La maldición de la niña dorada.

La verdad

Capítulo externo

 

 

Nicolas había llegado con malas noticias, él le había dicho a Elyiza, que un dragón custodiado por la orden de cristal había destruido una aldea mágica. La respuesta ante esto por parte de Elyiza fue "¿un dragón? ¿Eso existe?"

-Tenemos un protocolo para el caso de la destrucción de una aldea, pero no te va a gustar, los niños son los primeros que hay que salvar, por lo tanto, rara vez, sobreviven los adultos, este caso no es distinto, solo cuatro mujeres quedaron, fue porque estaban embarazadas y tres hombres, quienes fueron asignados a la protección de los niños. Cuando esto pasa, estas sedes toman custodia de los niños hasta que los orfanatos de aldeas cercanas están preparados para ellos, me temo que como compartes habitación te tocan dos niños, uno para Bell y otro para ti, hermanos la mayor parte del tiempo, tienes que ir a ver tu asignación. También tienes que cuidar al de Bell, el de Mart, Izaro, Alabaster y el mío, por el resto del día con Gaia.

- ¿por qué? Sé tanto de bebés como de biología marina.

-Nosotros estamos ayudando en la enfermería, los adultos están muy lastimados, algunos niños también lo están, Bell está practicando una cesaría ahorita. Me dijo que te trajera esto. -Dijo Nicolas, él le entregó un filete de pollo con vegetales, unas fresas, chocolate y un helado que estaba cubierto con una gruesa capa de hielo mágico. Ella le agradeció y ambos fueron a buscar esos niños, ahí se encontraron a Gaia, a Izaro le entregaron una niña de tres años, Alabaster le tocó un jovencito de trece, Mart tuvo un niño de cinco, Gaia uno de un año y medio, Nicolas una niña de dos y Bell y Elyiza, hermanos mellizos, a Elyiza le tocó la niña y a Bell el niño, ambos de ocho meses. Nicolas, Gaia y Elyiza lograron llevar a todos los niños, la mayoría caminaba, solo los gemelos todavía no, sin embargo, los más pequeños necesitaban apoyo. Ellos se fueron a la habitación de Bell y Elyiza, Nicolas se fue a conseguir cosas y volvió con unas cosas necesarias para los bebés, los niños y el chico. Biberones, fórmula, artículos de aseo según la edad, trajo jugos para los niños, baberos, ropa provisional, pijamas, también trajo, dos moisés, dos cunas de colecho, mantas y otras cosas, pero él no venía solo, Oliver venía con él.

-Señoras... -Saludó él, mientras impulsaba una carriola para gemelos llena de más cosas y arrastraba con la otra mano una normal.

-Oliver se ofreció a ayudar a traer las cosas aquí. -Explicó Nicolas, él las ayudó a organizarse y luego se fue, él tenía que seguir ayudando en la enfermería. Oliver terminó de ayudarles a colocar todo en su lugar y luego se dirigió a la puerta.

-No te vayas. -Dijo Elyiza. -Necesitamos tu ayuda, si no es un problema con tu niño. -Él dio una sonrisa de medio lado.

-A los cuervos no nos asignan un niño. -Respondió Oliver.

-Porque temen que los conviertan en niños malos antes de los cinco. -Dijo Mart entrando en la habitación. Había utilizado el "niños malos" para referirse a asesinos. -Hola pequeño, soy tu tutor por ahora, quieres ir a leer un libro conozco unos muy interesantes-Dijo, se acercó a su niño, Mateo, quien estaba tomando un jugo él lo saludó y empezaron a hablar, Mart hizo una mochila con las cosas para Mateo y cargó a su niño, luego se despidió y se fue, dando una mirada de desaprobación a Oliver.

-Algo así... pero voy a quedarme a ayudar todo lo que necesites. -Respondió Oliver.

- ¿convertirías a un niño en uno malo? -Espetó Elyiza.

-No, es aburrido.

-Es porque antes no había muchos candidatos para ser cuervos, pequeña, entonces ellos adoptaban niños, les daban una familia y los convertían en niños malos. -Dijo Gaia. -La pregunta es qué vamos a hacer con estos niños, nunca he cuidado uno.

-Soy tu hija, técnicamente. -Dijo Elyiza esto se ganó una mirada de sorpresa por parte de Oliver.

-Si... olvidas la parte en la que te creí muerta durante mucho, mucho tiempo. -Al final, lograron hacer que los más pequeños se durmieran, luego Alabaster y Nicolas pasaron y Gaia se llevó el de ella.

- ¿qué es eso que Gaia es tu mamá?

-Una muy larga historia. Una que no quiero recordar, a pesar de ser la mía.

-Entiendo, te puedo preguntar algo... -Elyiza asintió - ¿de verdad nos crees tan malos?

-No los conozco. Pero me has ayudado mucho aquí, te agradezco por eso.

-Yo hago lo que hago porque así me enseñaron, mis padres eran cuervos, ellos me amaron, pero me enseñaron que hay que acabar con el mal del mundo.

- ¿qué pasó con ellos? -Se le escapó decir eso. -Yo, oh, lo siento, no quería...

-Tranquila pequeña, ellos fueron a una misión solos, pero a los que tenían que capturar les habían avisado, apenas llegaron les dispararon, sin importarles si eran personas o si en verdad eran aves. -Él estaba meciendo a Tirus, él bebé se bostezó y siguió durmiendo. -Es lindo cómo siempre están durmiendo.

-La parte fea es el resto. -Bromeó Elyiza. -Pero sí, se siente... -Ella no sabía cómo describir la sensación.

-Una calma, una sensación de paz el estar con ellos. -Elyiza asintió, eso era exactamente lo que sentía. En ese momento Garicia empezó a llorar. -Hora de la parte fea. -Elyiza lo reprendió con la mirada, pero seguía sonriendo. Ella le cambió el pañal y Oliver puso a Tirus en un moisés.

-Sabes, cuando vinimos acá pensé que íbamos a tener que matar batrinos y monstruos, que íbamos a luchar con la orden de cristal, pero lo único que no se me pasó por la mente, era que iba a tener que cuidar bebés. -Oliver rio.

-Lamento que la vida de guerreros no sea lo que esperabas, puede ser decepcionante. -Ellos siguieron hablando, resultaron entenderse, llevarse muy bien y no ser lo que esperaban, él era un chico honorable, valiente pero humilde, ella tenía confianza, valentía, pero no era la tonta que él pensó que iba a ser. Ellos hablaron de cientos de cosas, bromearon y jugaron, el tiempo pasó volando. - ¿quieres un chocolate caliente?




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