La Niña Del Orfanato

Capítulo 41

El día comienza temprano para Beatriz, quien mantiene los ojos cerrados con fuerza mientras permite que el agua fría de la regadera recorra su cuerpo, se siente demasiado agotada, pero no quiere irse a la cama. Ese día debe visitar a la madre de Rose, pero primero, debe ir a su empresa.

—Deja de pensar tanto— dice el hombre mientras abre la puerta corrediza de la ducha, causando que se sobresalte—. Llevas mucho tiempo aquí.

— ¿Podrías dejarme sola?— pide con histeria mientras cierra la regadera y envuelve su cuerpo con una toalla.

La mujer se muestra realmente enojada y frustrada, tanto que logra sorprenderlo ya que ella difícilmente se enoja, y menos contra él.

—Beatriz, ¿estás bien?

Ella lo observa por cuestión de segundos, rueda los ojos y luego sale de la ducha pasándolo de lado. Se siente realmente irritada.

— ¿Podrías hablarme? No entiendo porque actúas de esta forma— pregunta mientras sale del baño tras ella.

— ¡Eso es!, no lo entiendes, tú no comprendes. Jared, Rose murió y a ti parece no importarte, no te importa nada y eso que la conocías desde que era una niña… era amiga de Melody.

—Claro que sí me importa, Beatriz.

— ¡Entonces demuéstralo! ¡Enfádate! Hay un loco suelto que mató a una niña. Tú solo sabes decirme que me tranquilice, pero no puedo hacerlo, simplemente no puedo.

Jared la observa con ojos muy amplios. Suspira profundo y avanza hacia ella para envolverla en con sus brazos. No dice nada, no puede, ella no querrá escucharlo, Beatriz puede ser muy obstinada cuando se lo propone. Lastimosamente no puede permitir que ella se entrometa en lo que ocurre, si Joseph cae, él también lo hará; eso lo hace sentir frustrado, por esa misma razón le ordenó al idiota de su hermano no acercarse a esa chica.

—Solo quiero que esta pesadilla termine, Jared— expresa de pronto, mientras cubre su rostro con ambas manos para ocultar sus lágrimas—. Es demasiado, tendré que decirles a las niñas que Rose ya no jugará más con ellas, es difícil hablar sobre esto con ellas.

—Beatriz, la muerte es parte de la vida... solo tienes que explicarles eso— dice mientras se aparta un poco para besar su frente—. Tienes que relajarte, se te será difícil, pero deberás intentar ser fuerte y lucir calmada, eso las ayudará bastante.

—No creo poder hacerlo sola— confiesa mientras oculta su rostro en el pecho del hombre—. Estoy asustada. Tendré que darle dos malas noticias a mi hija, no lo soportará, decirle lo de Rose y lo de... —cierra la boca al notar que está a punto de hablar sobre lo de Katy—. Solo quiero que todo acabe pronto.

—Todo acabará más pronto de lo imaginas, lo prometo amor— susurra mientras besa su cabello

***

La rizada da vueltas alrededor del hospital, seguida por la mujer sueca que revisa cada uno de sus movimientos para asegurarse que realmente esté preparada en todos los aspectos. Roxanne se cruza de brazos observando a la chica hacerlo todo mal, es como si lo hiciera a propósito y eso comienza a irritarla en gran manera.

— ¡Argh!, Gud, ge mig tålamod— exclama en sueco al sentirse irritada—. Susan, ¿hay algo de lo quieras hablar? Podemos hablarlo ahora.

Susan, quien se encontraba escribiendo en una libreta, se detiene para verla la cara con una expresión de sorpresa en su rostro ante la actitud, tan de repente, irritada de la mujer. Frunce ligeramente el entrecejo mientras cierra su libreta y la coloca sobre su abdomen antes de cruzar los brazos sobre ella.

—No entiendo de qué habla señorita Roxanne, y el hecho de que no entiendo lo que dijo antes me ofende un poco— responde la chica de manera educada mientras la observa a los ojos.

—Solo pedí paciencia a Dios— comenta la mujer, sosteniéndole la mirada—. Susan, sé que te afectó enterarte de esa manera que Marcus y yo nos vamos a casar, soy consciente de que tú y él salieron hace un tiempo y que...

—Se equivoca— la interrumpe—. No me afecta, y el hecho de que me tome mi tiempo con cada misión es para asegurarme de que lo estoy haciendo bien, espero a que usted me diga que lo estoy haciendo bien— dice con una expresión de tristeza pintada en su rostro.

Las cejas de Roxanne se alzan con sorpresa ante la confesión de la chica, ¿solo está esperando su aprobación? Realmente creyó que actuaba indiferente luego de la noticia, así mismo ha actuado los últimos.

—Espero puedas disculparme, pero mi hija volvió a la ciudad anoche y deseo estar con ella. Por lo menos quiero que me permita estar con ella el resto de la tarde.

—Oh, bueno... ahora mismo tendremos que corregir todo lo que hiciste mal. Esta noche tengo que viajar hacia Hawái, mi familia llega mañana temprano.

Susan asiente con la cabeza comprendiendo totalmente a la mujer, y el resto de las horas juntas, se dedica a ensañarse en aprender correctamente las cosas, sabe que no estará sola en esto, hay muchos viejos amigos, incluso médicos que podrán ayudarla, pero, aun así, quiere dar su máximo esfuerzo.

El joven permanece sentado en el asiento del piloto, observando su reloj de vez en cuando solo para asegurarse de que realmente llegó temprano.

— ¡Alex!— escucha la voz de las niñas y rápidamente alza la mirada.

Su sonrisa se expande al divisar a las niñas junto a Beatriz saliendo de la mansión. Regresaron muy pronto de sus vacaciones, y la expresión en el rostro de la adulta le hace saber el porqué. Sale del auto y camina unos pasos hacia las niñas que corren junto a los cachorros hacia él y no escatima en ponerse de rodillas con los brazos abiertos para recibirlos a todos.

—Niñas, no saben cuánto las he extrañado— dice. Besa sus mejillas.

—Alex, muchas gracias por venir— dice Beatriz mientras se acerca—. Lamento no haberte dicho anoche que volvimos.

—Descuide, sé que es un momento muy difícil— se pone de pie—. ¿A dónde las llevo?



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En el texto hay: drama, amor familiar, orfanato

Editado: 29.08.2020

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