La oscura apocalipsis

Capítulo 1:

Tras la llegada del sueño encarnecido

Sin embargo está claro que estos seres alados no son aliados ni protectores para nosotros como se relata en las historias bíblicas, lo que da ejemplo de esto es como un grupo de 6 personas devotas se acercaron a ellos en auxilio mientras escapaban de criaturas cuadrúpedas alrededor de 3, la criatura alada solo los pateo cerca de aquellos monstruos, usándolos como escudos de carne para tomarse más tiempo de acabar con una criatura a la vez.

Eso fue horrible aquellas personas siendo despedazadas, mientras gritaban, maldecían y lloraban. Lo único que podíamos hacer era escondernos entre los escombros y esperar una oportunidad de escapar, mi hermano Jeremy lloraba y temblaba, pero por suerte mi padre insto a no llamar la atención, y mi madre cubría los ojos de Daniel para que no llorase.

No sabía que hacer solo estaba ahí congelado ante aquellas escenas de sangre por todo el lugar, hombres, mujeres y niños por igual gritando de terror y agonía, mientras eran devorados, aplastados por bestias o escombros, o mutilados por la cruel lucha en la que solo somos nada más que un estorbo en su campo de batalla.

No podía creer lo que veía muy similar a aquel sueño  ¡¡ era real !!, no…no… claro que no !! No quiero creer lo que veo, mientras divagaba y buscaba una salida de este dilema, mi padre me sacudió y me dijo q reaccione, que regresemos a lo que quedaba de nuestra casa y tomemos lo que podamos para escapar.

Yo solo asentí confundido, y seguí tomamos unos minutos y nos escabullimos, todo estaba destruido se veía terrible. Lo único rescatable fueron unas latas de sardinas, atún, pan y para el agua tomamos 6 botellas vacías y la llenamos a tope. Cuando estábamos a punto de irnos mi padre me insto a llevar conmigo algo que pudiera ayudar a defenderme, así decidí tomar los 2 machetes que guardábamos en la cocina para ocasionalmente cortar hueso de cerdo, en cambio el llevo su escopeta recorta con una muy limitada cantidad de 6 cartuchos.

Al salir la batalla aún continuaba nos escabullimos entre los escombros de las paredes de mi casa y las del vecino, a quien presenciamos morir junto a su familia siendo aplastados por el descenso de los meteoritos, permanecimos en ese lugar por mucho tiempo hasta que dejaron de oírse sonidos estridentes del metal chocando, inadvertidamente nos encontramos que los monstruos que luchaban desesperadamente con los “Ángeles” ya no estaban en su lugar solo quedaron los cadáveres de los caídos, unos enormes cuerpos regados por doquier, con múltiples cortes limpios o heridas desgarradoras.

Nos sentimos aliviados podíamos tomar un respiro y huir lejos o al menos lo más lejos que podamos, intente tomar la espada de uno de los “Ángeles” a simple vista con su peso y tamaño creí que sería imposible aun así lo intente, supongo que por una inmensa curiosidad que tenía, cuando lo hice mi padre trato de detenerme diciéndome que “debería tener cuidado….los monstruos andan cerca y con su enorme tamaño nos verán” lo sabía aun así lo intente.

Estaba con miedo pero salí y tome el arma que estaba más cerca pese a su tamaño no pesaba nada que no pudiera manejar, me la lleve y le comente a mi familia, mientras la observábamos nos pareció bien y tome otra cercana, teniendo 2 de ellas entregue los machetes de Jeremy para que se sintiera menos indefenso.

De repente paso algo que jamás imagine esas espadas empezaron a arder en llamas mientras las sostenía, sentí un profundo y agudo dolor, quise alejarlas de mi pero no podía soltarlas, me arroje al piso y ya no pudiéndolo aguantar mordí mi camiseta, en un intento de no dejar que mi voz salga, grite….y grite… a través de la tela, pero no era suficiente, empecé a patalear mientras mis manos derramaban sangre y mis ojos lágrimas.

Esto continuo media hora hasta que termino mi sufrimiento, me desmaye….No sé qué sucedió después pero cuando desperté estábamos en las ruinas de un edificio a tan solo unas 3 cuadras de nuestro vecindario.

Todos estaban preocupados y Jeremy estaba observando entre los orificios de concreto, si se aproximara algo mi madre me dio algo de agua y mi padre me dio un fuerte puñetazo en el rostro, me dijo que “no seas estúpido por poco mueres y casi nos atrapan cuando escapábamos porque no podías moverte”, me sentí mal ya que tenía razón y no dije nada no objete ni me moleste solo baje la mirada.

El prosiguió “Cuando te desmallaste esas espadas cayeron de tus manos, y tus palmas estaban quemadas terriblemente nos asustamos porque se veía muy mal, pero no sé qué paso se curaron las heridas de la nada en menos de 1 minuto, y las espadas en el suelo cambiaron tomando un tamaño menor y su color se hizo una blanca y la otra negra míralas”.

Cuando mire donde señalo estaban 2 espadas con un diseño extravagante una refinada de color blanco y mango de bronce, la otra con un diseño simple de negro profundo que no parecía reflejar la luz.



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En el texto hay: criaturas, la familia, rompimiento

Editado: 06.03.2018

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