Capítulo 14 — Resurgimiento

Tres años pasaron desde que Shun se presentó en el santuario del maestro Hiroki, demostrando su gran poder. Un poder nunca antes visto. Llamándolo el poder del vacío o poder de la nada. el poder que desato era increíble, la destrucción de uno solo de sus golpes era devastador tanto que los maestros se unieron para vencerlo, pese que se estuvieron conteniendo, pero la decisión ya estaba tomada. Shun debía morir, para evitar aquel futuro.

Dentro del reino espiritual el emperador pese saber la situación de Shun siguió enviando soldados a explorar todo el río oscuro, para salvar a Shun sin tener éxito en su búsqueda los generales Chai y Ryu sabían que era imposible encontrarlo. Ingresando a la sala del trono donde estaban los nobles y el emperador se arrodillaron ante él.

—Majestad —dijeron juntos.

—¡Por favor! Díganme que tienen buenas noticias —dijo el emperador.

—No hay resultados de la búsqueda majestad —dijo el general Ryu.

El emperador frunció el rostro —majestad si me permite —intervino uno de los nobles. El emperador le dio permiso de hablar —ya han pasado tres años desde que ese joven cayo en el río oscuro. Usted sabe que no hay posibilidad de salir de sus aguas.

—Conozco muy bien el río oscuro, pero también estoy seguro que ese muchacho está vivo. Ustedes vieron el increíble poder que tenía en la visión. Creen que alguien así moriría así de fácil —repuso el emperador.

—Majestad —intervino el general Chai —los maestros inmortales lo han dado por muerto, también. Según los reportes de Ezio. Todos los maestros inmortales se muestran tranquilos.

—Además, las profecías no siempre se cumplen. —intervino otro noble.

El emperador se levantó de su trono y camino hasta la ventana mirando en dirección del río oscuro —en eso tienen razón, pero… —su rostro mostro preocupación —no dejo de sentir un mal presagio.

La sala del trono se quedó en silencio, el emperador dio la orden de que todos se retiren mientras se queda ahí. Los generales y nobles querían sentirse seguros de la desaparición de Shun, pero ellos sabían que el emperador tenía un sentido muy alto de riesgo, que acompañado a su habilidad de premonición. Significaba un alto acierto de que se haga realidad.

En lo alto de la torre del este estaban ambos generales mirando la ciudad, sintiendo como el viento golpeaba sus rostros —el emperador sigue determinado en encontrar al joven —dijo el general Chai.

—A veces me gustaría que no tuviera esa habilidad. Todavía más cuando sabe de algo. Es realmente aterrador.

—Si —dijo el general Chai —pero creo que eso es mejor que enfrentarse a ese joven. Si sigue con vida y la profecía se cumple. No habrá lugar al cual podamos escapar. Solo nos quedaría luchar y morir.

—Aceptar nuestro destino. ¡qué ironía! Quien diría que alguien sin el poder de la energía seria el causante de la destrucción del mundo entero. No más bien de la existencia entera.

—¡Aquí están! —llego Ezio algo cansado.

—Ezio —dijo el general Ryu. El joven soldado se acercó —dinos que descubriste en el reino humano.

—Los civiles desconocen de la situación. Solo se comenta de la batalla que se originó hace tres años con los maestros inmortales. Al parecer una batalla realmente intensa —relato Ezio.

—Eso lo sabemos —dijo el general Ryu.

—La historia de los hechos fueron cambiados. No coinciden con sus reportes —dijo Ezio.

—¿A qué te refieres? —pregunto el general Chai.  

—No se menciona al muchacho de la profecía. Dentro de los palacios de las gobernaciones, se han encargado de esparcir los rumores de que los maestros inmortales estaban intentando una nueva técnica, que los estruendos de hace tres años, era causado por esa nueva técnica. Una técnica para mejorar la trasferencia de la energía para la tierra.

—Parecen que intentan no preocupar a la población. Si se enteran de que hay una amenaza, causaría caos en el reino —dijo el general Chai.

—Si, además de que se cumplieron dos de las tres advertencias de la profecía —dijo el general Ryu.

—Hay algo más —dijo Ezio y los generales le pidieron hablar —pese que las personas del reino humano no saben de la profecía. Los gobernadores, los maestros inmortales, incluso el nuevo proclamado emperador. Han ocultado muy bien la existencia de Shun, para que el pueblo no se entere. No obstante, me entere de algo muy importante. El maestro Hiroki y la maestra Fei han llegado a un acuerdo, para casar a dos estudiantes inmortales.

—¿Hiroki? Es el maestro de la joven que tuvo la profecía —dijo el general Chai.

Ezio asintió —y es precisamente esa joven a la que quieren casar.

—¡Qué! —dijeron ambos generales.

—¿Estás seguro? —dijo el general Chai. Ezio asintió.

—¿A qué se debe esto? —cuestiono el general Ryu.   

—Por lo que pude investigar. Esa joven al igual que el emperador Artai está convencida de que Shun no murió al caer al río oscuro.

Esas palabras causaron escalofrió a los generales —al parecer el emperador volverá acertar. —continuo el genera Ryu.