La Mitad Del Cuento

El Fin De Un Ciclo. Parte. — 3

Luego de diez meses las clases llegaban a su fin, era el último día, las vacaciones de verano comenzarían este mismo día. Jessica estaba muy feliz, lo presumía sin asco, estaba parada sobre su banco intentando bailar mientras cantaba.

 

     —Si, ¡¡¡El último día de clases!!!.

 

     —Taleano, ¡Bájese del escritorio ahora!.

 

     —No quiero, ya toca el timbre, además, es el último día de clases.

 

     —No me interesa, ¡Bájese ahora! Será el último día, pero todavía puedo amolestarla.

 

     —Bájate Jessi, te van a retar.

 

     —No me importa.

 

Jessica la toma de la mano y la sube a su lado, los miedos de Delfina estaban agudizados al estar a esa altura, Jessica intentaba hacerla bailar, pero los nervios estaban en su contra.

 

     —Chicas, bájense, no puedo creerlo de usted Díaz.

 

Luego de un corto tiempo el tan esperado y deseado timbre suena por todo el colegio, Jessica al sentir ese sonido que le indicaba que ya era hora de retirarse, salta del banco y se para enfrente de todos.

 

     —¡NOS VEMOS MALDITOS IDIOTAS, SUBNORMALES! Nos vemos el año que viene Esteban, aaahhh, no, cierto, te llevas siete materias, nos estamos viendo en Febrero Flor, aaahhh, perdón, no, porque no me llevo ¡NINGUNA! ¡PASÉ DE AÑO PERRAS!!! ¡¡¡PUDRANSE!!!.

 

Se va hacia la puerta sacando su lengua mientras mostraba su dedo medio en todas las direcciones, al llegar a la puerta del curso termina gritándole a uno de sus compañeros en el oído solo para molestarlo, y sale por fin del salón, Delfina toma sus cosas y sale detrás de ella.

 

     —Jessi no grites tanto que te van a retar, basta Jessi.

 

Su preceptora suspira al ver que por fin salió de su vista.

 

     —Despues de un año de sus locuras, uno llega acostumbrarse, ¿Como hace usted para soportarla Hidalgo?.

 

     —Simplemente la ignoro.

 

     —Envidio su paciencia, que tenga un hermoso fin de año, disfrute de sus vacaciones.

 

     —Gracias, igualmente.

 

     —Espero verlo el año que viene en quinto, más le vale que pase.

 

     —No se preocupe que me volverá a ver.

 

     —Espero que en quinto, nos vemos, felices vacaciones.

 

Su preceptora sale del curso, Joel comienza a guardar sus cosas, Thiago se pone de pie al ver que tenía todo metido en su mochila.

 

     —¿Vamos Joel?.

 

     —Si, ya es la hora de irse.

 

Ambos salen del curso y comienzan a caminar por los pasillos sin tener una dirección en mente.

 

     —¿Que vas hacer en verano? ¿Tienes pensado ir a algún lado con tu hermana?.

 

     —No, solo de la pieza, al baño y al comedor.

 

     —Si, parece que yo también voy hacer lo mismo.

 

Luego de caminar por unos minutos llegan hasta el patio, Thiago comienza a buscar con su vista a Jessica y Delfina, no le tomaría mucho tiempo ya que todos los alumnos se estaban yendo a sus casas, ellas se encontraban al fondo, como si estuvieran escondiéndose de todo, al verlas no dudaron en acercarse.

 

     —¿Que hacen aquí?.

 

Jessica saca todas las cosas de su mochila para apoderarse de su carpeta, la tira al suelo junto con sus cuadernillos y comienza a pisarlos.

 

     —¿Que haces Jess?.

 

     —Delfi préstame tu perfume.

 

     —Si.

 

Ella rebuscaba en todas sus cosas y le entrega su perfume, Jessica comienza a echarle a todas sus cosas, quería empaparlas.

 

     —¿Que haces boba?.

 

     —Voy a quemar todo.

 

     —¿Pero a tu hermana no le va hacer falta?.

 

     —No me importa, que sufra igual que yo.

 

Ella saca de su bolsillo una caja de fósforo y lo enciende de inmediato, Thiago le sopla el fósforo antes de tirarlo, ella intenta encender otro y antes de lanzarlo él la toma del brazo y lucha para que no queme sus cosas.

 

     —Estamos en el colegio, nos puedes meter en problemas.

 

Jessica luchaba con todas sus fuerzas para sacarse a Thiago de encima, ella quería prender fuego sus cosas como si fuera su ritual, estaba decidida a hacerlo, pero el único que cortaba sus sueños era Thiago.

 

     —¡No! Si ya terminó el año, sueltame, déjame ser feliz.

 

     —Pero aquí no.

 

Él le termina apagando el fosforo luego de tanto luchar.

 

     —Vas hacer que nos pongan amonestaciones.

 

Ella intenta prender otro, pero rápidamente él se lo saca de sus manos.

 

     —¡Ya! Dame la caja de fósforos.

 

Le entrega sin convencerse, ella tenía la ilusión de que quemaría sus cosas, pero al estar en el colegio no podía cumplir su sueño pasajero.

 

     —Bien, ¿Que vamos hacer para festejar que termina el año?.

 

Él se da vuelta de inmediato al escuchar un sonido que se le hacía muy conocido, al girar se da cuenta que Jessica seguía intentando prender fuego sus cosas, esta vez con un encendedor, Thiago se acerca aprovechando que le costaba sacar esa llama para soplar cuando está saliera.

 

     —Jessica, dame todo lo que tengas para hacer fuego.

 

Ella con odio cargado en su mirada le entrega en mano su encendedor y otras dos cajas de fósforos.

 

     —Bien, listo, vamos, salgamos todos juntos.

 

Jessica junta sus cosas bañadas en perfume y las guarda en su mochila para unirse a la caminata de ellos.
Todos deciden irse a jugar a los vídeos juegos y comer ahí mientras juegan, invierten varios ahorros para disfrutar su último día, querían pasárselo en grande, no importaba el gasto que sufrirían luego, mientras pudieran disfrutar de ese preciso momento nada más importaba, nada tenía más peso en su mente.

 

     —Bien, armemos equipos para jugar al pool, para que sea parejo, hagamos uno y uno, tiremos una moneda para emparejar los equipos.




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