LAURA
Llego al centro, aparco a mi bebé, cojo mis cosas y empiezo andar en busca de una joyería abierta. Escucho como mi móvil vibra pero lo ignoro.
-Por fin- me digo a mi misma cuando encuentro una joyería- Disculpe, ¿me podría ayudar?- le pregunto a un hombre mayor que está detrás del mostrador.
-Dígame que necesita joven- contesta con una enorme sonrisa.
-Pues se me ha roto esto- le indico enseñándole la cadena junto al león- ¿Lo podría arreglar?
-Claro, en diez minutos lo tienes- responde después de examinarlo.
-¿¡Enserio!?- pregunto y al asiente, lo tomo de la mano con una gran sonrisa- Muchísimas gracias.
-No hay de que señorita- contesta con una cálida sonrisa- ¿Me podría decir de donde ha sacado este collar?
-Me lo regalo mi abuela, ¿por?- pregunto sorprendida mientras él lo arregla delante de mí.
-Es una pieza única, debe de tener más de 20 años- aclara y me sigue hablando sobre el collar. ¿Cómo puede saber todo eso solo con mirarlo?-Aquí tiene, como nuevo- me dice orgulloso- Lo he reforzado un poco para que no le vuelva a pasar- me susurra y me guiña un ojo.
-¿Cuánto le debo?- pregunto.
-Nada, solo era una chorrada.
-No me voy a ir sin pagarle.
-Mira hagamos una cosa, no le cobró si me promete que cuando vaya a comprar algo de joyería vendrá aquí- me ofrece.
-Pero sin el trato ya hubiera venido- replico.
-Pues aparte de eso tiene que venir a visitarme si pasa por aquí.
-Bueno… lo acepto porque me tengo que ir, porque si no se hubiera librado de mi hasta que no le hubiera pagado- le informo- Muchas gracias Tomás- le digo saliendo por la puerta.
-Nada Laura- contesta guiñándome un ojo.
Me ha caído bien este hombre, era muy simpático, amable, gracioso, inteligente…
Vuelvo al instituto y como solo faltan cinco minutos para que termine la penúltima clase decido ir directamente a la siguiente, pero primero pasaré por el baño.
Cuando llego al aula espero apoya en la pared hasta que suena el timbre y los alumnos salen, veo como todos me miran y cuchichean algo, pero decido ignorarlo. Entro y me siento en mi sitio esperando a mis compañeros y al profesor.
-¿Qué coño te ha pasado?- me pregunta Emma entrando al aula- Ni te imaginas lo preocupados que estábamos.
-Lo siento- respondo- No podía quedarme ahí- me limito a decir- Dime que no me he metido en ningún problema.
-No, por suerte nadie ha va a decir. A todos les cae mal Sonia, incluso a los cocineros- me asegura y yo suelto un suspiro de alivio- ¿Estás bien?- me pregunta y yo asiento, y antes de que pueda decir nada entra la profesora de inglés.
No presto nada de atención durante la clase, solo he estado mirando por la ventana mientras tocaba mi collar.
-Lau- me llama Emma- Vamos que tenemos entreno.
-Es verdad- contesto y caminamos hacia nuestras taquillas- ¿No vemos allí?- le digo y ella solo asiente.
Voy hasta mi taquilla y veo que algunas personas me miran, pero decido no decir nada. Cojo mis cosas y cierro la taquilla.
-¡Joder que susto!- grito llevándome la mano al pecho al ver a Jake delante de mí.
-¿Qué ha pasado?- pregunta.
-Hola a ti también- contesto intentado evitar el tema.
-Princesa…- inquiere.
-Da igual, ya no importa- le contesto- Encima llego tarde a entrenar- le digo- Adiós- me despido y le dedico la mejor sonrisa que le puedo dar en estos momentos.
JAKE
-¿Qué tal vas con la niña esa?- me pregunta María mientras salimos de clase.
-Bien, y no es una niña- le aclaro un poco molesto al escuchar cómo ha nombrado a Laura tan despectivamente.
-Vale, vale no te pongas así- se queja levantando las manos- ¿Hablando de la reina de Roma?- dice y me giro hacia donde está mirando.
-Ey princesa- llamo a Laura, pero veo cómo me ignora y sale corriendo.
¿Qué le pasa? Me pregunto a la vez que salgo tras ella, pero he tardado mucho en reaccionar y ya se está alejando en su moto.
-Primo, ¿sabes dónde está Laura?- me pregunta Lucía alterada.
-Se acaba de ir- contesto y veo como suelta un suspiro- ¿Qué ha pasado?
Mi prima dudosa me cuenta todo lo pasado y sin pensarlo dos veces me dirijo a la cantina.
-¿Quién te crees que eres para ir diciendo cosas de las que no sabes nada?- espeto cuando veo a Sonia en una mesa con una bolsa de hielo en la nariz.
-¿Enserio la vas a defender a ella?- pregunta incrédula- Fue ella quien empezó.
-No mientas, empezaste tú en mi fiesta, y por lo que me han contado hoy también has empezado tú- respondo cabreado- Encima que más te da con quien quiera o no estar eh.
-Porque sé que solo es un juego para ti- contesta.
-Mira Sonia, déjame en paz y sobre todo déjala a ella en paz, porque la próxima vez no seré tan benévolo- la amenazo y me voy ignorando sus gritos- ¿Sabéis algo?- pregunto preocupado cuando llego a la mesa donde están las chicas junto a Sergi y Álex.
-Nada- responde Emma dejando el móvil.
-¿Y ahora qué?- pregunta Anna.
-Seguro que viene al entreno- asegura Emma- Tenemos un partido importante el sábado por la tarde, así que no puede faltar.
-¿Dónde coño estará?- pregunto más para mí que para los demás.
-Tranquilo tío, seguro que está bien- me dice Sergi y justo suena el timbre, así que nos vamos cada uno a nuestra clase.
Las dos últimas clases se me pasan demasiado lentas, no puedo dejar de pensar en Laura, espero que este bien.
¡Riiing! Suena el timbre indicando que han terminado las clases y salgo lo más rápido posible para llegar a la taquilla de Laura a ver si está. Cuando llego dejo salir un suspiro de alivio.
-¡Joder que susto!- dice mientras se lleva la mano al pecho al verme pegado a su espalda.
-¿Qué ha pasado?- le pregunto, porque sé lo que ha pasado en la cafetería, pero Lu me ha dicho que ya le había dicho algo antes aunque no se lo había contado.