Prologo

—Abuelo ¿Qué haces?—preguntó una joven de 17 años.

—Nada, aquí, ordenando estos papeles.

—Deberías hacer una limpieza a fondo, la biblioteca también necesita sus cuidados ¿sabes?

—Lo sé muy bien querida, pero estos libros son muy delicados, como una rosa con sus espinas.

—A mi no me gustan las rosas, llevan muchas espinas y no las puedes coger bien.

—¿A si? ¿Y qué flor te gusta a ti?

—Pues… a mí me gustan…las magnolias, o las flores de cerezo, o ya se, los jazmines, a no, esas te gustan a ti.

—Si, a mi me gustan los jazmines, pero las rosas son tan delicadas y bonitas, que no puedo dejar de verlas—dijo el anciano, miraba una maceta llena de rosas rojas.

—¿El día de las flores rojas?—leyó en la maceta. —¿Qué significa? ¿Qué es ese día?

—Hay una historia detrás de esta maceta de rosas querida.

—Otra historia, cuéntamela por favor abuelo.

—Está bien, ponte cómoda—dijo señalando el sofá que estaba dentro de la biblioteca de su casa.

—Cuenta, cuenta.

—Esta historia se llama, la reina con máscara.