Ya han pasado meses desde que Serena comenzó el tratamiento con la nueva máquina, Alejandra había enviado una carta en los últimos días, al parecer Serena ya logra caminar por sí sola con alguna ayuda externa de bastones, pero ya lograba deambular si ayuda de terceros, era un gran avance. Parece ser que Ernesto ha estado financiando parte del tratamiento para aumentar aún más la rehabilitación de Serena, todo de acuerdo con el trato entre Thomas y Anderson.
Todo pasaba de forma normal, Verónica no se había pronunciado en mucho tiempo sobre algo relacionado con el partido de Sion, aparte de lo estrictamente profesional, todo era un trato netamente de trabajo.
Andrea había encontrado información sobre tratamientos de enfermedades y estaba trabajando en una vacuna que se creía perdida, Paz cada vez tenía más información sobre algún asunto de interés, aunque no compartía el tema que trataba. En tanto Anderson solo cumplía su trabajo, aunque siempre mirando y escuchando todo, el hecho que la guerra haya sido una simple excusa para algo lo tenía inquieto, además, las “nostalgias” habían aumentado en frecuencia, veía cosas de la guerra, compañeros muriendo, de vez en cuando volvía a ver la escena donde murió Nicole y otros momentos cuando salió de Winter hacia Norwin con sus hermanas.
…
Un día, un extraño video en un disco llego a la puerta de la casa de Andrea, tenía por título el nombre de su hermano y otro nombre, un tal Matías.
- Y entonces… ¿quién este tal Matías? - Pregunto Paz mientras se sentaba en el sofá al lado de su hermana.
- Un soldado que conocí en la guerra era de otro pelotón, pero buena gente - Respondió Anderson mientras introducía el disco en el reproductor para ver el video.
- ¿Acaso te extraña que te mandara unos videos? - Dijo Andrea en tono de broma.
- Quien sabe, lo último que supe de él es que también tenía el síndrome de “nostalgia”, al igual que la mayoría de los ex soldados de la guerra - Hablo Anderson luego de sentarse en el sillón sobrante con el control en la mano.
Pulso el botón para que el video comenzara a correr, lo primero que apareció fue el menú que tenía siete videos distintos, cada uno simplemente nombrados numéricamente en secuencia, Anderson observo las miniaturas de cada video, noto como el rostro de Matías se trastornaba cada vez mas según se acercaba al último video, luego de unas miradas de extrañeza con sus hermanas, inicio el primer video de los siete.
La filmación comenzaba con Matías en una habitación y el sentado frente a la cámara, se presentó y al parecer los videos no estaban dirigidos a alguien en particular, pues saludaba a cualquiera que estuviera viendo, pidiendo que una vez pasara lo inevitable el disco fuera enviado a cualquier soldado que sufriera lo mismo que él. Luego comentaba sus “nostalgias” vividas, solo recuerdos de la guerra desde la convivencia y anécdotas con sus compañeros de pelotón como con sus amigos de ejercito como Anderson. Ese fue el contenido del primer video, automáticamente se comenzó a reproducir el segundo que era exactamente igual al anterior, solo que ya no comenzaba con su saludo, sino que directamente con relatar las “nostalgias”, eran prácticamente las mismas situaciones cotidianas vividas y momentos durante algunos tiroteos, algunas eran recuerdos algo chistosos que sacaban ciertas risas en Anderson al imaginárselos.
El tercer video era lo mismo, sin ningún cambio, cuando se reprodujo el cuarto video se notó como su rostro ya comenzaba a cambiar, se notaban que había llorado antes de grabar, relato primero “nostalgias” de la misma índole que las anteriores, hasta que hizo una pequeña pausa, luego de ese silencio relato como ya el síndrome comenzaba a recordarle cosas dolorosas en su vida, la muerte de su madre y el suicidio de su hermana; el mismo día de que estallara la guerra.
Paso lo mismo en el video siguiente, peor con un rostro fatigado aún más evidente, al sexto video ya su cara estaba totalmente cambiada, tenía unas pastillas en su mano y comenzaba el video llorando, según su relato, las “nostalgias” eran cada vez más tristes, cada vez duraban más, algunas veces ya no sabía si la realidad era la que veía en sus alucinaciones o con la que se encontraba una vez despertaba del síndrome, tomo unas pastillas y luego dijo que estas pastillas lo ayudaban a estar cuerdo, pero cada vez hacían menos efecto, ya llevaba meses con el tratamiento y creía que esto ya no tenía fin, pero había averiguado ciertas cosas, pero debía anotarlas porque ya no sabía si eran reales o un invento de su mente.
Finalmente llego el último video, comenzó con Matías completamente mal físicamente y en silencio, se tomó unas pastillas y luego de un largo momento de silencio comenzó a hablar. Comento que ya las alucinaciones eran tan recurrentes que actuaba como si en ellas viviera, las pastillas ya no hacían nada; parecía que en vez de atenuarlas las acentuaba y aumentaba su frecuencia. Saco unos papeles que comenzó a leer, luego de unos minutos los dejo de lado y comenzó a hablar sobre ellos, era toda la información que había recopilado en este tiempo, al parecer, había una organización o un grupo que suministraba las pastillas, el mismo grupo que tenía intenciones de un control total, no sabía para qué pero al parecer ellos habían iniciado la guerra solo para buscar sujetos para experimentar con ellos, en su comida y en su agua, todo en un ambiente hostil. Ver si lograban hacer que ellos vivieran en sus recuerdos y lograr hacer que reaccionaran según ellos en la vida real, en otras palabras, una marioneta, eso era el síndrome de la “nostalgia”, una afección en donde los efectos en una persona pueden llegar a que esta sea una marioneta sin decisiones propias.