Volviendo donde estaba, ya pasaron varios minutos, no puedo creer que ya esté muerto y no puedo ver a nadie, así es como termina el alma cuando sale del cuerpo.
Los minutos me parecen eternos.
Escucho pasos, se que algo o alguien se acerca, pero mi cuero todavía no responde.
Siento una mano en mi hombro, pero a estar alturas ya no importa.
-Hola Jaime. - dice una voz gruesa.
-Hola. - respondo
-Se que te preguntaras que haces aquí, incluso se que ya no deseabas estar en el mundo de los humanos. - dice, bueno al menos ya sabe y no tengo que fingir nada.
-Si ya lo sabes, porque alargar las cosas. - digo.
-Tu momento todavía no llega, pero antes quiero hacer algo contigo, sobre todo ver cosas que pensaste no eran posibles. - dice.
-Nose de lo que habla, pero me puede instruir, ya que voy a pasar la eternidad aquí, que más da. - respondo.
-Bueno, mira. - Veo como del suelo sale un espejo antigua de madera. - vez por aquí vamos a comenzar, ¿qué te parece?.
-Aquí mandas tú, no es algo que pueda ir contra tu voluntad, pero me intriga saber que hay ahí. - digo.
-ok, pero sabes que no soy él único que vendrá para estar aquí, el verdugo también tiene que estar. - dice, su mano cada vez la siento más cálida.
Esperamos en silencio, no se que va a pasar, pero no me gusta este sentimiento de culpa, me abruma saber que vendrá alguien a que tal vez le hice daño o peor aun.
Escucho como unos tacones resuenan en el piso blanco, eso me hace arrugar el entrecejo.
Se escuchan igual a los tacones que usaba mi mamá, aquella trágica noche, la ansiedad de sus pasos, eso hace que mi piel se erize.
Esto tiene que ser una broma Ava todavía ocupa a mi mamá, pero igual que el anterior no lo puedo ver, mi cuerpo está paralizado, cuando toca mi hombro puedo sentir, un escalofrío recorrer mi cuerpo de pies a cabeza, el miedo se apodera de mi.
-Al fin llegas. - dice - Bienvenido Samael.
-Diría lo mismo Gabriel, pero sabes que no estamos aquí por gusto, arriba y abajo llegaron a un acuerdo por esta alma. - dice el recien llegado.
No se pero esto no me gusta.
-Bueno, veo que haz comenzado ya con recuerdos torturosos, pero también veo que tragistes a tus lacayos. - acusa.
-Como no, sin ellos no podría tener casi esta alma, te los voy a prestar, tu los haz de conocer bien. - dice sintiendo sus uñas clavadas en mi piel
-Lo siento, esto tiene que pasar. - dice Gabriel, siento que me da valor y fuerzas, porque se que lo que viene no será nada fácil.
- tu y tus lamentos, mejor pasemos a lo mejor. - dice con una gran carcajada. - bueno sigamos tus bellos amigos o familia como les llamabas son mis lacayos: Jackson como tu lo conoces es desobediencia, tu más que nadie sabe que te encanta ver como él le llevaba la contraria a todo o¿me equivoco?-dice, claro que no se equivoca, yo quería ser como el llevarle a todos la contraria aunque eso me afectará. - viste que tengo razón, adelante Jackson, porque así te vamos a quedar diciendo durante todo el proceso.
Veo como Jackson entra de al frente, por el espejo, si es el tal y como lo vi la última vez.
-Hola Jaime, tu amigo esta afuera, pero yo soy el que más te conoce, pero necesitaba su forma para presentarme aquí.
Veo como va al lado de la cosa que tengo a la par.
- Vamos, vamos, que esto no se termina aquí, voy a proseguir, sabes quien sigue ¿verdad?, claro nuestro queridisimo Peter que es en realidad : el pasotismo, no sabemos hablar mucho de él, pero sabes que a Tu quería Peter no le importa nada, ni nadie, eso a ti parecía encantarte. - dice, y es cierto, Peter tenía para mi esa virtud de no importarle nada, nada le afecta y yo también quería hacer así, lo almiraba, como puede estar tan equivocado, a Peter no le importa ni su abuela en el lecho de muerte.
-No hagamos esperar a nuestro queridicimo Peter. - dice.
-Que pase Peter. - con una carcajada y como si estuvieramos en un sertamen de belleza.
Veo como entra como su actitud totalmente relaja, sabes pensé que era bueno ser así, pero Peter se pasa, nada lo saca de su zona o su burbuja diría yo.
-Jay, Tranquilo amigo, que estos vejestorios no te estresen. - es lo único que dice y pasa a reunirse con Samael.
-Bueno y como has de saber Idan, Idan es el único que falta es la deslealtad, ¡ja!, nunca te imaginaste que era el quien te traicionaba con tus padres, incluso con tus amigos, era él, por él fue más fácil llegar a ti. - explica.
-Pasa Idan, ya quita esa máscara, que me traicionaste a mi, que se puede esperar. - dice y veo como este entra del espejo.
-Hola Bro., lo siento pero esto tiene que pasar, nunca fue mi intención. - dice pero ya no creo nada.
-¿Por qué a ellos si los puedo ver y a ustedes no? - pregunto.
-Porque no somos humanos, nuestras formas son peculiares. - dice Gabriel.
-Pero Gabriel, sabes que si podemos presentarnos a él, solo hay que trasformar nuestra apariencia, pero sabes que la regla es que ambos tenemos que hacerlo. - dice.
-Samael, si lo hacemos tenemos que ser humanos, nada de trampas, nada de familia y conocidos, tomaremos nuestras apariencias qué nos dado para eta Ocasiones. - dice - si no te parece seguimos así.
-Esta bien, y nos presentamos como es debido. - dice
Nose todo esto es algo que tenía que procesar.
Escucho ruido, pero mis hombros ya no hay manos, si eran manos las que sentía.
Después puedo ver como dos hombres grandes están frente a mi uno, vestido de blanco puro y ojos del mismo color, su piel parecía albino y sus ojos blanco no tenía iris, eso me sorprendió. Él otro era la contrario su piel bronceada y su vestimenta roja, cabello y ojos del mismo color, hoy entendí que esta en una guerra y yo era el premio o más bien decir yo tenia que elegir y eso noe gustaba.
-Como puedes ver Gabriel, tu querido Jaime, esta más que sorprendido por nuestras apariencias. - dice Samael.