Todo había mejorado después de la discusión de Jane con Bianca, habían pasado dos semanas terribles, rogando para él bebe fuera lo suficientemente fuerte y aguantara. Jane se disculpó con ella por una semana completa e incluso con Liam el cual había estado yendo a revisarla hasta la casa.
Dos semanas atrás había sido Acción de Gracias justo cuando Bianca cumplió las dieciocho semanas, Jane las había sorprendido con su invitación hacia el médico, quien se pasó toda la cena sonrojado por el ataque de preguntas de las gemelas.
Ese día verían lo verían en la clínica, Bianca se haría un ultrasonido y las gemelas la acompañarían, estaba ansiosa no sabía si quería que le dijera el sexo o aguardar hasta el final de todos modos Jane y Jenna no la habían dejado ver nada de la habitación.
— ¡Vamos! ¡Vamos! Se hace tarde para ver a mi sobrino —Jenna la apresuro, pero es que la pelirroja estaba enorme y le costaba moverse en poco tiempo se había vuelto como un enorme balón.
— ¡Sobrina! —gritó Jane tras ella
—Ya, ya, lo que sea está bien —las dos miraron mal a Bianca mientras ella se reía y terminaba de subir al auto.
Mientras iban a la clínica recordó que sus suegros, Lucas y Parker habían conocido a Liam, fue el único que pudo tranquilizarlos de no venir pitando para Boise.
Aunque nadie lo había mencionado, Mark no había estado con ellos en Acción de Gracias lo que hacía que Bianca se preguntara con quien había estado, lo más seguro es que con Tiffany ya había logrado recordar el nombre de esa estúpida mujer, tal vez hasta vivían juntos, amándose, felices.
¡Pues que les aprovechara!
Bianca sacudió la cabeza como si con aquello despejara su mente, no podía permitirse pensar en él, su bebé no tendría que pasar por aquello sí su padre no quería saber de él haría lo posible porque no lo afectará, porque sería la mejor madre para su hijo.
Recibiría mucho amor por parte de ella y de sus tías, tíos y abuelos tal vez incluso de parte de Liam quién se estaba volviendo una constante en su vida y un buen amigo.
—Bianca, el doctor Baxter ya puede atenderlas.
Las gemelas la miraron muy sonrientes haciéndola sonrojar ya sabía lo que significaban, desde que Jane se había disculpado con Liam se habían hecho buenos amigos. Ellas insistían en que Liam tenía un enamoramiento con Bianca, pero ella se empeñaba en que aquello era falso.
¿Cómo podía gustarle a un hombre tan guapo sí estaba embarazada?
—Hola chicas —saludo su guapo doctor tampoco iba a mentir Liam era un hombre muy atractivo.
Las tres saludaron y sin esperar Liam le indicó que se acostara y delicadamente esparció un gel frío sobre su vientre. Los nervios la recorrieron mientras movía la máquina mientras su ceño se fruncía y tanto las chicas como Bianca se tensaron pues Liam no decía nada.
— ¿Liam... Que...
— ¡Oh! Vaya —sintió un estremecimiento recorrerla por todo el cuerpo, Liam la miró y sonrió— te hubiéramos hecho un ultrasonido antes.
— ¿Qué pasa? —Liam las miró a las 3 y sonrió aún más
—Bianca es que no vas a tener un bebé —ella y las chicas tenían cara de póquer, provocando más risas por parte del castaño— ¡Tenías razón!
—Te dije que era niño
—Te dije que era niña
— ¡Tendrá dos bebés!
¿Que? Bianca escucho a lo lejos los gritos de Jenna y Jane, pero ella solo miraba a Liam asombrada le sonrió y giró el monitor. Ahí estaban dos hermosas personitas, cada una en una bolsita, algo creció en su pecho al ver por primera vez a las personitas que crecían en su interior, era lo más maravilloso.
—No quiero saberlo —susurró Bianca— pero puedes decírselo a ellas
—Sí, señora —Liam de inmediato se acercó a las dos rubias. Mientras Bianca se levantaba, cuando el castaño se acercó, ella lo abrazo, la emoción la desbordaba no sabía que estaba llorando hasta que él le limpio las lágrimas que corrían en sus mejillas. Tendría dos bebés, dos niñas o dos niños o talvez uno y uno.