ERICK:
-¿porque tan pensativo Erick?- pregunto Luis al salir de la clase de matemáticas después de mí, Luis ha sido mi mejor amigo desde que entramos a la preparatoria, es más bien como un hermano para mi
-ya sabes "LAURA", no encuentro la forma de quitarmela de encima- conteste sentándome en las escaleras a lado del salón, de la nada apareció un joven frente a nosotros sonriendo
-hola soy Mario- dijo el joven, Luis y yo lo mirábamos serios
-emmm hola- conteste mirando a Luis el cual se levantó rápidamente para estar a su lado, este hombre parece un gallo de pelea
-¿en qué te podemos ayudar?- pregunto Luis aun serio, él es un poco altanero más bien muy altanero
-¿cómo te llamas?- pregunto mirándome, probablemente me he puesto rojo ¿para qué quiere saber mi nombre? Luis me miro y noto mi incomodidad, el me conoce muy bien, ¿el chico sabrá que no soy gay?
-no queremos problemas, por favor retírate- dijo Luis caminando hacia el en forma de amenaza- no nos agradan los idiotas
-tranquilos, no es para mí, es para mis amigas- dijo aquel muchacho señalando a una banca, ahí estaban sentadas 5 chicas, pero una se levantó rápidamente y se fue, por instinto saque un papel y pluma para acto seguido escribir mi nombre, le extendí el papel y se fue sonriendo.
-¿porque se lo diste?- pregunto enojado Luis parándose ahora frente a mí, creo que a veces se le olvida que tiene 18 años y actúa como mi padre
-¿tiene algo de malo?- pregunte levantándome y comencé a caminar a otra parte
-claro que lo tiene Erick, son niñas, probablemente tengan 15 y nosotros 18- dijo aun alterado impidiéndome caminar, este chico se preocupa demasiado, sabe cómo sacarme de quicio
-en realidad tienen 16- le respondí sonriendo, seguí caminando pero mi querido amigo quería seguir peleando, una que sabemos no me ganara
-tendrás problemas Villalobos- dijo Luis caminando tras de mi
-nunca dije que algo pasaría con alguna de ellas, no soy completamente tonto como para hacer algo así, vamos a clase- conteste para que me dejara en paz