La Melodía del Tritón (original)

Cap. 10 " Un cuento"

Narra Eric

Salí temprano de mi casa, para ir un rato a la playa donde podía estar más tranquilo, mis miedos que yo tenía se habían calmado aun así en mi mente solo piensa en lo que dijo Thomas y ese sueño que tuve la otra vez.

-Te encontrare - dijo

Abrí mis ojos, había escuchado una voz… me levanté bruscamente donde miraba alrededor mío si había alguien, pero no encontré a nadie.

-Q-Quien está a-ahí – dije titubeando, estaba asustado.

-TE ENCONTRÉ, CREACIÓN OSCURA- dijo

En el mar salió una mano oscura que me estaba agarrando de mi tobillo, me estaba arrastrando, causando que me cayera bruscamente.

-N-no déjame ir -dije, trate de zafarme, pero no me dejaba ir ya que su fuerza era inmensa al a comparación de mi

-Iras conmigo Eric- dijo.

-A-AYUDA - cerré mis ojos, para que todo esto pasara, pero escuche algo en el viento que me decía que yo era débil.

- !!ERIC¡¡ - vino mi hermano para salvarme agarro el lazo que estaba amarrado en mi tobillo donde lo rompió con su espada, causando que la oscuridad volvieran al mar, Thomas agarro ambos hombros mios.

- Eres idiota, Eric acaso quieres morir, te dije que no fueras solo - dijo Thomas, sus ojos mostraba preocupación y enfado.

-Perdo-on - dije, Thomás me llevo al colegio, pero en todo el camino no me había hablado - Thomás ...perdón- no quería que me odiara el solo me acaricio mi cabello y se fue en silencio, me sentí un poco aliviado… pero a la vez preocupado.

Entre al salón, pero no había nadie más me senté en mi silla esperando a que tocara el timbre, alguien abrió la puerta era Luis y Héctor después entraron los demás, había comenzado las clases yo solo observaba por la ventana.

Había concluido la clase de lenguaje, antes de que se fuera nos dijo que hiciéramos un cuento, yo me levante para ir a la biblioteca donde ya conocía.

- Eric, como estas - dijo Luis, estaba muy animado.

-bien y tu - dije, me alegro de que ya no me ignore.

- Bien...sabes - dijo Luis.

- ¿Eh? – dije algo confundido, que me querrá decir.

-yo...bueno yo - no pudo seguir lo que me iba a decir porque Héctor lo había interrumpido.

- Hola Eric, harás el trabajo del profe- dijo, yo solo asentí, pero Luis estaba enojado por la interrupción que hizo.

-Oye no interrumpas la conversación- dijo Luis, pero fue ignorado por Héctor.

-jeje, Si – dije feliz, saqué un libro lleno de cuentos, me dirigí a la mesa para leerlo - esta historia es muy buena- dije.

- Ah, ese cuento de la Sirenita- dijo Héctor.

- Es un cuento muy conocido - dijo Luis, tomo el libro donde lo ojeo por unos segundos donde me lo devolvió.

-Está bien- dije solo le sonreí, Yo estaba nervioso pero este cuento ya me lo sabía de memoria, me lo contaron una vez cuando era un niño solo espero que eso no me pase.

 

La sirena

La Sirenita En medio del mar, en las más grandes profundidades, se extendía un reino mágico. Un lugar de extraordinaria belleza rodeado por flores y plantas únicas y en el que se encontraba el castillo del rey del mar.

Él y sus 3 hijas vivían felices en medio de tanta belleza. Ellas pasaban el día jugando en los majestuosos jardines. La más pequeña de ellas, era la más especial. Su piel blanca y suave, sus ojos grandes y azules, pero como el resto de las sirenas. A la pequeña sirena le fascinaban las historias que su abuela contaba acerca de los seres humanos, tanto que cuando encontró una estatua de un hombre en los restos de un barco no se lo pensó y se la llevó para ponerla en su jardín. La abuela les contó que algún día conocerían la superficie.

- Cuando cumpláis quince años podréis subir a la superficie y podréis contemplar los bosques, las ciudades y todo lo que hay allí. Hasta entonces está prohibido.

La pequeña sirena esperó a que llegara su turno, imaginando como sería el mundo de allá arriba, ella escuchaba atentamente las cosas que contaba y eso aumentaba sus ganas para que llegara el momento de subir.

Tras años de espera por fin cumplió quince años. La sirena subió y se encontró con un gran barco en el que celebraban una fiesta. Oía música y alboroto y no pudo evitar acercarse para tratar de ver a través de una de sus ventanas. Entre la gente distinguió a un joven apuesto, que resultó ser el príncipe, y por quien quedó embelesada al observar su belleza.

Continuó mirando hasta que una tormenta cayó sobre ellos repentinamente. El mar comenzó a rugir con fuerza y el barco empezó a dar tumbos, hasta que finalmente logró partirlo y mandarlo al fondo del mar. En medio del naufragio la Sirenita buscó al príncipe, logró rescatarlo y llevarlo sano y salvo hasta la playa. Oyó a unas muchachas que se acercaban, y rápidamente nadó hasta el mar por miedo a que la vieran.

La Sirenita siguió subiendo a la superficie todos los días con la esperanza de ver a su príncipe, pero nunca lo veía y regresaba más triste al fondo del mar. Pero un día se armó de valor y decidió visitar al mundo humano donde su cola se convirtió en piernas. Estaba enamorada que era capaz de pagar a cambio cualquier precio, por alto que fuera así que renuncio ser una sirena convirtiéndose en humana completa.

 El príncipe la encontró y le preguntó quién era y cómo había llegado hasta allí, la sirena intentó contestar, pero recordó que las reglas de su abuela así que no dijo nada. A pesar de esto la llevó hasta su castillo y dejó que se quedara allí. Entre los dos surgió una bonita amistad y cada vez pasaban más tiempo juntos.

La Sirenita pasó el tiempo y el príncipe le anunció al día siguiente su boda con la hija del rey vecino. La pobre sirena se llenó de tristeza al oír sus palabras, pero a pesar de eso lo acompañó en la celebración de su boda y celebró su felicidad como el resto de los invitados.



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En el texto hay: musica, lgbt, recuentosdelavida

Editado: 18.08.2021

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