Mikea se encontraba en el departamento de Elizabeth , estaba asombrada por el espacio y la comodidad que podía tener para ella sola.
—Siéntete como en tu casa ¿quieres beber algo?—le preguntó Elizabeth con amabilidad.
—Ay te envidio tanto…desearía tener mi propio espacio, vivir sola debe ser un sueño.—exclamó Mikea mientras soñaba despierta.
—Tiene sus ventajas.
—Gracias por dejar quedarme contigo esta noche, eres la primer amiga mujer que tengo y no esta Dana mal.—expresó Mikea con alegría.
—Es didicl creerte, eres muy sociable y amigable.
—Mmm, no, es más fácil hablar con chicos, pero tu eres linda.
—Para ser honesta, antes de venir a Nueva York tampoco tenía muchos amigos, pero me alegra que eso haya cambiado, ahora tengo a los mejores.—le dijo Elizabeth dibujando una sonrisa en sus rostro.
—Si, eres una suertuda, me caiste bien al instante jajaja, ay hace mucho calor aquí ¿te importa si me quito el suéter?
—No adelante, prenderé el clima de todas maneras.
En ese instante Mikea se quitó el suéter de cuello y manga larga que llevaba y los múltiples moretones resaltaban en sus brazos y espalda.
—Mikea….—Elizabeth se quedó perpleja ante la imagen insólita de su amiga.
—Ah, no es nada.—exclamó ella con la mirada cansada.
—¿Quién te hizo eso?
—Enserio no es nada jajaja, me caí por ahí, es todo.
—¿Te caes muy seguido?
Elizabeth se acercó a Mikea y al revisar su espalda se quedó atónita por los grandes golpes que llevaba.
—¿Quien te ha hecho esto? ¡Dices que soy tu amiga! ¿Entonces por que me mientes ? ¿A quién tratas de proteger? ¿Es… tu novio?
—Es Jack, mi padrastro…él nos golpea a mi mamá y a mí cada que tiene oportunidad, pero no te preocupes, estoy acostumbrada a lidiar con él, solo debo desaparecer cuando este en casa.—le dijo Mikea bajando la cabeza.
—¿Y tu mamá? ¿Que hace al respecto?
—La pobre la pasa peor que yo, dice que lo ama y que no puede vivir sin él, se moriría si él desparece de su vida.
—Mikea… esto no esta bien.—Elizabeth abrazó a Mikea y se conmovió mucho.
—No es un tema fácil de hablar ¿a quién podía decirle? Él da mucho miedo, además es un abogado en ascenso, su carrera va en despegue y tiene una gran reputación ¿quien podría creerme?
—No importa si es abogado o presidente, merece un castigo por lo que les hace a ti y a tu madre, debería ir a la cárcel.
—Lo sé, pero solo por esta noche, no quiero saber de él, ni de las cosas que pasó en casa, solo Divirtamonos ¿si? Solo ayúdame a olvidarme de él por un rato.
—Ay Mikea…
De pronto, el timbre sonó.
—Ya llegaron, dejemos esto para después ¿ok?
—Pero…
—Iré abrirles.
La voz de Carlos sacudió los oídos de sus amigas, eran Andreu, Carlos y Sam.
—¡Llegó la diversión nenas!—exclamó Carlos emocionado.
—Huele delicioso.—dijo Andreu disfrutando del olor a mantequilla.
—Hola chicas, trajimos pizza.—les dijo Sam con una sonrisa.
—¡Sí que son puntuales! Adelante están en su casa jaja.—declaró Mikea con una actitud relajada.
—Hola chicos, que bueno que vinieron.—les dijo Elizabeth tratando de asimilarlo todo lo que había pasado, sus amigos no habían visto los moretones por que mikea se había vuelto poner aquel suéter.
—No nos decidíamos que películas ver, así que traje mi arsenal de recomendaciones.—dijo Carlos sacando su lista.
—Por lo que más quieran no pongan comedias románticas.—suplicó Andreu con cara de flojera.
—¿Que? Creí que entendían la dinámica, diario de un romance, un amor en alamar y esa película de vampiros que ya es una saga.—exclamó Mikea con sarcasmo.
—Esas son las películas favoritas de Andreu jaja.—declaró Sam entre risas.
—Te falto bajo el mismo cometa jajaja.—añadió Carlos alegre.
—Jajaja, creo que son más románticos que nosotras jaja.
—Por cierto, gracias por invitarnos a tu departamento Elizabeth.
—Fue idea de Mikea, ella me animó hacer la reunión.
—Este sofá es muy cómodo Elizabeth, espero no quedarme dormido.—confesó Carlos acurrucándose.
—¡Oye ese es mi sofá! —declaró Mikea entre pucheros.
—Déjalo, siéntate aquí.—le dijo Andreu haciéndole un espacio.
—Espero que tengas buenas intenciones.—le dijo ella fulminando con la mirada.
—Las mejores rojita.
—Yo traeré las bebidas.—propuso Sam poniendo de píe.
—Ah, te acompaño, te mostré donde están las cosas.—le dijo Elizabeth tratando de controlar sus nervios y se fueron a la cocina.
—¿Tu amigo Aris no vendrá?
—No, su papá quería cenar con él, nos canceló hace unas horas.
—Que lastima, por cierto, tu departamento e lindo.—le dijo Sam con esa hermosa sonrisa.
—Gracias, aun falta que compre más muebles, pero lo haré poco a poco jeje, vivir solo es algo solitario, es bueno debes en cuando, pero no siempre, la compañía es necesaria, extraño a mi mamá.
—Te entiendo, yo también vivo solo.
—¿De verdad?
—Si, pero a mi me gusta de vez en cuando mi soledad.
—Que irónico, siempre estas rodeado de tus amigos.
—Jajajaj, si lo és.
—¡Oigan la película ya va a empezar!
—¡Ya vamos!
La película siguió, pero la verdad es que no le he prestado atención, me sorprende que mi corazón aun no haya explotado, estoy tan cerca de él que…puedo oler su perfume, siento el calor de su cuerpo, las expresiones que hace, sus risas, todo en él me parece maravilloso, incluso más interesante que la película, desearía tocar sus manos y dormir en sus brazos…