La reina Bastarda

XXXIV

 

Cuando muere una Dama

La elegancia es un don que no cualquiera logra tener, algunos nacen con él, otro lo desarrollan  y otros simplemente nunca lo adquiere.

Ser una reina va más allá de sentarse en un trono y hablar por todos, el verdadero poder está detrás del hombre o un lado de él. El verdadero poder lo tiene una Dama. Bonita o fea, al cabo es mujer y una mujer sabe manejar sus hilos...más una mujer por amor pierde los estribos.

 

Las hijas menores de la reina viuda habían sido llevadas al calabozo de Padme, una migaja de misericordia, Padme les abrazo, les consoló, cuando miraban por la pequeña ventana como su madre era llevada fuera del palacio.

Gritaron, lloraron, volvieron a gritar y las lágrimas que mostraba la madre a lo lejos le hicieron tambalear. ¿Cómo puede existir mujer que aborrezca a quien la vida dio? Ni siquiera está segura de que sienta algo en su hueco corazón.

Una Dama caerá hoy, y mañana...nadie recuerda.

 

                                                                                                            La mariposa que susurró a Dios

 

 

 

 

 

¿En qué momento la existencia de Dios se vuelve dudosa? ¿Cuándo no te da lo que pides? ¿Cuándo te quita un ser amado? ... ¿Cuándo pone tu existencia a merced de otros?... La respuesta es: cuando tú quieres, y en este momento... Dios no existe.

 

 

 

23 de Enero de 1577

Lucía fue vestida para su ejecución con ayuda de Padme, ambas se aseguraron de no despertar a la pequeña Isabel.

Las manos de ambas tiemblan, ninguna de las dos es capaz de poner bien el tocado, ríen en silencio, ríen entre lágrimas silenciosas.

Lucía cree todavía en la misericordia de Catalina. Lucía aún cree que Dios existe. Habla sobre lo que hará saliendo de ahí, lo que planea hacer de su vida e incluso pensó en los nombres de sus hijos...unos guardias irrumpieron. Despertaron a Isabel y cerraron desde afuera.

Cuando Padme miró la cabeza rodar sintió que el aire le faltaba, que su corazón era oprimido de manera brutal y despiadada, Isabel parecía sentir lo mismo. Padme se aferró a Isabel y beso repetidamente su frente. Por encima de su cadáver se llevarían a Isabel.

Por la ventana sólo podía ver Padme, por la ventana los llantos llegaban a los oídos de Isabel, por la ventana la mirada de Lucía se encontró con la de Padme y ahí fue el final... Cuando en segundos la fe de Lucía se destruyó, cuando una niña dejó de creer en Dios.

 

 

"Cuando llegue a cielo le pediré a Dios que te deje vivir"

24 de Enero de 1577

Los guardias jalaban a la niña e Isabel se aferraba a su hermana, Padme no la soltaría. Padme no lo permitiría, más un golpe la dejó inconsciente. No despertó hasta el día siguiente.

Lloró desconsolada, no lo soportaba y el mensaje que la niña le escribió con su propia sangre en la pared del sucio calabozo mientras ella no miraba le quebró la voz y la hizo sentir miserable.



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En el texto hay: cartas, romance, tragedias y muerte

Editado: 22.11.2018

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