**Lumos** Juro Solemnemente que no estoy tramando nada bueno **Lumos**
Albus Dumbledore observaba en silencio como Madam Pomfrey cuidaba de otro alumno recién ingresado a la enfermería por haber sido atacado por los gemelos Wesley en defensa de Hü… su cuerpo se estremeció de dolor ante el choque punzante. Sinceramente, ¡Aun no podía creer que Hogwarts le haya hecho esto! ¡Mira que maldecirlo con no poder decir los nombres de pilas de otros más que el suyo propio! ¡Cuando fuera capaz de moverse sin dolor en sus costillas visitaría el cuarto de Wards! ¡Era el Director de Hogwarts, Jefe Brujo del Wizengamot, Mugwump del IWC y Representan de Gran Bretaña del IWC! Era indigno que fuera maldecido por un castillo mágico que debía obedecerlo como su director.
Sus ojos cayeron en la mujer que se apresuró a acompañar otro alumno al interior, tras dejarlo al cuidado de la Medi-Bruja, esperó que se acercara a él para hablar con ella— ¿Qué paso ahora, mucha…—su lengua se volvió a trabar, gruñó cuando el dolor fue dos veces mayor al choque anterior cuando había intentado hablar con las desafortunadas víctimas de los gemelos Wesley.
— ¡Director! ¡Ya le dije que no puede dirigirse a otros despreocupadamente o retrasaría su recuperación! —Reprendió Madam Pomfrey al anciano hombre mientras lo miraba sobre su hombro, luego miró a la Sub Directora con el ceño fruncido y confundido—. El Director fue maldecido por Hogwarts, Minerva, no puede hablar con otros usando su nombre de pila, apodo, apelativos u otros nombres que no sean sus títulos u apellidos. ¡Así que absténganse de obstruir mi trabajo, Director! —Gruñó la mujer enviando algunos hechizos al anciano de diagnóstico, al ver los grados de dolor en el que se encontraba, invocó una ampolla analgésica—. Aquí, dale eso Minerva, a este paso el Director permanecerá en mi enfermería más tiempo del estipulado.
La mujer severa se apresuró a darle la ampolla al anciano— ¿Director? ¿Cuándo paso esto? —Preguntó pasándole la ampolla al hombre que gruñía, bebiéndola de un solo trago.
—Antes del amanecer —respondió la Medi-Bruja mientras se concentraba en lanzar hechizos a su nuevo pupilo—, estuve a punto de unirme a ustedes a buscar a Lady Potter-Black y Heredero Longbottom cuando el hombre se retorció de dolor y apareció la cresta de Hogwarts sobre él marcándolo en su lengua… maldecido hasta que Hogwarts crea lo contrario.
La Sub Directora palideció considerablemente y miró preocupada al Director— Antes del amanecer —murmuró, solo había pasado un evento importante que aun la mantenían avergonzada absolutamente de sus acciones—. ¿Qué hiciste, Albus? —Gruñó.
Antes que el alba rompiera, todo el personal de escuela, Aurores involucrados e invitados del ministerio, así como directores extranjeros, se habían reunido en su oficina para saber si alguno había encontrado respuestas sobre los desaparecidos niños, Lady Potter–Black y Heredero Longbottom. Para desgracia de ellos, nadie pudo encontrarlos, mientras se hicieron más planes para seguir buscándolos, Hogwarts había ofrecido información a través del Sombrero Seleccionador quién apareció en su oficina, despierto y hablando, el Sombrero dijo que Hogwarts estaba enojada sobre una ofensa cometida que sería tratada este mismo día por la escuela misma; estaba, sus instintos le decían, segura que el Director era en parte participe de tal ofensa.
—No lo sé, Profesora McGonagall —sus ojos se abrieron sorprendidos cuando escuchó el título de su profesión. Era real, ¡Morgana! Los ojos azules de Albus brillaba intensamente, algo ahí que no supo identificar antes de que desapareciera—. ¿Qué ha pasado durante el desayuno… Profesora McGonagall? ¿Ya encontraron a… Lady Potter-Black? —La pregunta evidentemente había sido forzada a terminar en reverencia al título de la nueva Lady residente.
La Sub Directora no cabía en su sorpresa, de hecho— Lo siento… ¿Preguntabas? —Había un oscuro regocijo interno, muy privado, que se sentía satisfecho con el uso formal de su título.
—El desayuno, Profesora McGonagall… ¿Qué ha pasado? —Hizo una seña apenas visible hacía los alumnos, hasta ahora cinco, que estaban postrados en sus camas bajo fuertes dosis analgésicas, curativas y hechizos de alerta.
—Nada ha pasado Director, he venido a informarle que no hemos tenido éxito en encontrar a mis leones desaparecidos.
El director apretó sus manos en puños, sus ojos perdiendo su brillo inusual mientras sus labios se apretaban. Tenía que ser encontraba la niña para poder hablar con ella.
**Magia** [Mordisco Inmortal] **Magia**
Neville Longbottom miró nerviosamente hacía donde se encontraba la figura dormida, preguntándose ansiosamente si era mejor salir e ir a buscar a alguien que pudiera ayudarla. Era bastante obvio para él que su amiga se encontraba sufriendo si los espasmo y estremecimientos eran algo para considerar… pero él había dado su promesa.