Las cosas en la universidad se me hacían más incómodas al darme cuenta que tenía atención que ni siquiera deseaba.
-No puede ser. ¡Mira, tiene chupetones en el cuello!-dijo Gina, una de las amigas de Briane y disimulada, me levanté un poco el cuello de tortuga de mi vestido.-Tienen que ser de Henry Kane-con una sonrisa grande en su boca miró a Camille quien mantenía su mirada seria a diferencia de su amiga quien estaba contenta por el “gran suceso”.-No sabes cuanto mataría para conseguir una simple noche con él. Es taaan sexy.
-¿Podrías hacer silencio? Deja de hablar así de él, hay más hombres y mujeres en el mundo y están solteros y solteras. Buscate una persona rica de esas.
-¡Lucia! ¡Aquí!-Gina agitó sus brazos felizmente y yo simulé que no las había escuchado caminando hacia donde ellas estaban.
-¿Si?
-¿Qué se siente acostarse con Henry Kane? ¿Es bueno o no?-Camille le dio un codazo pero la rubia falsa no dejaba de verme con su sonrisa.-¿Y?La miré con incomodidad. Tenía que mostrar que mi relación íntima con Henry era lo mejor aunque de vez en cuando no lo era.
-Pues… bien, si. Claro.-Traté de decirme a mí misma que así era. Aunque si, no estuvo para nada mal aquella primera vez con él.
-¡¿Lo dices en serio?! ¿Entonces podría unirme a ustedes algun dia?
-¿Pero qué…?-Mi boca y mis ojos estaban abiertos del horror. Camille sonrió de lado y Gina soltó unas cuantas sonoras carcajadas.
-Solo bromeaba, tontita.-palmeo mi hombro varias veces mientras trataba de controlar sus risas. Intenté sonreír y reírme un poco con ellas dos pero se me hizo casi imposible.
Lo mejor era que volviera a… ¿casa? O eso se suponía que debía de ser en esos momentos.
***
Es posible que hubiera tenido mucha prisa de escapar de la atención y susurros de los demás y pues… Tampoco los viajes en el nuevo convertible, que Henry me había regalado, eran lentos.
Y justo en una de las calles de Beverly Hills, fue cuando una oficial de policía me paró.
Perfecto.
-Buenas tardes, señorita-tocó varias veces mi vidrio y lo baje completamente y le di mi mejor sonrisa a aquella mujer.-¿Podría ver su licencia de conducir y su permiso, por favor?
Aquello era más que perfecto.
Saqué lo que ella necesitaba de mi monedero y salí del auto. No pasó más de un minuto cuando otro auto se estaciono justo detrás del mío. Mi cuerpo se tensó al ver la cara familiar que sobresalía de la ventana de aquel auto de lujo.
-¡Buenas tardes, oficial!-exclamó con una emoción genuina Andrew Scotts.
-Y buenas tardes para usted, Andrew-una sonrisa boba apareció en la cara de la oficial y yo no dude en rodar mis ojos. El hombre de ojos verdes y cabello negro me hizo una senna para que fuera a donde él y yo me acerqué vacilante.
Me dijo que me acercara aún más hasta que él pudo susurrar en mi oído:-Me puedo hacer cargo de esto, cariño. Si tu aceptas ver una película conmigo.-claro, tenía que ser con algo a cambio.-
-¿Estás bromeando?-me reí entre dientes sonriéndole cerca de su cara. Él negó con su cabeza -¿Y entonces cómo funciona eso?
-No necesitas saber cómo funciona. Solo que yo mismo te garantizo que funcionará-quiso poner su mano en mi mejilla pero la aparté antes de que lo hiciera.-Podemos jugar con Henry y mostrarle lo que se está perdiendo. Se que tipo de persona es-alcé una ceja.-Se obsesionará contigo cuando sepa que nos vieron juntos.-lo vi con una mueca y puse mi cara demasiado cerca de la suya y entonces le sonreí.
-Gracias por tu oferta. Pero sé cuidarme sola.
-Puede que la última vez que hablamos no hubiera salido bien pero solo trataba de ayudarte, ¿sabes?-y con eso me aleje para que él también lo hiciera manejando a toda velocidad.
Me di la vuelta para encontrarme con la oficial de policía con sus brazos cruzados sobre su pecho.-Va a tener que pagar una multa por exceso de velocidad, señorita.
En fin, solo me controlé y simplemente hice lo que me pidió.
***
Al llegar a mi destino me encontré a Henry demasiado ocupado en su celular como para notar mi llegada.
En el televisor se reproducía justo en el Show de Griffin pero Henry no prestaba nada de atención a lo que aquel hombre decía, con su actitud de típico productor de canal de chismes lo caracterizaba.
-¿Dónde estuviste?-no, si me había notado pero trataba de volver a verme a los ojos.-Nunca me respondiste el teléfono.-me dijo serio pero podía notar su molestia en su voz.
-Para que lo sepas me dieron una multa. No te preocupes, todo está perfectamente bien, ya lo arreglé.
-Todavía no me has dicho porque no contestabas mis llamadas.
-Creo que silencie mi teléfono por error.-mentía, no lo había silenciado por error, solo quería que nada me molestara mientras manejaba y disfrutaba del aire helado en mi camino.-Lo siento.
Y entonces en ese momento nuestra atención fue directo al televisor.
-Nos acaban de informar de un jugoso y exquisito chisme-dijo Griffin, el presentador de aquel programa ridículo.-La chica llamada Lucia Gates, más conocida como la novia del billonario, Henry Kane. Pues el tema principal va en que ha sido vista demasiado cerca de Andrew Scotts quien es el primo de su mismo novio. Se veían demasiado amigables cuando una oficial de policía los detuvo por exceso de velocidad.
¿Aquello iba en serio?
-Nuestros preciados recursos dicen que ambos estuvieron intercambiando susurros demasiado… íntimos-continuó hablando con su cara llena de picardía. Era obvio que lo único que quería era crear escándalo.-¿Fue solo un encuentro de amigos o algo más que solo eso? Manténgase en este mismo canal mientras estamos en anuncios publicitarios porque pronto estaremos discutiendo de esto con nuestro experto sobre lenguaje corporal.
Los comerciales empezaron y yo no dudé en mirar la reacción de Henry. Tenía su boca un poco abierta con su ceño fruncido.