Cuando J-Hope me presentó a sus compañeros no eran tan guapos como ustedes los ven hoy...pero todos eran lindos y tiernos...excepto Jungkook...él siempre fue escandalosamente atractivo, extrovertido, fastidioso, payaso, hiperactivo, tierno, romántico, sexi, peeeero....súper tímido con las mujeres! conmigo y con todas las que he visto que se le acercan. Es que él tira la piedra y esconde la mano...es un conquistador... y logra que todas caigan a sus pies...y él se da cuenta de eso pero luego no es capaz de mirar a ninguna a los ojos y sostenerle la mirada....mientras que hay otro "pajarito" que tras su carita tierna y sonrisa inocente no deja que ninguna se "resbale" sin consecuencias....ese es Jimin...él es mi mejor amigo y una vez me dijo que la razón por la cual no me "raptaba" era por evitar una golpiza de J-Hope.
Ya cansada de la hipocresía de la gente de mi escuela, decidí continuar estudios de diseño en una universidad donde no me conocieran. Todos saben lo intimidante que es ir a una escuela nueva pero para mí eso era magnífico!
Ahí conocí a Cyntia, una muchacha latina de ojos grandes y de personalidad muy abierta, por eso era la rara de la clase. Ella era un cerebrito, diseñadora gráfica como yo, había estudiado coreano en su país para poder venir aquí a estudiar animación y lo hablaba bastante bien aunque muy gracioso...ella era un tanto complicada, nunca tenía tiempo de divertirse, todo lo que hacía era estudiar y buscar trabajo.
Estaba becada en esa prestigiosa universidad gracias a su coeficiente intelectual pero el dinero de la beca no le era suficiente. Seúl es una ciudad muy cara y ella tenía que conseguir un trabajo de medio tiempo para ayer!!
Cyntia me caía súper bien. Era amigable, ocurrente y sincera...no se quejaba de nada, lo que yo siempre hacía, me ayudaba desinteresadamente y era el único ser en toda Asia que no conocía a BTS.
Una vez me confesó que estaba desesperada buscando trabajo:
- Es difícil hasta para los coreanos conseguirlo, supongo que para un inmigrante novato más aún. - le dije.
- Yo estaría dispuesta a trabajar hasta limpiando! - me dijo con un gesto de llanto.
Estaba tan encariñada con ella que decidí ayudarla y acudí al de la barita mágica, el CEO de Big Hit, que ya éramos suficientemente cercanos:
- Me dices que es de tu confianza, habla coreano y no conoce a BTS...eso me parece muy conveniente...no será como contratar a una fan...me parece bien. Llévala mañana a La Casa para mantener el anonimato y allá hablaré con ella. - me dijo el CEO.
- Algún día se enterará de que trabaja para unos idols así que no le veo sentido a eso de mantener el anonimato - respondí.
- Eso nos dará ventaja para poder educarla en su oficio y probar que no estará ahí como una espía, será como un lienzo en blanco. Me gusta que trabaje por necesidad y no por querer estar cerca de los muchachos. Será mucho mejor para todos si sienten empatía natural ya que ellos están renuentes a tener una extraña en La Casa por las cosas que han pasado.
Contenta de poder ayudarla, le di la noticia y me quedé sorda con el grito de euforia que pegó en el auricular y al día siguiente la llevé a La Casa.
- No me dijiste que era gente rica. - dijo asombrada cuando llegamos.
- Son ricos y exigentes pero muy simpáticos.
Nos reunimos con el CEO:
- Así que tú eres la compañera de estudios de Jung Sae Min. Espero que no limpies como ella...aunque tu trabajo en esta casa será, más que limpiar, atender en todo a mis "sobrinos".
- ¿Sus sobrinos? me encantan los niños... y ¿cuántos son?
- Siete varones.
- ¿Varones? pero los atenderé yo sola a los 7?
- Prácticamente sí.
Cyntia pensó en como haría para llevar a uno al baño mientras el otro lloraba por agua y otro estaba ahorcando al hermanito en el suelo.
- ¿Y qué edades tienen? - preguntó resignada.
- De 23 a 28 años.
- Aaaah! entonces no son unos niños y no tendré que llevarlos al baño!!
- Bueno, si alguno quiere que lo lleves al baño te sugiero que seas cautelosa.
Una vez conocidas sus funciones, recorrimos La Casa para que ella se familiarizara con ella y luego yo tuve el placer de presentarles a "mis primos". Ella tuvo la misma actitud "normal" que cuando se presentó ante los compañeros del salón y para ellos fue genial que ella no estuviese temblando nerviosa balbuceando sus nombres.
Al día siguiente nos vinos en la universidad y ella estaba contenta de saber que pagaría sus deudas y al fin podría invitarme a tomar soju.
- ¿Cuéntame cómo te fue en tu primer día?
- Bastante nice, tus primos lo que hicieron fue holgazanear toda la tarde, comer, chatear y hasta me invitaron a jugar Play Station.
- Ah sí! ¿Y jugaste?
- ¿Jugar? Lo que hice fue el ridículo! Saltaba cuando tenía que agacharme y disparaba cuando tenía que saltar, así que me mataron todo el tiempo. Lo mejor de todo es que ellos solos recogieron todo y compartieron su merienda conmigo, así que me encanta el trabajo! Gracias "amichi".
- ¿Amichi?
- Amiga en español.
De ese modo pasé a ser "Amichi" y poco a poco se convirtió en mi apodo en La Casa.