El día del cumpleaños, Emma llegó desde temprano para ayudar a Bianca a preparar todo, Luke había ido al aeropuerto, su padre iría a conocer a Bianca y estaba nerviosa, pero Emma le dijo que no había por qué estarlo que era un hombre maravilloso a pesar de tener mucho dinero.
Emma y Bianca se estaban llevando bastante bien, esperaba que con el tiempo se hicieran buenas amigas. Cuando llegó llevaron a Leila con los hijos de la pelirroja.
—Mami... ien esh eia —preguntó Andrew
—Andrew, Amber ella es Leila su prima y esta es la tía Emma —los bebés miraron a la hermosa bebé quien les sonrió con una desdentada sonrisa sacándoles una carcajada.
—Tía Emma y yo estaremos abajo pórtense bien y cuiden a Leila cualquier cosa solo griten y vendré de inmediato.
Las dos bajaron y empezaron a decorar todo y a preparar la comida para la reunión.
— ¡Hey Bianca! Hay un chico en la puerta que dice que se llama Liam,
—Ah sí, es un amigo, déjalo pasar —el castaño entró con dos enormes cajas de regalos.
— ¡Hola preciosa! Vine para ver si necesitabas ayuda, pero ya vi que no —Emma le sonrió pero Bianca podía ver la curiosidad brillar en sus ojos.
—Liam ella es mi cuñada, Emma. Resulta que tengo un hermano y luego te cuento. Emma él es Liam un amigo y es médico de los bebés.
Entre los tres terminaron de decorar y preparar todo. Katia llegó junto con Rupert y Melissa, su novia. Ellos se habían encargado del pastel, ahora sólo estaban esperando a que los niños despertarán, pues junto con Leila habían quedado rendidos después de estar jugando.
Bianca estaba en la cocina cuando escucho el saludo de Luke, estaba nerviosa por conocer al padre de su hermano.
— ¡Bianca! Ven que están ansiosos de conocerte —Luke no la dejó responder, simplemente la jalo hasta la sala, no podía evitar sentirse conmovida por la emoción de su hermano.
—Papá, ella es mi hermana Bianca —lo dijo con tanto orgullo que a Bianca se le llenaron los ojos de lágrimas— la encontré, por fin.
— ¡Oh Dios mío! Pero si eres igual de hermosa que tu madre— frente a ella había un hombre de la edad de Peter, con su cabello castaño manchado de blanco y una sonrisa amable— es un placer conocerte por fin. ¿Ya tienen la fecha de los estudios? —Preguntó Mike— no quiero que tengas ninguna duda.
Bianca sonrío al escucharlo y cuando la abrazó no dudo en corresponderle. Todos en la sala sonreía, Katia y Emma estaban con las lágrimas en los ojos por el emotivo momento.
—Yo también
—Mi niña, todo este tiempo hemos deseado encontrarte y ahora que lo hemos hecho es un alivio, de una vez te digo que puedes contar conmigo para lo que sea para mí siempre has sido una hija más, siempre has estado presente en nuestra familia.
Sonrío sin poder evitarlo, de repente su familia se había multiplicado y eso era una esperanza para ella, hacía que su corazón estuviera más tranquilo pues la soledad ya no se cernía sobre ella.
Un carraspeo los hizo separarse, fue cuando Bianca noto al otro hombre que era igual de alto y guapo que Liam, solo que su piel era más bronceada y su cabello más chocolate y unos hermosos ojos azules.
— ¿No piensan presentarme? —el hombre no le quitaba la mirada de encima, haciendo que Luke rodara los ojos.
—Bianca, él es Thomas Sullivan mi primo —el hombre se acercó y le beso la mano, Bianca sintió sus mejillas sonrojarse mientras Liam no podía evitar fulminarlo con la mirada.
El monitor para bebés empezó a sonar por lo que Emma y Bianca subieron por ellos, mientras abajo los demás acomodaron todo.
Al bajar la pelirroja le presentó a sus bebés a Mike, los dos lo observaban con curiosidad antes de sonreír y enamorar al hombre.
—Pero que bebés tan lindos —murmuró melancólico de que su preciosa Elisa no hubiera logrado ver a sus nietos.
Después de una hora ya habían cenado y partido el pastel, así que ahora Andrew y Amber estaban jugando con Leila. Hasta que el pequeño rubio centro su atención en Liam.
—Li-am —balbuceo el pequeño y se acercó al castaño para que lo cargara, su hijo adoraba a Liam y a él le encantaba consentirlo.