Elizabeth estaba recibiendo sin parar todos los ataques de Ash, estaba ensañado con ella, cada golpe era con la intención de matarla.
—Hasta ahora, lo único que he hecho es soportar sus golpes, pero parece no cansarse, si pudiera levantar ese camión talvez pueda noquearlo y así ganar algo de tiempo en lo que llega la policía. —se dice Elizabeth en sus adentros.
—¡Ya me cansé de jugar contigo! No se quien demonios eres, ¡así que terminaré esto de una buena vez! —Ash intenta darle un gran golpe, pero de repente comienza a sangrar.
—Lo que sea que te hayas hecho a ti mismo, comienza a afectarte, te estas desangrando…—le dice Elizabeth quien lo mira sorprendida.
—¿Qué? —maldita sea… ¿Qué me está pasando? ¡Ay! ¡me quema! — Ash comienza a revolcarse de dolor y Elizabeth aprovecha el momento para atacar.
En ese instante, Elizabeth le arroja un camión de carga y al momento de tocar la sangre de Ash explota.
Los estruendos provocaban que la gente gritara aterrada y hullera por sus vidas, mientras que Aris seguía caminando en la oscuridad buscando la manera de socorrer aquella joven.
—Debo darme prisa, o esa pobre chica morirá, pero como si yo pudiera hacer algo… —Aris corre con todas sus fuerzas, sosteniendo una barra de metal para defenderla.
—¿Lo mate? —se pregunta Elizabeth aterrada.
—Ese maldito me vio la cara, La droga está perdiendo su efecto, tomaré mi ultima reserva y acabaré con esto. —Elizabeth se queda mirando fijamente hacia donde esta el camión en llamas y de entre el ardiente fuego sale Ash, mas fuerte y furioso que nunca.
—¿Cómo es posible? ¿Por qué sigue de pie?... —Elizabeth comienza a temblar.
—¿Por qué esa cara? ¿Acaso no te da gusto verme muñequita? Acércate, te prometo que lo haré rápido. —le dice Ash con una aterradora sonrisa.
—¡La policía no tardará en llegar! ¡pronto será tu fin! No intentes nada raro…
Ash arrojó con todas sus fuerzas el autobús en llamas y Elizabeth logró ver de reojo como un civil estaba parado completamente congelado y ella corrió a toda prisa para protegerlo.
—¡Cuidado! —en la oscuridad, en medio de la insistente lluvia Elizabeth no reconoce a Aris y lo empuja para que no sea envestido por el autobús.
—Pero que….
Aris tampoco logró reconocer a Elizabeth, pero pudo percibir su perfume, la silueta de la chica enfrentándose aquella bestia lo tenía sin palabras.
—¡Te tengo maldita bruja escurridiza! Ahora mismo te romperé los huesos. —la sonrisa de Ash parecía la de un maniaco, Elizabeth aún se sentía insegura con su fuerza, pero no quería morir en las manos de ese psicópata.
—No puede ser…es más fuerte que antes… —se dijo Elizabeth en sus adentros mientras veía pasar su vida delante de sus ojos.
—Voy a matar a ese mocoso que salvaste antes y después iré por el maldito anciano para despedazarlo, lastima que tus ojos no lo verán. —le dijo Ash lleno de rabia.
Ash golpeó con tal fuerza el estomago de Elizabeth que la mandó a volar estampándola contra los escombros, después de eso se fue contra Aris quien estaba completamente paralizado.
—No puedo ver nada…todo esta demasiado oscuro, ese monstruo viene por mí. —dijo Aris quien trataba de no hacer ruido.
—Es una lástima que hayas aparecido insecto ¿creíste que podías ayudar a esa bruja? Jaja, te aplastaré igual que a ella jajaja.
Ash estaba apunto de levantar el auto donde Aris se escondía y de repente la voz de Elizabeth lo detuvo.
—¿A dónde crees que vas? Aun no terminas conmigo. —exclamó aquella valiente mujer.
—¿Aun sigues con vida? ¡ahora si me encargaré de aniquilarte!
La policía por fin había llegado, todo estaba incendiado y hecho pedazos por Ash, inmediatamente le dispararon con pistolas eléctricas para tratar de paralizarlo, pero él se resistía y le lanzaron una red para aprisionarlo y cuando creían que ya lo habían inmovilizado, Ash se suelta con su gran fuerza y golpea a los policías que trataban de dispararle.
—¡Necesitamos refuerzos!
—¡No dejen de disparar! —la fuerza policiaca trataba de usar todos sus recursos para poder doblegar aquel delincuente, pero era demasiado fuerte para ellos.
—¿Quién demonios les dio permiso de interrumpir mi cacería malditos insectos?
—¿Dónde están los refuerzos? ¡no podemos contra él!
—¡Dejen de estorbar!
Ash arrancó dos postes de Luz y se los arrojó a los policías que se cruzaban en su camino, Elizabeth estaba ideando un plan para por fin deshacerse de él y necesitaba la ayuda de la policía para logarlo.
—¿Quién esta con él? —se preguntaban los policías confundidos.
—Parece una chica, no logro distinguirla bien.
—Creo que…esta intentando detenerlo. —dijo uno de ellos sorprendido.
—¡Oye lo que intentes hacer hazlo ahora! —gritaron los oficiales mientras distraían a Ash.
—Es mi oportunidad. —Elizabeth golpeó a Ash en la nuca de una patada, aturdiéndolo un poco y aprovecho ese momento de vulnerabilidad para molerlo a golpes.
Elizabeth solía ser una chica atlética, se ejercitaba y en su adolescencia había practicado artes marciales, las peleas cuerpo a cuerpo eran su especialidad.
—¡Ahhh!
—Demonios…sus golpes son brutales, es como si un auto bus me arroyara una y otra vez ¿de donde saca tanta fuerza si solo es una mujer? —se preguntaba Ash quien apenas si podía cubrirse el cuerpo.
—¡Es hora! ¡Dispárenle! Eviten darle a la chica. —grito el oficial en jefe.
Las detonaciones no cesaban y Elizabeth podía ver como el cuerpo de Ash apenas si podía ponerse de píe.
—Tienes que rendirte o van a matarte.
—¡No pienso perder ante una mujer! No voy a rendirme…. ¡ahh! —el dolor y el ardor que Ash estaba sintiendo en su cuerpo era insoportable, las drogas estaban terminado de hacerle efecto y además lo estaban dañando severamente.
Editado: 02.08.2024