Capítulo 5: "Pérdida de la inocencia"

Mía despertó, seguía con la vista mareada, estaba pérdida. Fernanda la hizo bajar del auto y le dijo:
-Llegamos, al fin.
Mía no podía reaccionar a lo que veía, iba agarrada del brazo de Fernanda.
Fernanda tomó su celular y marco un número, y dijo:
-Chomba, abre las puertas, estamos aquí.
Chomba respondió:
-¿La traes contigo?
Fernanda le respondió:
-¡Si, baby! Yo jamás fallo. Pero ella tomó demasiado esta media ebría pero quiere acostarse contigo ya mismo.
Los sicarios abrieron las puertas, Fernanda y Mía entraron a la finca.
Fernanda la llevo hacía una piscina, y Chomba salió de la piscina, y dijo:
-Pero que ricura me trajiste mami-. Éste beso la mano de Mía, ella se la sacó como pudo ya que casi no podía controlar su cuerpo con los efectos de la droga. Mía intentó irse, Chomba no entendía a donde quería ir y Fernanda dijo que irían al baño.
Fernanda tomó del brazo a Mía y la metió en el baño con ella. Mía le dijo:
-Me quiero... me quiero ir-. Y comenzó a gritar llorando:
-¡¡¡Sa...sacame de aquí, me quiero ir a mi casa por favor!!!
- No pienses que me vas a arruinar los planes, perra-. Fernanda tomó fuertemente la boca de Mía y volvió a darle un trozo de una pastilla de droga, y le cerró la boca para que tragara. Y agregó -Y cierra la boca maldita.
Fernanda tomo a Mía quién estaba medio inconsciente y la llevo a una de las habitaciones y la tiro en la cama. Le saco la ropa y la dejo en ropa interior.
Fernanda  salió y se dirigió a la piscina, y dijo:
-Chomba nene, Mía te está esperando en tu habitación, está ansiosa de que vayas.
Chomba estaba por ir pero Fernanda puso su mano en el pecho de él y le dijo:
-Pero antes debes pagarme.
Chomba le dijo:
-Arregla con Jaime, el te dará tu parte y cinco mil dólares para la niña.
Fernanda respondió:
-¿Cómo así que cinco mil dólares para ella? No puedes dar...
Chomba la interrumpió diciendo:
-Tú te callas, agarra tu parte y le dejas los cinco mil en su cartera. Ah y espero que esto no sea uno de tus engaños.
.....
Chomba se fue a la habitación y encontró a Mía dormida en ropa interior. Él se dijo a si mismo:
-Mami, mira lo que me voy a comer esta noche-. Él comenzó a besar a Mía por el cuerpo y ella abrió los ojos pero no podía ver con claridad y entender lo que pasaba.
Chomba le quitó el sostén y siguió besándola.
Le decía cosas obscenas, luego se saco el pantalón y a ella le sacó su tanga.
Él comenzó a tener relaciones y Mía estaba trataba de empujarlo pero estaba muy débil, las lágrimas se le caían por las mejillas. Hasta que pudo cobrar sus fuerzas y lo empujó con sus piernas y grito pidiendo ayuda. Tomó su ropa rápido y sus pertenencias que habían quedado en la puerta de afuera de la habitación y se vistió.
Mía salió lo más rápido que pudo pero sus pies no coordinaban, se caía, su vista era nublada. Pero trato de salir, se asomó a un paredón de la finca y pensó que era su única salida. Su fuerza no le ayudaba, estaba demasiado débil como para saltar pero debía intentar.
Mía no lograba poder cruzar al otro lado, sus lágrimas caían sin parar. Intento nuevamente y pudo subir al paredón pero luego se cayó hacía el lado de afuera, sus rodillas estaban raspadas y sus manos muy coloradas de intentar tantas veces.
Mía se paró y comenzó a correr como podía. Un auto se le acercó y el hombre que manejaba le preguntó a donde iba y ella respondió que a la plaza del colegio dos quebradas. Se subió al auto y le agradeció al hombre por llevarla. Llegaron a la plaza y el hombre quiso meter su mano en su falda, Mía le dió una cachetada y el hombre le dijo:
-¿Cómo pensabas pagarme? Me vas a decir que te ofende maldita prepago. Seguro venías de acostarte con unos narcos con esa ropa.
Mía se bajó y escupió la cara del hombre y cerró fuertemente la puerta de su auto.