Capítulo V Un nuevo despertar

Capítulo V

Un nuevo despertar

Nathalie Wessex

Ella había saltado de aquel edificio tal como su madre tiempo atrás lo había hecho, más cuando ella abrió sus ojos se vio sentada en el sofá de un gran salón, ella estaba confundida vio hacia los lados sin poder ver nada más que oscuridad y la poca luz que la iluminaba a ella y lo que llamo su atención fue su vestimenta de un vestido blanco de suave tela, tenia un aroma que lo recordaba con el alma, un recuerdo dulce y doloroso.

1000. lo que ella no se había percatado es que en medio de las sombras un hombre viejo la observaba detenidamente como si deseara analizar lo mas profundo de su alma, pero en ese pequeño cuerpo pudo notar que un alma solitaria y temblorosa se encontraba. Como vio la gran confusión de la niña decidió hablar para calmarla.

• ya has despertado pequeña -susurró aquella voz vieja y algo cansada- ¿cómo te sientes ahora?

• ¿quién eres?, ¿dónde estoy?, ¿porque estoy vestida así? -dijo confundida esto era el cielo o el infierno, la verdad no sabía que pensar - ¿qué está pasando?

• tranquila pequeña estas en shiver, y ahora tienes una nueva oportunidad -dijo aquella voz- no es así mago del Oriente, la lograste rescatar a tiempo, un poco mas y no hubieras podido hacer lo que querías hacer.

• ¿Dijiste mago del Oriente? -dije sin comprender, pero en ese momento el recuerdo de aquella mujer y susurro me hizo recordar- un mago del Oriente? Sólo yo he odio de la existencia de 3 magos más fuera de mi padre.

• así es pequeña aquí estoy -dijo saliendo de las sombras un hombre apuesto de cabellos rojos cenizos y ojos color hierva- me alegra haber llegado a tiempo, ¿Qué pensabas al hacer eso? -dijo el hombre con intranquilidad-

a pesar de tu regaño mi mente aun no procesaba lo que estaba pasando, pensé que tú también estaba muerto, más en mi asombro solo pude decir lo evidente mente lógico.

• ¿papá estas vivo? Esto es verdad -corrí a sus brazos rompiendo en llanto, lo había extrañado mucho- papá, papá, papá-solo podía decir esas palabras, había habido muchas cosas que, yo deseaba decirle más solo esas salían de mi boca-

• lamentó dejarte sola pequeña todo tiene una razón -sujeta aquel pequeño cuerpo entre sus brazos como si fuera a desaparecer- eres tan hermosa como tu mamá

al escuchar hablar de mama, solo pude agachar la cabeza, yo me siento culpable de su muerte, solo respondí con voz temblorosa.

• Perdóname si yo no hubiera nacido ustedes estarían junto -dije llorando- si yo no estuviera aun mama estaría viva.

Vi cómo te acercaste más a mí, me dedicabas una mirada llena de amor, una mirada que, hacia sentir cálido a mi corazón, de verdad este sentimiento es algo que deseo vivir por siempre, ese sentimiento de felicidad de saber que existe alguien en este mundo que se preocupa por ti, es algo que nunca había podido sentir, escuche tus palabras.

• pequeña no niegues tu existencia, tu madre se sacrificó por ti, su amor por ti fue más allá de la...muerte-dice sonriendo- tu madre te amaba mas que a su propia vida, por eso no reniegues de sus esfuerzos para protegerte.

118. medio de tus palabras la voz de aquel hombre carraspeo en la oscuridad, creo que trataba de llamar tu atención, más sabía que había algo mal, había algo diferente en ti, fue cunado escuche la voz del hombre.

• mago del Oriente el tiempo se agota -dice aquella vieja voz- recuerda que tu tiempo es limitado ahora mismo, no tienes aun la fuerza necesaria para despertar.

Ya había entendido lo que estaba pasando, mi padre estaba en un trance, no estaba ni vivo ni muerto solo en un limbo, la única pregunta que pude formular fue.

• papá amas aún a mamá -dije viendo usas ojos- sé que no me llevarás contigo, sé que estaré sola de nuevo, pero quiero saber el porque

-no puedo tenerte conmigo, porque no puedo ponerte en peligro y hay muchas cosas que sabrás a tu tiempo pequeña, en estos momentos soy sólo un fantasma, pero hay una cosa que quiero que sepas-dijo apartando se de aquella pequeña tomando la por los hombros- siempre estaremos contigo aquí -toca el pecho de aquella niña suavemente- y pase lo que pase siempre amaré a mi esposa, a esa mujer que me regalo lo mas precioso que tengo en esta vida y eso eres tú.