El malo del cuento.

Vivimos en un mundo, en donde si no complacemos a los demás, somos unos hipócritas, en donde actuar natural es rareza y sobresalir en todo es lo más común, en donde los logros personales dejan de ser logros si no los luces a los demás... En donde decir la verdad, es una ofensa y mentir es lo más satisfactorio para el ser humano. He aprendido que no existe la felicidad, sino momentos felices, creemos ser dueños de nuestras vidas cuando realmente somos marionetas, en estos tiempos, o mejor dicho desde siempre. La infidelidad, la mentira y la hiporecía son las cosas favoritas del ser humano, juzgamos a los demás sin conocer los motivos de su aflicción, buscamos en todo momento hacer sentir mal a las personas con comentarios hirientes o acciones irrelevantes, nos hacemos daño a nosotros mismos intentando dañar a los demás, perdemos la moral y nuestra integridad como ser humano por complacer a los demás, nos demacramos por personas que ni siquiera notan nuestra existencia, abusamos de la confianza que se nos brinda, manipulamos a nuestro antojo a quien nos quiere ayudar, criticamos descontroladamente a aquellas personas que llamamos amigos, pero son cosas que no nos atrevemos a decir de frente, levantamos falsos contar de no quedar como el malo del cuento, jugamos con aquellas personas que muestran interés en estar con nosotros, solo para luego poder decir "fue parte de mi ganado" o simplemente para no sentirnos solos, sin saber de qué manera puede sentirse esa persona y cómo va a reaccionar. Y están esas personas, personas que pueden salir lastimadas con simples actos o palabras, personas con una sensibilidad extrema, incapaces de ver las cosas desde un punto de vista diferente al suyo...

-Y aquí estoy yo, una persona que puede decepcionarse fácil, una mendiga de amor, una chica que intenta buscar cariño en muchos lugares, ya que no lo recibo de mi padre, con el tiempo he aprendido que en realidad no lo necesito, llegan momentos en los que me siento vacía, aunque en parte no debería sentirme así y lo reconozco, pero, todos tenemos nuestros días buenos y nuestros días malos.- Estas fueron las palabras de Camila, dispuesta a salir adelante.

Lamentablemente, su disposición no duró mucho tiempo, luego de cuatro meses y nueve días con aires de superación, las cosas volvieron a su lugar, sucedieron cosas que hicieron a Camila volver a ver su realidad. Camila centraba su vida en los estudios, siempre buscaba ser una de las mejores de su salón para ser el orgullo de su madre, se deprimía cuando no sacaba calificaciones altas, cuando no obtenía una A en sus trabajos prácticos y diferentes cosas. Aunque era una chica sabia, en algunos momentos su inmadurez la dominaba, como todo ser humano, existían momentos en los que su lado de niña salía a la luz.

Para su bien, al terminar el año escolar, Camila tenía altas calificaciones, no era la mejor de su salón como al principio, pero al menos sus calificaciones eran buenas; aparte recibió una buena crítica de su maestra –tienes muy buena ortografía, puedes estudiar algo relacionado con la literatura, ¿No te gustaría? Por otro lado… Si te esfuerzas más, obtendrás la excelencia.

Durante las vacaciones, Camila ocupó todo su tiempo en libros y estudios sobre las ciencias forenses, era lo que llamaba su atención y lo que quería estudiar. Todo el tiempo le hablaba a su madre sobre ello, y prometía que llegaría lejos para sacarla adelante.

-¿De verdad quieres estudiar eso?

-Sí mamá, aparte de que está relacionado a la medicina; voy a colaborar con la justicia y descubrir la verdadera causa de las muertes.

-Es bueno escucharte tan entusiasmada, aparte, es una carrera que te dejará en un buen estatus social y económico.

-Pues, eso creo. Aún no he investigado eso.

-¿Y qué es lo que has investigado?

-Los médicos legistas solo trabajan por muertes violentas y suicidios, como por ejemplo, objetos punzocortantes, accidentes de tránsito, ahorcamiento, disparos entre otros. Solo pueden ser contratados por INACIF y son muy escasas las personas que estudian las ciencias forenses.

-¿Algún aspecto negativo?

-Pues, se puede obtener una enfermedad sino es realizada una autopsia debidamente, puedes ser agredido por un pariente del occiso ya que no quiere aceptar la muerte del mismo.

-Entiendo Cam, ¿Pero por qué has investigado todo eso?

-Tengo una exposición sobre eso cuando se abran las clases, gracias a esa exposición seré transferida a un área en donde me orientaran sobre la medicina.

En su habitación Camila pensaba lo que había dicho la maestra sobre la literatura, -con mi historia, puedo escribir mi propio libro… Pero como no lo había pensado antes, las personas con mi mentalidad y que compartan mi historia tal vez van a amarla- Dijo mientras nacía en ella una nueva ilusión. Duró varios meses escribiendo capítulos para su libro, estaba feliz por el hecho de compartir su pensar con demás personas. Aunque en ella vivía el temor de lo que fueran a decir sus amigos familia, y las personas que fueran a leerlo y no les gustara.

La ilusión de publicar su libro, no duró mucho tiempo, aunque tenía tras ella a personas esperando el lanzamiento del mismo, gracias a un capítulo que había escrito en la parte de atrás de su cuaderno.