Narra Samantha
Me quedé petrificada, no puede ser esto debe ser una maldita broma, en primera mis padres no me pueden a ver vendido, se que no me querían pero llegar a vender a su propia hija es demasiado y en segunda no puedo creer que el sea un mafioso, aunque la verdad si parece un poco, pero yo pensé que era un empresario o algo por el estilo.
- Algo que decir, o te quedaste sin palabras- dijo el muy idiota, aunque la verdad no mentía me quedé sin palabras y tengo un poco de miedo al estar con el, pero ni loca se lo haré saber.
- Mira idiota, me importa muy poco que seas, como si quieres ser el mismísimo rey del mundo, no me das nada de miedo, sólo eres un idiota que no tiene nada que hacer y está tan sólo que compra personas- le dije, lo mire detenidamente y su sonrisa se esfumó, sus ojos es volvieron fríos Y su aspecto mucho más terrorífico. Sinceramente pensé que me iba a pegar, por lo que intente retroceder, pero se me olvidó que la estúpida pared estaba molestando.
A este paso ya Trevor se había marchado y no me había dado ni cuenta, Alexander se separó de mi Y se me quedo mirando con cara fría, me agarro la mano y me saco de Ese despacho. Subimos las escaleras y pasamos por un pasillo bastante largo, paramos en una puerta azul celeste, el saco una llave y abrió esa puerta. No puedo creer lo que mis ojos veían, era una habitación bastante grande, tenía una cama enorme, un sillón, una tele enorme, un baño enorme y un armario lleno de todo lo que una mujer podría necesitar.
- Esta será tu habitación de ahora en adelante, Solo saldrás si estás conmigo, cerrare la puerta con llave y ni intentes escapar, por que a los segundo estarás en mi despacho. Por si no te has dado cuenta tengo muchísimos hombres, detrás de tu puerta habrá 2 Y ni intentes por el balcón, por que morirás en cuestión de segundos por la altura- me dijo alejándose para salir.
- Espera- le dije deteniendolo agarrándole de el brazo, este al instante se giró a verme.
- Para que me quieres, para que me tienes aquí, me vas a violar, me vas a prostituir. No lo entiendo- dije ya sin fuerzas y desplomandome en el suelo, pero antes de caer sus brazos fuertes me agarraron de la cintura y pegándome a su pecho acariciandome el pelo.
No puedo más necesito sacar todo. Y así lo hice empecé a llorar en su pecho por unos minutos hasta que me calme un poco. Siendo sincera en sus brazos estaba muy cómoda.
- No te quiero para nada de Eso, te quiero para aprender a amar, aunque no lo creas tengo sentimientos y quiero salir de esta oscuridad en la que estoy, no te quiero para dañarte, si no para amarte, hacerte feliz se que no me amaras fácilmente, pero haré todo lo que esté en mis manos para que eso suceda- me dijo mirándome a los ojos- vamos a hacer un trato, te doy un mes, si no te enamoras de mi en ese periodo de tiempo te dejaré libre, si lo haces te quedarás conmigo para siempre, para ser felices, para amarnos, para cuidarte, para protegerte- me dijo el acariciandome la cara. Me separé de el y me senté en la cama
- Que dices ¿aceptas el trato?- Me pregunto acercándose y estirandome su mano.
- Yo.........