- Debería estar por llegar, el tren de Norwin no ha tenido retrasos - Dijo Paz mientras volvía de la oficina de informaciones.
- No tenían que venir las dos a buscar a Serena -
- Claro que vendríamos, no la vemos hace tiempo - Respondió Andrea a su hermano.
- Claro, claro, pero recuerden que Serena se enoja cuando me abrazan así que si van a hacer la broma que no sea mucho tiempo - Dijo Anderson mientras Andrea caminaba al andén del tren.
- ¿De qué hablas?, eso pasaba hace años hermano - hablo Paz.
- De que hablas tú, recuerdo perfectamente que… - Anderson observo la cara de extrañeza de su hermana, iba a proseguir, pero fue interrumpido por Andrea.
- ¡Anderson! - Grito Andrea mientras abrazaba a su hermano – mira quien ya llego -
Detrás de ella estaba Serena, caminaba con normalidad, vestía con un vestido azul claro que llegaba hasta sus rodillas, junto con un sombrero con moño que combinaba, su pelo llegaba hasta su cintura y traía una maleta con ruedas. Solamente cruzaron miradas, ninguno pronuncio una palabra, Anderson se mostraba bastante emocionado a punto de las lágrimas, se veía mejor, mucho mejor que la última vez, Serena avanzo lentamente y se fundió en un abrazo con su amado, él le correspondió, Paz y Andrea se adelantaron para que ellos pasaran un tiempo los dos juntos.
…
- Vaya sí que se tomaron su tiempo, ¿no? - Menciono Andrea mientras le abría la entrada.
- Hacia mucho que no nos veíamos, había que ponerse al día - Le contesto Serena mientras sonreía.
- Bueno, ya tendrán más tiempo para seguir con eso, ¿te enseño la habitación Serena?, no creo que tengas problemas con dormir con Anderson- Le indico Paz mientras tomaba su maleta.
Ambas fueron a la habitación de Anderson mientras que Andrea subía a la biblioteca y Anderson se tumbaba en el sillón, estaba contento, por fin estaba junto a Serena y mejor aún, ella se veía mucho mejor, el tratamiento estaba dando sus frutos, todo salía a pedir de boca pero, él sabía que esto no dudaría para siempre, a menos que descubriera una forma de frenar al partido de Sion… el partido de Sion, tal vez Verónica tendría información nueva… ¿Verónica?, en ese momento recordó La historia secreta tras los partidos políticos, el libro que le prometió, debía buscarlo y llevárselo a Verónica.
Luego de compartir la tarde con Serena y sus hermanas Anderson busco el libro, luego llamo a Verónica para concordar un lugar de encuentro, tomo sus cosas y salió de casa con la excusa de tener que dejar unos informes a la secretaria del partido, tomo rumbo a la estación.
- Bien señor Anderson, ¿trajo el libro? - Dijo Verónica apenas vio entrar a Anderson por la puerta principal de la estación.
- Claro, ¿pudo averiguar algo sobre el martillo de las brujas? -
- Muy poco la verdad, aun no logro averiguar su relación con el Necronomicon, que, por cierto, acá tiene la copia – Respondió mientras sacaba de su bolso un paquete envuelto en un papel café y amarrado con un hilo.
- Gracias, tome acá tiene el libro- Dijo mientras le entregaba “La historia secreta tras los partidos políticos” y tomaba la copia del Necronomicon.
- ¿De dónde lo saco? -
- De la biblioteca de mi hermana -
- ¿No se molestará? - Pregunto mientras examinaba y hojeaba el libro.
- No creo, en cualquier caso, si se enoja sé que hacer para que se le pase, espero le sea de ayuda -
- Esperemos que así sea señor Anderson, por cierto ¿Cómo va con la “nostalgia”? -
- La verdad ni yo lo sé, hoy vi a Serena, al parecer confundí algo que paso hace tiempo y pensé que aun pasaba -
- Podría ser signos de que comienza a confundir las realidades señor Anderson, tenga cuidado con eso, también con la señorita Serena, recuerde lo que hablamos en la reunión pasada -
- Sí, lo recuerdo bien, gracias por la advertencia -
- Bueno, cuídese, será mejor que vuelva antes de que Thomas sospeche algo, ya debe estar por terminar de firmar unos papeles burocráticos - Se despidió Verónica tomado rumbo desconocido.
Anderson miro el envoltorio del libro mientras volvía a casa, le parecía extraño, muchos mitos se dicen alrededor del Necornomicon, ¿qué tan peligroso seria?, ¿en realidad podría encontrar alguna pista que le ayudara?, eran las preguntas que cruzaban por su cabeza, pero ahora se añadía Serena, ella estaba en Whiter, si bien estaba feliz por eso, por otra parte, era peligroso y debía estar pendiente de que nada extraño pasase.