Es un día muy especial, se celebra una esperada boda, finalmente luego de enfrentar dificultades, Don Felipe y Zara van a unir sus vidas y tienen en sus manos toda la felicidad que sin duda merecen, todo parecía que sería perfecto, pero no fue de este modo.
En el momento del brindis luego de haber dado el si en el altar, al cruzar sus copas, el novio al probar la suya, se desploma frente a la mirada atónita de la novia y los invitados, nadie sabe que ocurre, todo se convierte en un alboroto, le prestan primeros auxilios mientras llega una ambulancia, pero no puede hacerse nada, pues ya no tiene signos vitales, al llegar la ambulancia los paramedicos confirman que ha fallecido. Por supuesto la novia está devastada, sus hijas no pueden asimilar lo que sucede...hacen el levantamiento del cuerpo y es llevado para determinar la causa de la muerte; para todos es algo confuso todo lo que pasó, sobretodo para Zara. Mayor aún es la sorpresa cuando las autoridades llegan a la casa al día siguiente para notificar que Don Felipe murió por envenenamiento y que Zara era sospechosa del crimen, pues por supuesto sus huellas estaban en la copa, debía rendir interrogatorio y tendría una detención preventiva. Todo se había convertido en una pesadilla. Las niñas quedarían mientras tanto en manos de sus abuelos paternos, un dolor más para ellas y Zara pues habían creado un vínculo muy fuerte entre sí. Afortunadamente pronto a Zara le asignan un reconocido abogado pagado por alguien insospechado para ella, y es exonerada de toda acusación.
Ya libre Zara debe enfrentar una realidad muy dura, perdió a su ser amado, debe hacerse cargo de las niñas que ahora son huérfanas y sacar adelante una finca que está al borde de la quiebra. El crimen de Don Felipe aún no se esclarece y el dolor de la injusticia hace que todo sea más difícil de superar, pero aún así Zara lucha por salir adelante por las niñas y por la nueva vida que viene en camino.
Todo comienza cuando Zara Buitrago llega a la vida de Don Felipe, ella tiene 23 años, es una joven hermosa, soñadora, luchadora, su sola presencia inspira Paz, serenidad, su rostro está lleno de calidez, tiene bellos ojos cafés claros, cabello negro, es alta, un tanto delgada, hay una armonía perfecta entre su belleza interna, su espiritualidad y su belleza física. Creció en una familia de clase media, trabajadora, con principios y valores bien fundados. Debido a la enfermedad de su hermana menor quien tiene un trastorno en su desarrollo cognitivo y motriz, están pasando por una crisis económica muy difícil, lo cual la lleva a abandonar sus estudios y viajar de su ciudad natal Bogotá D.C a trabajar como cuidadora de niños a la finca de un Floricultor muy importante en el Rosal Cundinamarca, no sabe mucho de su nuevo empleo solo que el dueño de la finca enviudo hace poco y tiene dos gemelas de 6 años quienes por su puesto están devastadas por la pérdida de su madre y necesitan especial cuidado y acompañamiento.
Llega entonces a la finca y conoce al dueño, el padre de las niñas, Don Felipe Quiroz un caballero serio, muy guapo,amable y de pocas palabras, las conoce a ellas Ana y Danna; unas niñas muy lindas, pero el panorama no es nada alentador, tanto las niñas como él, se ven muy tristes, en el ambiente se siente desolación, dolor y desconsuelo. Ella recibe atenta las indicaciones que él le da cuidadosamente, por supuesto él es un hombre muy ocupado y no tendrá tiempo de repetírselas, pero afortunadamente ella es muy responsable y además es dedicada y muy buena cuidadora, pues debió cuidar a sus tres hermanos menores.
Pasa el tiempo y Zara poco a poco se va acomodando en su empleo y las niñas se van adaptando a ella, aunque al comienzo no le fue nada fácil pues nisiquera querían probar la comida. Don Felipe se siente a gusto al ver que sus hijas nuevamente juegan, sonríen, y comen con apetito, aunque en las noches estallan en llanto recordando y anhelando a su madre. Zarah solo intenta consolarlas aunque bien sabe que la perdida de una madre es algo que no superaran quizás en toda su vida.
A la finca comienzan a llegar nuevos trabajadores para el cultivo de flores, mientras Zara pasea por ahí con las niñas, siente que alguien la observa, esto ya había ocurrido antes, se sentía observada y cuando volteaba no lograba ver a nadie; pero esta vez de repente oye una voz detrás suyo, -Hola disculpe, le dice, mi nombre es Uricel Beltrán, ella voltea ver y se trata de un hombre alto, fornido, de tez morena, ojos claros, atractivo pero a la vez bastante intimidante, -Espero no haberte asustado, continua diciendo, soy nuevo aquí y vengo de muy lejos, estoy algo perdido pues esta finca es muy grande…ella simplemente le escucha sin decir palabra, y al momento llega el Administrador y se lo lleva para el lugar de su trabajo.
Al otro día el hombre aparece de nuevo en el jardín de la casa y le saluda, esta vez con una rosa muy hermosa, y se la entrega,-no creo que sea permitido que cortes las rosas para regalarlas sin autorización, le dice ella;-No te preocupes, le responde, es solo una y aunque me echarán, valdría la pena por una mujer tan hermosa como tú, por favor dime, cuál es tu nombre?, - Zara, le responde ella; -Es una dicha conocerte, él le dice, alejándose con una sonrisa. Día a día él le lleva una rosa al jardín de la casa cuando ella sale a pasear con las niñas y aunque Zara desde un comienzo se ha mostrado indiferente, la recibe por cortesía, y conversa algunos minutos con él, pero siempre guardado la distancia.
Pasa el tiempo, ella completa dos años trabajando y las niñas se han encariñado mucho con Zara, Don Felipe se siente muy feliz de ver que sus hijas están bien cuidadas y que han hecho un lazo afectivo con ella, ocurre que el comienza a verla con otros ojos y con otro interés, aunque le respeta y no se atreve siquiera a hacerle una insinuación de lo que está sintiendo. Sin embargo, Zarah nota que Don Felipe la mira diferente y que aunque trata de disimular no lo consigue. Esto le preocupa pues ella no quiere involucrarse con nadie, y menos con su Jefe a quien respeta, y por supuesto esto no se vería para nada correcto, pues él estaba hasta ahora superando la muerte de su esposa, y ella no pensaba que el pudiera tener claridad en sus sentimientos después de una perdida como esa, tomaría mucho tiempo para rehacer su vida habiendo hecho su respectivo duelo. Pronto no solo ella si no quienes la rodeaban empezaron a notar que algo le sucedía a Don Felipe con Zarah, la niñera de sus hijas, y los rumores no se hicieron esperar.