Hace mucho tiempo, cinco clanes fueron fundados. Estos eran los más poderosos.
Un día un hombre entro al parque donde se encontraban todas las fuentes de poder de todos los clanes existentes, sean los más poderosos o los más débiles. Los clanes fueron rápidamente a detener al hombre, lograron detenerlo pero no se dieron cuenta que el había alterado una fuente de poder.
Los clanes más poderosos volvieron a estar dirigiendo su ciudad y los más débiles se escondieron.
Pasaron días, meses, años. Hasta que el nacimiento de un niño en uno de los clanes más poderosos cambio sus vidas.
El niño nació bajo la protección del Clan Müller, un clan Alemán que era fiel aliado de un clan Italiano.
El niño creció normalmente, hasta cuando cumplió los doce años todo el clan se empezó a dar cuenta que el niño no tenía los rasgos de la familia.
"Gabriel, llegas tarde a la práctica"
Hablo una señora de unos 40 años.
"¿Por qué debo practicar si ya tengo todas mis habilidades bien pulidas?"
Dijo Gabriel, y era verdad, sus habilidades estaban bien pulidas aunque él no hiciera nada.
"Aunque lo estén debes ir, los más pequeños no saben eso y pueden faltar solo por seguirte a ti"
Volvió a decirle la señora al niño.
"No lo haré"
El niño llamado Gabriel salió corriendo hasta que llego a la terraza del último piso.
"Llegue"
El empezó a hacer unos movimientos raros y una luz oscura lo cubrió y cambio.
"He vuelto, y no los dejare escapar esta vez"
Gabriel desapareció.
El Clan Müller informo a los demás clanes para que tengan cuidado, ya que el malvado de hace años había reencarnado en su clan y había desaparecido.