Narra Anaís
Era la mañana siguiente por suerte ya se acercaba el día del baile al igual que los exámenes de todas las materias de la carrera, además me sorprendió mucho la actitud de Gab y sus amigos al golpear a este chico sólo por estar conmigo —aunque honestamente fue lo más estúpido que Gab ha hecho en toda su vida llena de pendejadas —pensé. Iba caminando por los pasillos de la escuela, cuando vi a este ***** tenia un mal aspecto. Sus ojos estaban hinchados al igual que su nariz, tenía moretones en su cara, brazos y sin olvidar varios raspones; pero ayer que me despedí de él estaba un poco mejor que ahora. —¿que te pasó? —dije muy preocupada
—este Gab y los otros me golpearon otra vez, pero más fuerte —contestó
—son unos hijo de... —maldeci —esta vez se habían pasado de la raya
—tranquila... Estoy bien, además no hagas corajes por esos imbéciles —trato de tranquilizar me
—¡no debieron haberte hecho esto! —conteste muy enojada
—lo sé pero tranquila no les haré caso —dijo. —y sólo me abrazo, no sabía que decir pero creó que sí lo necesitaba.
Después de hablar con él, decidí irme a buscar a Gabriel para reclamarle lo que le había hecho a este ***** y ponerlos en su lugar a esos imbéciles. Me acerque donde estaban ellos y les dije —así quería encontrarlos
—¿que te sucede? Anaís —me pregunto Fred
—¡porque demonios le hicieron eso a mi amigo, a caso les importa mucho con quien me junte! —les reclamé muy molesta
—oye, ese tipo es un perdedor y raro —dijo Gab en su defensa
—¿y eso que? ¡Son unos malditos hijos de perra! ¡Malditos imbéciles de mierda! —grité. —finalmente pude decirles la verdad de lo que pienso de ellos
—deberías tranquilizar te, Anaís —sugirió Tim
—¡vete al demonio! Y espero que sea la última vez que lo molestan, porque sino me van a pagar —les advertí
—me da igual, como quiera lo haré —contesto Gab
—bien... Has lo que quieras Gab al cabo que ya estás grandecito para hacerte responsable de tus acciones y otra cosa, Fred ya no iré al baile contigo —contesté
Yo solo me fui muy molesta, esta vez me iba a vengar de ellos por haberle hecho daño a mi amigo y espero que sea la última vez que lo hagan.
Narra Fred
Después de que Anaís nos gritará, de que no quiso ir al baile conmigo por simplemente golpear a ese chico y sin olvidar que nos odia este día no podría ir más mal para los tres. Pero Anaís dijo que nos íbamos a arrepentir por haberle hecho eso, así que ella podría a ver visto quien había dejado la carta o ella la escribió así que les comente —creen que Anaís sea quien escriba la cartas
—no lo creó, además no tiene tiempo para hacerlo porque esta ocupada con lo del baile y aún no aparece otra carta —contestó Tim
—bueno... Creó que ya podemos pensar en que Anaís no escribió la carta —dije
—sí —respondieron ambos.
Íbamos rumbo al casillero de Gab, cuando había había una carta pegada en la puerta de este. Era un sobre plateado, entonces Gab la tomó, abrió y comenzó a leer. —por lo visto les gusto tanto golpear al inofensivo chico y hacerme enojar, que tierno de su parte y lo peor del caso que lo golpearon dos veces. Son unos malditos infelices, pero bueno nadie tiene la culpa que se comporten como niños... Creen que no los vi, pues lamentablemente si los vi lo que le hacían al pobre chico, pero no se preocupen pronto acabaré contigo Gabriel y sabrás que se siente que te humillen y hagan menos las demás personas.
Editado: 13.01.2020