Capítulo 3: "El paraíso"

Capítulo 3: "El Paraíso"

Fernanda se encuentra con un hombre en una camioneta muy lujosa. Y dice:
-Viniste Chomba.
Este le respondé:
-Si, quiero que me muestres a la muchacha. Sube.
Fernanda sube a la camioneta y dice:
-Esa es la muchacha-. Y señala a Mía, quien iba caminando para salir del colegio con su hermano. -Dime si no está bien buena, ¿o no?
Chomba le dice:
-Chimba! Si que está muy buenota, traela a mi finca, consiguemela y te prometo que te pagaré muy bien. Te prometo el paraíso.

Fernanda sonríe y dice:

-Pues si es así, te la llevo cuando quieras, y la tendrás en tus manos-. Mira a Mía y sonríe con cara de maldad.

Chomba le dice a Fernanda:

-Estos días no voy a estar, tengo que llevar unos kilitos para México. El viernes creo que ya estaré de regreso en mi finca.

Fernanda le dice:

-Perfecto baby, el viernes la tendrás revolcándose en tu cama. Por cierto le encantan los hombres con poder, y le gusta emborracharse, y quién dice tal vez termina fumándose uno de los buenos contigo. Eso sí baby, a mí me pagas en dólares, vos sabes que yo no acepto pesos colombianos ni loca.

Chomba le dice:

-Maldita interesada, vos llévame a la muchacha y no te preocupes por los dólares, que a mí lo que menos me falta es la plata, y las mujeres obvio.

Chomba y Fernanda ríen.

....
De camino a la casa, Carlitos vuelve a preguntarle a Mía quién era esa mujer con la que hablaba y Mía no le respondé.
Carlitos le dice:
-Mía, a caso no te das cuenta que esta ciudad, este pueblo esta lleno de proxenetas, prepagos, y narcos. 
Mía le dice:
-Yo sé bien con quien me meto, y jamás, pero jamás seré una prostituta.
Ambos entran a su casa.
Su madre les preparaba un té con pan que había quedado hace unos días.
Carlitos le dice:
-¿No hay algo más rico para comer?.
María le dice a su hijo:
-No, no tengo más dinero y no le puede sacar más fiado al señor de la tienda. 
Mía le dice a su mamá y a su hermano.
-Tranquilos, conseguiré trabajo y podremos pagar las deudas y el banco, y comeremos más rico...
María le dice a su hija:
-No, yo no quiero que trabajen, terminen sus estudios, no quiero que busquen ningún trabajo.
Mía mira a su madre con enojo y se va a su habitación.
Mía mira la tarjeta que le había dado aquella mujer y piensa en llamarla. Y se dice a si misma:
-Lo siento mamá, pero no puedo dejar que cargues con todo, así que hablaré con esa mujer y seré modelo, al menos una vez para poder pagar algo de las deudas.
Mía marca en el teléfono el número de Fernanda. Y dice:
-Hola...¿Fernanda? Soy Mía.
Fernanda respondé:
-Hola baby, esperé tu llamado todo el día, tengo muy buenas noticias para ti. 
Mía dice:
-¿Ah si?
Fernanda dice:
-¡Si! Al diseñador le encanto tu perfil y quiere que vayas al modelaje, este viernes, dime que puedes, a eso de las 16:00 así te preparamos, vamos a la peluquería, a comprar la ropa, y muchas cosas más.
Mía le dice:
- Pues, a ese horario debería estar en el colegio... Pero puedo faltar, así que si vamos. ¿Nos encontramos en la plaza?
Fernanda respondé:
-Perfecto, si en la plaza, nos estamos hablando nena. Adiós.
Fernanda corta el teléfono y sonríe, y dice:
-Otra rata que cayó en mi labia...Gracias a esta nena podre ser una narcotraficante y de las duras.

Fernanda siempre había querido ser una narco, ella creía que ese era el paraíso, pero que más podía pensar si era una pobre diabla que vivía del engaño a muchachas jóvenes, y gracias a Chomba, el narco mas poderoso de la cuidad, lo podría lograr, pero debía llevarle a Mía sea como sea.