La Melodía del Mar

Capítulo 1. *El primer sonido*

Ann

A veces la vida no es lo que parece, o como se muestra ante nosotros, lo humano, las montañas son verdes, el cielo azul claro, señal de paz. Para otros.

Para mí...

Es el agua. Específicamente el mar.

El mar es oscuro, intenso, hay personas a las cual les produce escalofríos, otras lo ven como la caja de pandora, y en sí, tiene razón, es lo único que comparto con la sociedad — esa pequeña parte de ella—, el mar es oscuro no por el simple hecho de ser de esa manera, lo es porque quiere, el le muestra lo que quiere que la gente vea, si quiere que descubran un naufragio, lo van a descubrir, una nueva especie de pez, lo harán. 

Pero solo a quien el elige, o no lo se, son palabras mías, pero para mi es lo más hermoso que he podido ver, las personas ven el cielo para sentir algo de paz, consigo mismas, que el aire les de directo en la cara para poder pensar con claridad.

Yo miro al mar, lo contempló, le hablo, sobre cualquier cosa,  mis días, mis pensamientos los puedo decir en voz alta sin ser juzgada por hablar sola, porque siento que alguien me escucha, que alguien me ve y ese alguien sabe que le hablo, se que es un él, no un ella.

Le hablo como lo estoy haciendo ahora.

— Es difícil vivir aquí, las personas me juzgan por ser algo diferente a ellos, solo algo, tengo orejas, al igual que ellos, mi cabello crece,  de la misma manera que a ellos, y me molesta — miro hacia ese infinito azul, que parece tener un final— no está mal hablar solo, es una terapia, solo que la gente ignorante no se da cuenta,  y...

—¡ANN!

El grito de mi única mejor amiga, me saca de mi muy grata conversación con mi diario....

Ashly.

—Aquí estoy, tranquila — le digo sosteniedola de los hombros una vez esta delante de mí.

—Tengo cinco minutos llamándote y tu nada que me respondes— suspira mirando hacia los lados, cansada — oye, se que aquí encuentras las paz, y podes hablar con toda la tranquilidad y confianza hacia ti misma, lo sé, pero no hay nadie, no digo que esta mal, pero tenes que ir superando esta etapa que tenes desde los diez.

Ella siempre me ven cuando lo hago, no me importa, no le hablo a ella, la quiero, han estado para mi desde siempre, pero este tipo de comentarios me afectan, es como decirme que Deje de respirar por Seis minutos corridos.

—Ah, y también lo de dejarme hablando sola, solo porque te encierras en tu mente, me siento ridícula— me reclama, con su típica cara de "soy mejor que tu".

Por más que sea mi "mejor amiga", se que no le gusta andar conmigo, solo que no sabe como decirlo.

Y es cómico y algo estúpido a la vez,  porque ella sabe que me di cuenta hace ya tiempo. 

Ninguna de las dos sabe como dar ese paso.

—Ah. Bueno, esta bien, pero tampoco te esponjes. 

Abre la boca ofendida, y antede de que diga algo, salgo corriendo hacie el auto.

El auto es muy rosa, los asientos, el volante, hasta el techo tiene escarcha. 

La veo por el espejo retrovisor, y noto que no le gustó que la dejara, bueno, nada nuevo.

Se monta en el auto y arranca sin decir nada.

El camino hacia la casa es silencioso, el aire está muy tenso.

Estoy es incómodo.

—Ann, tienes que entender que no siempre puedes desaparecer así como así — dice sin mirarme.

Aquí viene su monólogo de siempre.

—Ashly, estoy bien, no me va a pasar nada, solo voy a tomar aire fresco, por dios.— digo volteando los ojos, esta conversación me cansa. 

Todo el tiempo es lo mismo,  esoy agotada.

— lo que digas.

 

°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°*******

La casa no es tan lejos, así que en menos de diez minutos estamos dentro. 

Voy directamente a mi habitación, no la entiendo, si le molesto porque acepto el trato.

Siempre me vio como menos, se que lo soy, pero ella es siempre tan...

Una melodía empieza a sonar, es suave, delicada, y...me gusta.

Empiezo a buscar por todos lados de donde puede venir, el closet, mi cama, escritorio y nada.

No hay nada.

Una corriente de viento azota mi ventana, abriéndose en el proceso, ahí la melodía se escucha con más intensidad. 

Es relajante.

Parece una canción de cuna, tengo sueño. 

Me acerco a mi cama y me recuesto pensando en todas las emociones de hoy y escuchando a un ángel tocar. 

 

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.