✧ Capítulo XXII ✧

Martes 05 de diciembre de 2017.

Después de haber realizado las compras de los ingredientes que necesitaría para preparar los pasteles para la fiesta de Jungkook, regresó a casa y guardó todo en los compartimientos correspondientes. Luego subió a su habitación para guardar un par de cómics que tenía de Iron Man pues, sabiendo que este era el personaje de Jungkook, podría acercarse un poco más al hacerle saber al menor que tenían un interés en común.

— Hyung~— Giró hacia la entrada de su habitación para encontrarse con Jihyun, quien lo observaba curioso. — ¿Saldrás de nuevo?

— Uh, sí. — Respondió él, terminando de cerrar el bolso en donde llevaba las cosas. — ¿Necesitas algo?

— ¿Puedo ir contigo?

Un poco sorprendido y confundido por la pregunta de su hermano, sonrió ligeramente. Ellos no habían pasado tiempo juntos desde que el menor había cumplido los catorce años y, aunque había sido él quien pintó la distancia en la que se encontraban ahora, le pareció extraño que de pronto le pudiera ir con él.

— Está bien si no quieres. — Murmuró Jihyun, dando la vuelta al no recibir una respuesta de su hermano.

— No he dicho que no. — Dijo Jimin en respuesta, provocando que el menor regresara de nuevo hacia él, una pizca de esperanza en sus ojos. — Es sólo que iré al hospital para visitar a un amigo, ¿no hay problema?

— No importa, iré por mi celular, ya regreso.

Y, dicho eso, el chico salió corriendo hacia su habitación dejando a Jimin con un sentimiento de culpabilidad y nostalgia, ¿cuán grande eran las ganas del chico de pasar tiempo junto a él si se había puesto tan feliz con tan sólo decirle que sí podía acompañarlo? Ahora que había tomado las riendas de su vida, se aseguraría de pasar más tiempo con su hermano, tal como lo hacía hace ocho años.

Cuando ambos bajaban por las escaleras, se encontraron a su padre saliendo de la cocina y, detrás de él, venía Sohye, ambos muy sonrientes.

— Chicos, ¿a dónde van? — Cuestionó Hanbin, curioso al ver a ambos juntos.

— Iré con Jimin hyung, a visitar a su amigo. — Respondió con emoción Jihyun.

— Oh, ¿irás a ver a Jungkook? — Ésta vez se dirige a su hijo mayor, quien asiente con una sonrisa. — Entonces ¿les puedes llevar algo de mi parte? Pensaba en ir mañana pero, ya que vas tú. — Regresó a la cocina, dejando a sus hijos junto a su esposa.

— Mamá. — Llamó Jihyun a la mujer, quien giró a verle ante su llamado. — ¿Puedo pintar mi cabello?

Sohye abrió los ojos, sorprendida ante la ocurrencia de su hijo, Jimin también pareció sorprenderse ya que volteó a verle con interés.

— ¿Y a qué se debe tal ocurrencia? — Cuestiona Sohye, mirándole con atención.

— No es una ocurrencia, realmente tengo muchas ganas de hacerlo. — Jihyun volvió sus labios un puchero y sus ojos parecían los de un cachorro, Jimin rió ante tal escena al igual que la mujer.

— Debes preguntarle a tu padre antes. — El chico recobró su gran sonrisa, dando casi un salto de alegría antes de correr hacia su padre. — Ah, este niño. — Murmuró Sohye, acompañado de una risita.

Jimin, a su lado, también rió por el comportamiento de su hermano. — Sólo espero que no me culpen por ello.

— Ay, Jiminnie, tu hermano es un ocurrente por sí mismo. — Respondió ella, yendo a sentarse en uno de los sofás que habían en la sala de estar; el rubio la siguió, sentándose frente a él. —Aunque tal vez en parte se deba por ti, cuando te vio con ese color de cabello le pareciste muy genial y atractivo, así que estuvo diciéndome que también lo haría, no le creí hasta ahora.

Jimin sonrió por el dato, teniendo una idea de repente. — Entonces ¿puedo acompañarlo? Yo pensaba en ir por un corte, así que puedo llevarlo conmigo.

— ¿Lo harías?

— ¡Por supuesto! — Respondió él, sin dejar de sonreír. — Tengo confianza al lugar al que voy, así que estará en buenas manos.

— Bien, ahora sólo falta saber que-

— ¡Dijo que sí! — Jihyun regresó con ellos, luciendo más emocionado que antes. — Así que hay que irnos antes de que se arrepienta.