La razón de estar contigo [jikook]

» Capítulo XXVI «

Jueves 20 de diciembre de 2017.

Habían transcurrido ya dos semanas desde que Jimin y Jungkook habían tenido su primera cita; ambos eran dos chicos enamorados que no se preocupaban por disimularlo. Como la tarde de hace cuatro días en que todo el grupo se reunió en casa de Hoseok para ver películas, los dos se sentaron uno al lado del otro e incluso sostuvieron sus manos mientras permanecían sentados en el acolchonado sofá.

Obviamente el resto de los presentes se miraban entre sí, preguntándose silenciosamente qué demonios se habían perdido esos días pero no fue hasta que, luego de que Jungkook fuera a la cocina y regresara con más palomitas en un tazón para la segunda película, Jimin le invitara a acomodarse entre sus brazos y el menor aceptara plácidamente. Taehyung pausó el inicio de la película y volteó a verlos, pidiendo una explicación con una mirada fija.

— ¿Ya nos van a decir qué demonios pasa con ustedes? Se la han pasado todo el rato como bobos enamorados y no se han dignado en explicarnos.

— ¿Explicar qué, hyung? — Cuestionó Jungkook con inocencia, haciendo reír a Jimin.

— Estamos saliendo desde hace diez días, Taehyung.

— ¡¿Qué?! — Exclamó Taehyung con euforia, asustando al menor. — ¿Por qué no me dijiste nada, Jungkook?

— ¡Te dije que saldría con Jimin hyung! — Se defiende del pelirrojo, quien le mira con brazos cruzados.

— Es que sólo dijiste que tendrían una cita, no que se volverían novios o algo así.

— Porque no lo somos, apenas nos estamos conociendo, ¿no es así, hyung? — Jimin asiente, girando a ver a Hoseok para hacerle señas de que calmara a su novio antes de que echara sus planes por la borda.

— No te exaltes, amor. — Le pide Jung a su pareja, acariciando su espalda para que dejara de cuestionar al menor de ellos.

— No me exalto, pero es que ellos son cosa seria. — Jungkook se encogió de hombros y prefirió acomodarse a un lado de Jimin, como estaban al principio. El rubio giró a ver al menor quien lucía como un pequeño niño recién regañado y eso le derritió el corazón, por lo que sostuvo su mano nuevamente, acariciando el dorso de esta. El azabache se dejó hacer y terminó recostado en el hombro del mayor durante el transcurso de la película.

Por su parte, Yoongi y Suran habían permanecido entretenidos por la discusión y decidieron no comentar nada al respecto.

De vuelta a la actualidad, Jimin estaba arreglando su cabello pues había decidido ir de visita sorpresa con Jungkook, luego de que el menor le dijera que esa tarde se dedicaría a decorar su habitación. En su mente había formado un escenario perfecto, compartiendo el día con el menor y reír hasta que sus estómagos dolieran.

Una vez ya listo, bajó directo a la cocina en donde se encontraba su padre preparándose una taza de café y sosteniendo un periódico en sus manos.

— Buenos días, papá. — Tocó su hombro a manera de saludo y luego fue hacia el refrigerador de donde sacó una manzana y comenzó a comerla recargado en la isla. — ¿No es algo tarde para tomar café?

El hombre giró a verlo, bajando sus lentes sólo un poco para hacer contacto visual con su hijo y, con una voz seria, respondió. — ¿Acaso eres el policía del café o algo así?

Jimin rió ante tal respuesta y su padre continuó leyendo después el periódico. — Iré a la casa de Jungkook, ¿necesitas que haga algo antes de irme?

— No, hijo, todo está bien. — Respondió Hanbin con tranquilidad, dando un sorbo a su café antes de voltear a ver al menor nuevamente. — Y, ¿ya son novios?

El rubio casi se ahoga con el bocado que masticaba, su rostro se enrojeció y su padre golpeó su espalda suavemente. — ¿Te tomé desprevenido?

— Sí. — Respondió sin rodeos, haciendo que su padre esbozara una sonrisa divertida. — ¿A qué viene esa pregunta?

— ¿De verdad lo preguntas? — El mayor le miró con obviedad, esperando que su hijo dedujera la respuesta pero, cuando lo vio ladear el rostro, comprendió que ni él mismo era consciente de su total enamoramiento. — Pasas media semana con él y, cuando no están juntos, chatean a cada instante; últimamente lo que sale de tu boca sólo es "Jungkook hace esto, Jungkook me dijo lo otro", así que ya no me aguanté y quise preguntarte.

Jimin sonrió avergonzado de sus actos, por actuar como un adolescente emocionado y enamoradizo por primera vez. Se avergonzaba de no poder ocultar lo jodidamente enamorado que estaba de Jungkook, pero toda esa vergüenza se iba cuando veía al menor emocionarse cuando estaban cerca, porque Jungkook también se enamoró de él y, no hay nada más bonito que ser correspondido. Él lo había comprobado ya.

— Sí, estamos saliendo desde hace unos días. — Su padre le miró curioso, indicando que quería saber más detalles. Él volvió a sonreír, recargando ambos codos sobre la isla mientras que su mandíbula reposaba en las palmas de sus manos. — Bueno, tú ya sabías que él me gusta, pero yo no lo sabía que también le gustaba a él; todo comenzó desde su fiesta de bienvenida, fue cuando le entregué mi regalo y, cuando estábamos ahí en su cuarto — Jimin sonrió como un bobo al recordar aquella vez, cuando fue su primer beso. — nos dimos un beso, y luego entró Jin hyung y yo salí huyendo de ahí.



#91 en Fanfic
#2491 en Novela romántica

En el texto hay: bts, jikook, amoryodio

Editado: 04.01.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.