La reina cuervo (libro 1)

Inevitable.

 

Las atenciones de Sam me parecían un sueño, era el chico perfecto, mientras más lo conocía, más me sentía atraída a él, era como una tentación inevitable.

—¡Hey! ¡estamos aquí! —exclamó Ben al verlos llegar.

—Encontraron un buen lugar. —dijo Sam al ver que estaban a unos pasos de los baños.

—Era la única mesa disponible jeje, las reseñas de este bufet son muy buenas, vale la pena jeje.

—¿Todo bien linda? —le preguntó Mikea a Elizabeth con discreción, pensaba que le había llegado el periodo.

—Si, fuimos por unas banditas jeje.

—¿Entonces eres de Italia? yo siempre quise aprender italiano, estoy tomando clases los fines de semana, dicen que es bueno para ligar jaja. —expresó Andreu con risas.

—¿Y cuanto tiempo llevas estudiando? —le preguntó Aris con curiosidad.

—Ay no le creas, seguro esta bromeando. —declaró Mikea molesta.

—¡Claro que no! Ya tengo dos meses asistiendo. ¿Por qué nunca me creen?

—¿Así? Entonces di algo.

—Denme un momento, si todos me miran me pongo nervioso, ok, eh…Ciao sono Andreu (hola soy Andreu) —¿Lo dije bien? —le preguntó Andreu a Aris algo apenado.

—Si, apenas estas empezando, así que no te presiones por el acento.

—Mejor escuchemos a alguien que si habla italiano de verdad ¿Por qué no nos hablas en tu lengua natal? —le pidio Mikea emocionada.

—¿Qué debería decir? —preguntó Aris con algo de vergüenza.

—No sé, dinos como conociste a Elizabeth, algo corto si quieres.

Aris miró a Elizabeth y esta hizo un gesto de incomodidad, pues la manera en la que se habían conocido no era muy fácil de explicar.

Todos mantuvieron la mirada fija en él y Aris comenzó hablar, su acento era muy lindo y romántico.

—Ho incontrato Elizabeth per caso, quando meno me lo aspettavo, mae´ stato un miracolo nella vita, lei e´ mia amica e mia compagna e la proteggeró.

(Conocí a Elizabeth por casualidad, cuando menos lo esperaba, pero ha sido un milagro en la vida, ella es mi amiga y mi compañera y voy a protegerla.)

—¡Ay! ¡que lindo hablas! —exclamó Mikea maravillada.

—¡Wou! Les dije que el acento era la clave jaja. —manifestó Andreu emocionado.

—¿Y que fue lo que dijiste? —le preguntó Carlos con curiosidad.

—¿Oye podrías escribirme una carta? Te pagaré, es para una conocida. —añadió Andreu con insistencia.

—El italiano es un idioma fascinante, tan solo por el hecho de hablar ya parece un poema. —le dijo Elizabeth con una sonrisa.

Durante la estadía en el restaurante, los chicos se divertían, bromeaban y hablaban de todo un poco, Aris comenzaba a sentirse incomodo, pues Mikea estaba pegada a él como un chicle, pues era evidente que le parecía lindo.

—Noto que Elizabeth esta algo nerviosa, nunca la había visto así… —se dijo Aris así mismo mientras la observaba, ella estaba sentada junto a Sam.

—Oye Aris ¿el helado de aquí es bueno? —le preguntó Carlos inclinándose hacia él.

—No está mal, aunque a dos calles de aquí esta The ice cream King, esos helados son otro nivel.

—¿Por qué no vamos ahí? —les propuso Sam y todos lo siguieron.

—No se si pueda con un helado. —externó Elizabeth satisfecha.

—Claro que puedes, te he visto comer más que esto jaja. —le dijo Aris entre risas.

—Oye, jajaja.

—Pidamos la cuenta. —exclamó Andreu mientras sacaba su cartera.

—No se preocupen, yo pago. —dijo Sam con una sonrisa.

—¿A caso puedes ser más perfecto bebé? Jajaja

—Pago lo de todo, menos lo de Andreu jajaja.

—¿Qué? ¿Por qué de repente actúas tan raro cariño?

Andreu se acercó a Sam para abrazarlo y este huyó de él.

Una vez que Sam pagó la cuenta, se dirigieron a la famosa heladería y todos se encontraban eligiendo su sabor preferido.

—¿Cuál sabor vas a elegir Elizabeth? —le preguntó Aris dispuesto a invitarla.

—No lo sé, aun no me decido, nunca he venido a este lugar.

—Mira, te recomiendo probar este, es de manzana y esta delicioso. —le dijo Sam mientras le ofrecía su cuchara.

—¡Wuao! ¡es riquísimo! —manifestó Elizabeth con los ojos brillantes y a Sam le dio mucha gracia.

—Yo también quiero probar ¿me puedes pedir uno Aris? —le preguntó Mikea con una sonrisa.

—Ah, claro ¿lo quieres doble?

—¿Me lo compraras tú?

—Por supuesto. —le dijo Aris con amabilidad.

—Ay que lindo eres, todo un caballero.

—Oye Carlos ¿crees que mi helado sabe raro? —le preguntó Ben con un gesto de preocupación.

—No lo sé, déjame probar…. ¡Hey! —Ben le había embarrado todo el helado en la cara y junto con Andreu se morían de la risa.

—Sabia que no podía confiar en ti….

—Jajajajaja, lo siento, no me resistí jajaja.

—Oye ¿qué les pasa? —les reclamó Mikea saliendo a su defensa.

—Cálmate zanahoria, es solo una broma. —declaró Andreo entre risas.

—¡Pues toma esto!

Mikea terminó embarrándolo a él también, Sam se acercó a Carlos y le dio un puño de servilletas para que se limpiara.

—No te preocupes, así son ellos ¿te la estás pasando bien? —le preguntó Sam a Aris quien estaba contemplando la guerra de helados.

—Si, no te preocupes jeje.

—Me alegro, cuando quieres puedes volver a reunirte con nosotros, eres bienvenido al grupo, Elizabeth ya me había hablado de ti, veo que son muy cercanos.

—Somos amigos y vecinos también, mi padre le renta un departamento, así nos conocimos.

—Si, yo espero también llegar a ser un amigo para ella. —exclamó Sam con una sonrisa cálida.

—Eh, sí, claro….

—Lamento que hayan tenido que presenciar este grado de madurez chicos, pero se lo merecía. —exclamó Mikea con las manos pegostiosas.

—Yo ya estoy acostumbrado jaja. —dijo Sam mientras le ofrecía gel anti bacterial a Mikea.

—Oigan ¿no sienten que el ambiente esta un poco pesado? —les preguntó Ven con la piel erizada.



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En el texto hay: romance, accion, heroes vs anti heroes

Editado: 02.08.2024

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