo de unos años, volvieron a casarse.

-Por Dios -Dije, él alzó una ceja. -Nunca me tomo el tiempo de sentir las cosas, la muerte de mi abuela, que ya me voy a graduar y ahora, ya no sé si voy a ir a la universidad, maldición peleé con un maldito grifo y ni eso me importó. Todo se ha vuelto...

-Inútil. -Asentí, era cierto, dejó de importarme todo, nada parecía valer la pena, todo era inútil, sin esperanza, todo era monótono. -Mañana, haz tu trabajo, asiste a las clases, estudia y luego vamos a nuestra cita.

-Está bien...

-No es todo, vamos a visitar un lugar muy especial. -Ladeé la cabeza, en señal de pregunta, él sacudió la cabeza. -No te voy a decir, ahora duérmete. -Me besó la frente y nos acostamos, normalmente, él duerme con una rodilla arriba y la otra pierna totalmente estirada, lo cual es muy incómodo cuando solo usamos una manta, ya que la mayor parte del tiempo, termina quitándomela, le he preguntado cómo es que duermo yo, pero nunca se despierta como para verme dormir, cada que me levanto parece que duermo en una posición de estrella, sin embargo, no lo sé. Terminamos durmiéndonos, a la mañana siguiente, me levanté en la mañana, fui a lavarme la cara y los dientes, fui a la cafetería por un café y una rosquilla, aunque terminé con dos cafés y un sándwich, cuando volví abrí la computadora portátil y entré a clases, Bell se despertó a las nueve, hizo su rutina de la mañana, que nunca le había visto hacer, se fue a entrenar y mientras yo seguía en clases, al medio día, fui a almorzar, luego volví hasta el final de clases, cuando terminé, hicimos una videollamada, Becca, Josh y yo, hablamos por un tiempo.

-Hola cariño. -Dijo Josh.

-Hola preciosa.- Dijo Becca -Cariño. -Dijo dirigiéndose a Josh.

-Hola cariño.

- ¿a cuál de los dos le dices eso? -Preguntó Becca, solo sonreí, ella rodó los ojos. -¿sigues jugando a la casita con ese galán? -Preguntó.

-Yo creo que ya dejaron de jugar. -Respondió Josh.

-Si preguntas si sigo viviendo con él, sí, así es. ¿Qué pasó con tú galán? -Pregunté.

-El idiota solo va y viene como siempre, terminamos, otra vez.

-Amor sabes que eso no es sano, deberías acabar eso de una vez por todas. -Dijo Josh.

-Lo sé, pero... -Hizo una seña, como midiendo algo y asintió con la cabeza. Josh y yo reímos. -Además, él no es tan malo, no siempre.

-Cariño, pero te hace daño. -Respondí. -No importa que tan bueno sea de vez en cuando, si también, te hace sentir culpable, sola, si te hace daño, debes irte de ahí. -Ella asintió.

-Oí que Josh conoció a un chico lindo. -Dijo ella. Que buen cambio de tema.

-Sabes que no me van los chicos. -Ambas lo miramos significativamente. A nadie engañaba. Él se sonrojó. -Bueno... es atractivo, divertido, aunque no creo que sea gay o bisexual o algo.