22 de Septiembre de 1576
Rey Arturo de Kazcálas.
Su excelencia, rey Arturo, ¿Cómo es que vos estáis tan seguro que lo sentís por mí es amor y no aprecio? ¿Vos tenéis tanta experiencia en el tema? Si es así, dudo de que vuestras atenciones sean perpetuas.
Nunca jugaría ni juzgaré a hombres de muchos amores, pues de un hombre así y una relación como esa nací yo, pero también sé que como existen hombres buenos que reconocen sus simientes también conozco de hombres que los niegan y hacen la vida de sus esposas desdichada.
Su excelencia, no quiero ser una esposa desdichada. Yo me quiero casar por amor y morir siendo amada por mi compañero. Como hombre enamorado que dice ser, seguramente ahora os preguntareis si tengo un hombre en mente al cual darle mi corazón y la corona, esté tranquilo que no hay todavía nadie así.
No os pienso censurar en ningún aspecto, excelencia, y os permito que me comience a acortejarme, y es que no se si vos seáis el hombre indicado o no. ¿Cómo he de poder responder tal pregunta si no tengo opciones ni respuesta? Mi corta edad me hace incompetente en el ámbito del amor.
Reina Padme de Sibelia.