CAROLINA WILSON
Christian entró junto al bombero Christopher.
-¿Habéis podido encontrar algo o alguna pista? -pregunté.
-No estamos seguros. -se limitó a decir Christopher.
¿Y, sospechan de alguien? -pregunté inquieta por la curiosidad.
-Ya hemos hablado y no vamos a decir nada hasta obtener confirmaciones. -respondió Christian.
-Solo nos parece curioso, que cuando fuimos a hablar con Nathan, justo tú nos hayas enviado un mensaje diciendo que los golpes pararon. -dijo Christopher.
-Yo también lo noto extraño. -comenté-, bueno, ¿queréis algo para cenar?
-Si, lo que sea. -respondieron ambos a la vez
-Pongan la mesa, voy a hacer la cena. -dije y me fui directo a la cocina.
Mientras iba a la cocina, escuché murmullos, supongo que estarían hablando de quién pone los cubiertos y quien los platos. Abrí la nevera, para ver qué haría de cenar. Saqué unos huevos y algo de salsa curry que sobró de la noche anterior. Hice el arroz y empecé a emplatar. Después de cenar, Christian se quedó a lavar los platos conmigo, mientras que Christopher fue a su habitación a informar a su equipo.
-¿Qué te pareció la cena? -pregunté.
-Buenísima, deberías hacerla más seguido. -respondió Christian.
-¿Mañana qué harás para comer? -pregunté con algo de curiosidad.
-No lo sé Carol, aún queda medio día por delante, ya lo pensaré mañana. -respondió algo cansado.
-Esta bien... Solo cuando obtengan resultados no me dejen fuera. -dije y salí de la cocina.
Sabía que estaban cansados, yo incluida pero solo quería charlar un poco, los golpes contra la pared aumentaban, cada vez más intensos, no los soportaba, iba a averiguarlo por mi cuenta, sospechaba mucho de Nathan, era muy raro en cuanto a su comportamiento, comenzaría a investigar mañana por la mañana, ahora necesitaba ir a dormir para reponer fuerzas para mañana poder investigar.
A media madrugada me desperté, los golpes no cesaban y eran demasiado molestos. Golpeé la pared varias veces hasta que los golpes pararon, volví a acostarme. En la mañana me desperté decidida a descubrir al culpable de tantas noches con mal sueño. Christian y Christopher seguían durmiendo así que hice algo para desayunar rápido y salir. Cogí mi cartera, bolso entre otras cosas más y me fui. No era tan temprano como para que los comercios estuvieran cerrados, por lo que decidí ir a comprar varios micrófonos de alta calidad y disimulados.
Con los micrófonos en mano, me dirigí de vuelta a casa, coloqué varios en las paredes de la parte derecha de la casa y fui a buscar a Nathan, necesitaba entrar a su casa, con estar en el salón me bastaba. Toqué tres veces a la puerta, Nathan abrió, nada más verme quedó perplejo.
-Anda, quién hay por aquí.
-Hola Nathan, -dije. -¿Puedo entrar a tu salón?
-Claro, ¿qué necesitas? -preguntó curioso.
-Nada, solo quería pasarme a saludar y de paso preguntarte si estos días estás dando fuertes golpes contra la pared, son insoportables, han hecho que mis horas de sueño empeoren mucho. -admití. Lo noté tenso, a causa de mi pregunta. Pero iba a averiguar qué tramaba.
-¿Me estás acusando de algo?
-No, no, para nada. Es solo que siento que provienen de aquí. Porque eres la única persona que vive en el lado derecho del piso.
-En ese caso, soy inocente. Necesito ir al baño, no tardo. -contestó rápidamente y se fue, dejando la puerta abierta.
Aproveché el momento en el que Nathan se fue y coloqué los micrófonos restantes por todo su salón. Unos minutos después, me senté en el sofá. En cuanto Nathan salió del baño, yo me despedí y me fui a casa.
En cuanto entré a casa, me recibió mi querido hermano, desayunando lo que preparé.
-Buenos días, Christian. -saludé.
-Hola, el desayuno está muy bueno.
-Me alegra que te guste. No fue nada.
Christian siguió con el desayuno y yo me cambié para salir a correr un poco y despejarme. Al mediodía le envié un mensaje a Chris, avisando de que no comería en casa, sino que fuera con unas amigas.
Tú
No me esperes para comer, comeré fuera con unas amigas.
Christian 💗
Vale.
En la tarde, volví a casa, estaba muy cansada. Me di una ducha rápida y me fui a la cama. En la noche, me despertó un olor delicioso proveniente de la cocina, era de bistec a la plancha.