La Profecía

Capitulo 11: Perdóname

Don't leave me when I'm alone.

And I'll be here when daylights gone.

 

Unos ronquidos me despiertan, encuentro a Boomer profundamente dormido a mi lado, para ser un perro pequeño vaya que ronca fuerte. Me enderezo en la cama despertándolo. ¿Cómo llegue aquí? Lo último que recuerdo es quedarme dormida en los brazos de Ethan. 

Lo busco por todo el cuarto. No está. Se ha ido. Algo por el rabillo de mi ojo capta mi atención. Una nota descansa encima del reloj en la mesa. La tomo viendo mi nombre escrito en medio de la papel. 

Te dejé algo afuera, espero eso te anime un poco. 

Te veré luego, Ethan. 

Una sonrisa tonta se forma en mi cara, mientras leo cada palabra que está escrita. Es increíble cómo después de todo una simple nota de él puede hacerme sonreír de nuevo. Dejo la nota en donde la encontré. Me arreglo antes de bajar las escaleras yendo directo a la cocina. Una nota de mi madre está pegada en la nevera.

Tenemos que hablar, por favor. Nos vemos en la tarde.

Dejo la nota a en la mesa desanimada, no quiero lidiar con la realidad por ahora, abro la nevera tomando algo de comer. También le doy a Boomer algo antes de irme. Salgo de la casa cerrando la puerta detrás de mí. Mi boca se abre de golpe cuando veo el algo del que Ethan estaba hablando. Avanzo hasta mi carro sin poder creerlo. ¿Cómo logro repararlo? Entro al coche ensimismada. Las llaves de mi carro están pegadas en el espejo del copiloto. Prometo que le agradeceré este regalo en cuando lo vea.

Llego a la escuela con un nudo en el estómago, no puedo evitar recordar todo lo que pasó anoche, en cómo no les di la oportunidad para hablar. Sé que fue injusto haberme ido de esa manera, pero sentía que estaba ahogándome. No podía pensar, no podía seguir escuchándolos, tenía que irme. 

Tomo varias respiraciones profundas antes de salir del carro, no estoy segura de cómo reaccionaré cuando los vea de nuevo, el coche de Bash está aparcado no muy lejos del mío. Una vez consigo reunir el coraje suficiente salgo del coche y entro al edificio, camino hasta mi casillero sin ver a nadie, intercambio libros con algunos que sé no necesitaré durante mi clase de lectura.

—¡Kate!—Molly me llama acercándose, Jackson está de pie junto a ella, apenas mirándome.

—Hola.

—Tenemos que ir hoy por nuestros vestidos, ya sé que Bash te lo pidió ayer, no tienes excusas.

—Molly no me siento bien. 

—¿Qué tienes?—pregunta preocupada. Mis ojos viajan hasta Jackson por unos segundos. Los aparto aún molesta con él. Molly no merece pagar por lo que está pasando en mi loca vida y puede que la distracción me ayude. 

—Olvídalo estoy bien. Vamos después de la escuela. 

—¿Estás segura? Si te sientes mal podemos dejarlo para otro día...

—Segura—Asiento con una sonrisa forzada.—¿Te veo en la salida?

Asiente con una sonrisa radiante. Veo a Jackson a su lado, puedo notar como quiere decir algo, pero no sabe si decírmelo o quedarse callado, tomo la elección por él.

—Me tengo que ir. Olvidé que tengo algo que hacer antes de clase—miento saliendo de aquí. 

Entro al salón sentándome en el primer banco vació que veo. Sin nada más que hacer miro las manecillas del reloj moverse, esperando a que la clase por fin comience, la campana suena dando inicio al día. Las mariposas aparecen en mi estomago esperando ver a Ethan cruzar las puertas, pero nunca lo hace. 

¿Dónde puede estar? ¿Le habrá pasado algo?

No pude prestar atención en toda la clase por estar pensando en él, además de la conversación pendiente que tengo con mi madre. No me doy cuenta de cuando la campana suena, todos se levantan saliendo del salón, Jackson aparece tan pronto salgo por las puertas, lo ignoro continuando mi camino.

—¡Kate!—grita mi nombre una y otra vez, hasta que no puedo evitarlo más, güiro sobre mis talones para poder verlo. Logra alcanzarme recuperando la respiración.—Sé que no quieres oír a nadie, pero por favor, escúchame a mí. Te lo ruego.

Lo miro debatiendo entre escucharlo o no, la verdad es que su mirada me mata y no puedo soportar verlo así, quiera o no Jackson siempre ha estado ahí para mí cuando más lo he necesitado, al menos puedo escuchar lo que tiene que decirme.

—Tienes hasta que Molly llegue—la veo platicando con unas compañeras al final del pasillo.

—Sé que estás enojada y tienes todo el derecho de estarlo—respira hondo antes de continuar.—Hicimos todo esto porque queríamos protegerte, probablemente no lo recuerdas, pero después de venir aquí no dejabas de tener pesadillas. Despertabas gritando y llorando cada noche.

Las pesadillas, la piel se me eriza al recordarlas, son las mismas pesadillas que tengo ahora. 

—Llegaste al punto de no querer hablar con nadie. No podías seguir así y Blake, tu hermano, tarde o temprano empezaría a buscarte, si no recordabas podíamos mantener tu identidad en secreto hasta que el día llegará en que te lo confesaríamos todo. Hace unos días nos llegó la noticia de que él puso a sus hombres a buscarte aquí, no sabemos qué hará si llegan a encontrarte. No sólo eso, tus poderes se están desarrollando, lo que significa que tu decisión llegará tarde o temprano. La profecía es lo único en lo que podemos contar para salvar nuestro reino—busca mi mirada.—Pero lo que me más me importa en estos momentos eres tu. Odio que estés enfadada conmigo, eres mi mejor amiga Katie, me duele mucho que me ignores. 

Sus palabras me dejan pensando, todo esto por que querían ayudarme a detener mis pesadillas, porque yo pudiera tener una vida normal como los demás. También está lejos de casa por mi culpa, no puedo estar molesta con él por hacer lo que pensó era mejor para mí y mi seguridad. Tal vez él realmente no tenían otra opción, conozco a Jackson, si mi vida estuviera en peligro haría cualquier cosa para protegerme.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.