Veinte cuatro años atrás.
Amanda tenía un propósito en su vida y eso era tener dinero además de poder asi si era necesario vender el alma de su hija al diablo. Desde pequeña había tenido una vida miserable, un padre alcohólico y abusador que lo único que aportaba a la casa eran gritos, golpes y las botellas vacías que dejaba regada en el suelo. Su mamá trabajaba en una cafetería y lo poco que alcanzaba era para mantener el "Hogar" que tenía, su hermana mayor todas las noches salia vestida con diminutos vestidos y sus feromonas en el aire para tentar a cualquier alfa, en aquel entonces no entendía el trabajo de ella hasta que cumplió los veinte.
- Amanda tú eres la omega más bonita que he visto en mi vida. - Habló su hermana mientras pintaba sus labios con un labial rojo. - Si tú quieres puedes enamorar a un pez gordo y saldrás de este basurero. - Sonrió. - Yo me iré con un doctor que ha quedado viudo, no sé si lo amo pero me va dar lo que nunca hemos tenido y es estabilidad. - Habló con tranquilidad Marcela. - Te llevaré al lugar donde yo empecé y de ti depende buscar la lotería.
Amanda observó el lugar donde trabajaba su hermana mayor penso que sería un antro de mala muerte, pero era todo lo contrario, el ambiente era elegante habia hombres vestido con lujosos trajes y billeteras llena de dinero para desperdiciarlo y quizás perder algo más. Algunas mujeres que llevaban años la odiaban porque desde que había puesto un pie se habia convertido en el centro de atención para algunos alfas y betas, a pesar de la habladuría llegó hacer la mejor pegada del Host en donde estaba. Amanda nunca habia sentido afecto hacia alguien, su mamá jamás le habia dado un brazo y menos una palabra de cariño, y su papá pasaba más ebrio que sobrio. La primera vez que vio aquel beta se habia sentido atraída hacia el inmediatamente, su apariencia era normal no tenía nada que llamara la atención como los otros alfas, caminó con pasos coquetos hasta donde estaba el beta acompañado de un alfa, el otro hombre la desvistió con los ojos pero lo ignoró, ya había puesto sus ojos en el beta.
- Hola mi nombre es Mandy. - Sonrió con elegancia. - ¿Les gustaría que les ofreciera algo de tomar o les hago compañía?.
El alfa se relamió los labios mientras que su amigo bebió de su copa de Whisky.
- Mi nombre es: Carlos y mi amigo Alonso esta algo triste porque su novia acaba de romper con él, ¿Te gustaría animarlo?
- Esa es mi especialidad guapo.
Amanda trató de ganarse la confianza del beta pero luego de cuatro tragos era una matraca hablando sin parar, Alonso trabajaba como maestro mientras que su amigo era una eminencia en el derecho se habian hecho amigos porque estudiaron juntos en la preparatoria y asi nació la amistad entre ellos. Amanda estaba maravillada ante la elocuencia del mayor, Alonso hablaba con tanta tranquilidad y pasión acerca de su carrera que quiso tener la misma vocación en algo pero ella solo era una "Puta". Todos los días llegaba Alonso dejando atrás sus otros clientes que pagaban por su compañia, le gustaba escuchar su voz.
- ¿Porqué no dejas este trabajo?. - Habló Alonso mientras tomaba sus manos. - Sé que no tengo dinero como las personas que piden tu compañia, pero yo te podré dar una vida digna, ¿Que dices?.
Amanda sonrió emocionada ante la propuesta por fin tendría la vida que siempre quiso tener, o al menos eso pensó.
(........)
Cinco años después.
Al principio estaba emocionada por empezar una nueva vida, tenia un hogar quizás no era lujosa pero si digno, Alonso tenia dos trabajos para darle lo mejor, pero sentía que algo más faltaba en su vida, ella queria lujos, joyas, viajes y compras, no hacer cuenta para pagar la renta y otras cosas, queria gastar dinero sin pensar en el precio, no tener una vida mediocre y aburrida. Amanda sonrió cuando vio a Kerim en una fiesta donde la habia invitado una ex-trabajadora del Host. Amanda quedó maravillada al escuchar la historia del hombre que habia formado su propia empresa y que poco a poco iba creciendo más. ¡Ese alfa sera mío!. Pensó Amanda. Hizo lo imposible por conquistar al alfa para que este cayera a sus pies, Amanda no podia ocultar los regalos costoso que le daba el alfa, todo iba bien hasta que descubrió que Kerim sería su puerta al éxito y a la fortuna pero lamentablemente estaba casado.
Suspiro molesta, pero eso no iba a impedir que se cumpliera su ambición de tener dinero.
- ¿Porqué no empezamos una nueva vida juntos?. - Habló Amanda mientras se cubría con las sábanas blancas del hotel en donde estaban. - Siempre te quejas de ella, es mejor que estes con alguien que te haga feliz y yo te amo, ¿Qué dices mi amor?. - Besó su mejilla.
Kerim se dejo endulzar el oído y sonrió al ver que el alfa habia caido en sus redes. Alonso lloró al ver que arrastraba dos maletas, besó sus labios pero a pesar de que el le habia dado el amor que nunca habia tenido, necesitaba algo más se dio la vuelta y le dijo adiós a la pobreza. El alfa le daba todos los lujos que siempre quiso, desde joyas hasta viajes y tarjetas, hasta que un dia observo la prueba de su pasado.
- ¡Dios mio estoy embarazada!. - Exclamó asustada!.
Kerim habia adoptado una niña de un amigo que habia fallecido en un accidente, pero obviamente a penas tenia algunos meses con el alfa, una noche mientras cenaba le confesó lo del embarazo espero la duda de Kerim hasta la rabia en su voz, pero todo lo contrario se alegró completamente. Y asi nació Christina Santoro. La niña que seguiría sus pasos.
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Editado: 06.06.2024