1 de noviembre de 1296
-¡Elena!- gritó mi madre.
Me di la vuelta.
-¡No puedes seguir así, mañana cumples 100 años, tienes que madurar, tienes que cumplir tu papel como la muerte!-
La mire a los ojos y le respondí:
-No me gusta, todos me temen, todos alaban a la vida, a la muerte la odian, por que tengo que ser yo-
-Porque te escogieron, y es un honor ser una principal, junto con la vida, los dos tendrán que trabajar juntos-
-¿Y quién es la vida?-
Mi madre se quedó callada.
-Lo veras mañana-
Me llamo Elena, pero pronto mi nombre cambiará, en el día de mi cumpleaños número 100.
Algunas personas que nacen de las peores personas, y también de las mejores personas pueden llegar a formar parte de los originales. Son "personas" que conforman los principales sentimientos, emociones y esas cosas.
Por ejemplo:
La muerte y la vida
El dolor y el remedio
El caos y la paz
Dentro de los originales están los principales, que son 2: la vida y la muerte. Yo soy la muerte, así que ya se pueden imaginar el tipo de padres que tengo.
Cuando yo nací enviaron a mi antecesora a comunicarles que yo sería la próxima muerte, y me criaron educándome para saber todo sobre mi trabajo y las demás actividades que tenía que cumplir.
Como en toda "organización" hay jefes, que son la vida y la muerte, y hay dos bandos por así decirlo, los "buenos" y los "malos".
Como yo soy la muerte, puedo matar a todos, excepto a la vida, ninguno de nuestros poderes puede afectarnos.
Nosotros somos los superiores, por decirlo de alguna forma, así que nuestros poderes afectan a todos los demás.
Tampoco puedo matar a la vida, y tengo estrictamente prohibido matar a alguno de los originales, solo puedo matar a personas normales.
Los antecesores de la vida y la muerte forman un consejo, que se encargan de aprobar todas la guerras, enfermedades, y tratados de paz. Si alguien hace algo que no debe es enviado a una prisión, y dado que somos inmortales nos podrían encarcelar por siglos.
También nos dan "ayudantes" para que podamos hacer nuestro trabajo en todo el mundo ya que no podemos viajar. La muerte se alimenta cuando otras personas mueren, y la vida cuando nacen. Si dejaran de morir o de nacer, cualquiera de los dos podría desparecer, ya que necesitan del ciclo vital para poder vivir.
Existen dos armas, creadas al inicio de todo, una anularía todas la muertes, nadie más moriría, y la otra anularía toda la vida, nadie más nacería, y están en posesión del consejo, ya que sería muy peligroso, que alguien las tuviera.