Óscar despertó a eso de las once de la mañana, el sol inundaba la habitación y él aún con ropa yacía sobre las tapas. Se encaminó hasta el baño, mojó su cara y contemplose en el espejo, ahí estaba devolviéndose la mirada ya con 32 años y una resaca de aquellas.
Buscó el móvil para agradecer a quienes habían participado de la celebración, lo encontró sobre la cama descargado junto con la nota misteriosa. Tomó el famoso papel para guardarlo como un recuerdo y entonces notó algo raro, no era el mismo.
"De verdad te has creído que ese era todo el misterio?" Ponía el nuevo papel y le adornaba un beso con el mismo labial. Salió raudo de su habitación a la de Víctor pero este no estaba en casa, mientras esperaba que su teléfono cargase, comparó ambas notas y claramente la letra no era la misma.
—¿Dónde estás? —preguntó apenas pudo encender el móvil.
—Me he quedado en casa de Gala ¿Que pasa? —Respondió Víctor, somnoliento.
—¿Quién ha escrito la nota? ¿De quién era el labial?
—La ha escrito Gala, el labial está acá. Se lo han regalado hace mucho pero ya sabes que no usa ese color ¿De verdad me has despertado solo para eso?
—¿Quien me ha traído a casa?
—Eso lo sabrás tú, yo me he ido antes.
Colgó sin siquiera despedirse y se quedó pensativo ¿alguien le estaba gastando una broma o que era todo esto? Fuese como fuese, al parecer si había una mujer misteriosa después de todo.
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una carta intrigante, una chica misteriosa, misterio e intriga
Editado: 07.04.2019