— ¿Piensas que algo tengo que ver? — tiró el periódico sobre el escritorio de León, estoy furiosa he entrado como el demonio de Tazmania, sin tocar ni nada.
La cara de León está llena de furia contenida.
— anoche llegue a visitar a mi cuñada y sobrino al hospital y no entendia cómo la dependienta de la tienda estaba asombrada por el nacimiento tan rapido del bebé — me cruzó de brazos — y fue ahi cuando me mostró el periódico, sabes que en mi familia no lo leemos por tanto amarillismo.
— ¿Qué tiene que ver conmigo? No he hablado nada con nadie. Salvo con una mujer que estaba comprando en la tienda y creeme que lo menos que pensé que era una periodista al ver su gran panza.
— ¡Era una maldita periodista!
— ¿Me miras algún radar o antenas insertadas para saber quién es periodista? — León se pone de pie y se acerca tanto a mi pero no me importa, estoy furiosa. Me acusó de algo que no hice.
— el asunto que en Florencia piensan que seré padre — me encojo de hombros, a mi no me hacía ningún daño que la comunidad femenina se enteraran y creyeran que León Amoretti ya no estaba disponible.
— no es mi culpa — levantó ambos manos y suspiró — honestamente lo único que le respondi a esa mujer es que era un varón — León no responde sólo se balancea en sus talones, su mirada es indescifrable.
El intercomunicador suena y él se mueve hacia su escritorio, se escucha la voz de Tania, la recepcionista, me giró para salir pero me detengo al escuchar mi nombre.
— «sólo desea reunirse con la señorita Rinaldi» — enarco una ceja por que no recordaba tener agendada alguna reunión con proveedores, León pregunta a Tania quién es, supongo al notar mi asombró.
— «Alessio De Santis» — me sujete rápidamente del espaldar de la silla, ¿Que rayos hacia Alessio buscandome en el trabajo?
— ¿Alessio? — las palabras zumbaban en mis oidos no estaba pensando bien, no sabia como reaccionaria después de tantos años de no verlo — ¿Estás bien?
No se que responder, por que estaba embargada por los nervios.
— yo... — escuchó que han tocado la puerta de la oficina de León y el «pase» de mi jefe. Un nudo se ha formado en mi estómago y me giró cuando escuchó el saludo de Alessio.
— León — la sonrisa de Alessio era ancha, se le hacian arrugitas en los extremos de sus ojos, se dirigió hacia mi que estaba como estatua en mi sitio, sus ojos me recorrieron de pies a cabeza y luego me beso en ambas mejillas — bellisima — sus ojos parecian dos estrellas brillantes ¿Era en serio? Se alegraba de volver a verme.
— no sabia que conocias a mi asistente — la voz áspera de León se dejó escuchar en toda la oficina.
— claro que la conozco, fue mi prometida por mucho tiempo —¿En serio lo dijo?, la mirada de León se endurecio y mi lengua era de concreto, estaba muy pesada.
— ¿En serio? Nunca lo mencionaste — León se sienta y nos observa.
— claro que te hablaba de mi florecilla — la mandíbula de mi jefe se contrae.
— ¿Asi que hablabas literal de Fiorella? — sonrie fríamente — ¿Qué deseas Alessio? Mi asistente y yo estamos en reunión, supongo no vienes a ofrecer alguna fusión con el Petra.
Alessio niega y se sienta.
— te felicito por lo que has logrado con la cadena de hoteles de tu familia pero aún deseo conservar la línea de mi padre, asi que no es visita de negocios — su mirada vuela hacia la mia y me mira — de hecho deseo llevar a almorzar a Fiorella — antes de que yo hablara, León interrumpe.
— imposible, estoy tratando un tema delicado con Fiorella — su mirada está fija en Alessio — ya sabes El Petra es prioridad para mi.
Ruedo los ojos por que no tenia que decirlo, todo el mundo sabia que el El Petra era la pasión de León, amaba a esas masas de ladrillos como si fueran sus hijos.
— bien, en ese caso, me marchó— Alessio sonrió y se puso de pie — yo preparare la cena está noche — León lo mira confundido y luego a mi.
— ¿Cena? — pregunta y Alessio asiente.
—asi es, me quedaré en su departamento— dicho eso, me dio dos besos en ambas mejillas y salió de la oficina. Un silencio sepulcral invadió la oficina, mordia mi labio inferior.
— voy a mi sitio, tengo mucho trabajo.
— ¿Lo aceptas asi tan tranquilamente en tu vida? ¡Se marchó por cuatro años y en ese tiempo nunca hablo de ti, nos reuniamos en las conferencias y siempre iba con alguien! — no respondo por que me asusta León — ese alguien ha sido su pareja desde hace cuatro años — tragó fuerte y lo miró, no me dolia lo que León me estaba revelando, no quedamos en esperarnos, cada quién volvería a rehacer su vida. Aunque conmigo no pasó, conoci a León, mi cerebro y corazón sufrieron un corto circuito ya que se supone que el cerebro debe llevarla la contraria al corazón pero en este caso no pasaba, ambos se sentaban juntos a babearse por este hombre sexy.
— es mi vida privada — lo miro a los ojos por que no deseaba que me dijera indirectamente que era una boba, no sabia si Alessio seguia en su relación, tenia años de no cruzar una palabra con él.
El asombró me gana cuando soy atraida con fiereza al cuerpo de León, conocia la dureza de ese pecho, ya mis piernas estaban en modo gelatina en 3...2... mi conteo mental fue interrumpido por la boca de León, me besó con fuerza para castigarme, «según él» por que para mi era el paraiso volver a sentir esos labios, correspondi con la misma intensidad, cada dia habia sido un desierto desde esa noche.
Me pegó mas a su cuerpo, siento su mano posarse en mi trasero y levantarme un poco por que... se inclinaba un poco por mi pequeño tamaño.
La invasión de su lengua fue bien recibida, mis manos entraron debajo de su saco, deseaba arrancarle la camisa para sentir su piel, senti el frescor de la oficina en un movimiento que hizo León, habia abierto mi blusa y yo no me habia enterado, sus dedos buscaban los botones de mis senos que estaban duros, solté un jadeo al sentir su suave pellizco en mis puntas, soltó mi boca y sin dejar de mirarme a los ojos, bajó ambas copas de mi sostén y lentamente su mirada se dirigió hacia ellos.