Colombia, 03 de septiembre del 2010.
En un pueblo pequeño. Vive una familia humilde. Dicha familia está compuesta por una madre (María) y sus dos hijos, Carlitos y Mía.
Mía es una joven estudiante de secundaria, cursaba su último año. Ella era de mediana estatura, flaca y de muy buen cuerpo para su edad. Carlitos era un adolescente de 16 años pero demasiado pillo y atento de las cosas. María era una mujer trabajadora, su esposo la abandonó con la llegaba de su segundo hijo, ella llevaba la carga de la casa en sus manos, la plata que cobraba al mes no le podía alcanzar para darle los lujos que quisiera a sus hijos, incluso a veces no llegaba a pagar las cuentas y se atrazaba en los pagos, y el banco ya le había advertido que podía perder lo único que tenía que era su hogar.
Los chicos ya estaban sentados en la mesa esperando su comida antes de ir al colegio. Su madre preparaba unos huevos revueltos con verduras.
Al terminar de comer los acompañó al colegio y luego se iría a su trabajo.
De camino al colegio una camioneta muy lujosa paró al frente de ellos y se subieron dos compañeras de Mía.
Mía y Carlitos dicen a la vez:
-Wow que camioneta más lujosa.
María le dice a su hija:
-Mi niña, usted nunca debe ser como esas mujeres, esas camionetas son de narcotraficantes y esas niñas son prepagos, venden su cuerpo por dinero y se meten en las drogas, y dan vergüenza, usted debe alejarse de esas niñas y tu también Carlitos.
Carlitos responde:
-Pues Mami, a mi me parecen muy sexys esas chicas, si tuviera la oportunidad...
María da un golpe en la cabeza de Carlitos. Y ingresan al colegio.
Al volver del colegio, Mía encuentra a su madre llorando y le pregunta preocupada que le sucede y María le respondé:
-No quería decirles pero otra vez me llamó el banco y me dice que si para el mes que viene no pago las deudas nos echan de la casa. Les dije que mi sueldo era muy poco y no me entendieron.
María rompe en llanto y Mía la consuela:
-Tranquila Mami, encontraremos la manera de salir de esta y poder pagarlo.