************************************
Era tan aburrido estar en la pequeña celda.
El movimiento del barco se había convertido en lo único entretenido para Remy que había encontrado una tapa de botella con el que jugar.
Observaba como se movía si lo colocabas en el suelo e intentaba adivinar a qué tablón del suelo rodaría proximamente.
¿Cuanto tiempo había pasado? A penas un minuto desde su conversación con Jakar pero ya parecía que llebaba semanas ahí dentro.
El joven permanecía cabizbajo y sus labio inferior intentaba abrazar su labios superior creando junto a sus cejas arqueadas lo que se podría llamar cara de cachorrito.
Mas aunque fuera pequeño Remy no era un cachorro.
18 años de edad le brindaban energía necesaria para cocinar diariamente y servir la comida.
Tarea ardua claro está si tiene que alimentar a una tripulación entera.
Paraíso negro empezó a vagar por su mente. Más bien tener trabajo a montones en vez de sentir estar en un lugar paradisiaco.
La tripulación aumentaba en cada visita, una vez el número de piratas a bordo se vió doblado. Se podría decir que menos mal que un ataque sorpresa mal dirigido acabó con unos cuantos.
Menos bocas que alimentar, menos trabajo para el encarcelado.
Solo debía esperar una noche... No sería tan dificil... ¿Verdad?
************************************
Santiago resopló y volvió a mirar la escena.
-Ven conmigo, vamos a tener una charla sobre ti y tu hermano.
Asintió silenciosamente y caminaron hacia su camerote dejando a la pobre joven atrás sin saber muy bien si podría acostumbrarse a esa vida.
Jakar se acomodó en el sillón enfrente de su mesa e indicó a otra silla para que el pirata se sentase en frente.
Santiago sentía como la tranquilidad de jakar le transmitía de todo menos seguridad. Sudor caía por su frente que intentaba limpiar con sus mangas disimuladamente.
- ¿Que pensabas?- dijo finalmente el capitán.
- En mi hermano- respondió con seguridad y mirando al capitán fijamente a los ojos.
Intentaba introducirse en su alma pero parecía que obtenía el resultado contrario de Jakar
-¿En la chica no pensabas?- pregunto con un gallo que curó al carraspear.
¿Se habría puesto nervisoso? No es posible.
- No, pero sabía que Remy haría alguna tontería si no lo hacía yo por él.
-¿Sabes que me empujó?-dijo terco y aburrido de las buenas respuestas.
El joven pirata quedó helado ante tal pregunta. Lo primero que había pasado por su cabeza fue cómo era posible que un chico tan debilucho empujase a Jakar. Lo segundo, sin embargo, era si Remy seguía con vida.
Al recapacitar se levantó derrepente.
-No habrás...- Dijo tensi dejando abierta la frase.
-No- Respondió el capitán de forma casual- pero me entraron ganas, muchas.
Santiago se volvió a sentar con un golpe de alivio introduciéndose en su cuerpo.
-Estoy enfadado- continuó Jakar- Jugaros la vida por una chica... ¿Estais locos? Si quereis atención femenina os llevo a una sala llena de ellas para que elijais.
- Eso no haces tu...
- No me hables así. Me parecía divertido pasar el tiempo con ella pero no prentendía que os pusieseis en peligro por esa desechable. Ya veré que hago con ella.
- ¡Por qué no puedo hablarte así! No hay nadie escuchando- el enfado aumentando en su voz.
- Porque soy tu Capitán- dijo Jakar incrédulo.
- Y también mi padre- susurró finalizando la conversación.